lunes, 2 de enero de 2017

“En Cuba todo empieza bien, pero termina mal”.

Por Vladimir Turró Páez.

Remodelada en un tiempo récord de diez días y con un servicio valorado por sus visitantes de “cinco estrellas”, reabrió sus puertas este fin de semana la heladería “Ward”, ubicada en Santa Catalina y Primelles, municipio Cerro.

“Pintamos, cambiamos las sillas y mesas rusticas por juegos de comedores finos, tapizamos los asientos de todo el área de la cancha, y cambiamos todos los muebles sanitarios”, explicó uno de sus directivos, bajo condición de anonimato.

El mismo refirió a CubaNet que la remodelación del lugar se llevó a cabo en busca de que sus visitantes no sólo disfruten de un helado, sino además con el objetivo de que se sientan a gusto.

La heladería “Ward” es visitada a diario por más de 2000 personas. La misma abre sus puertas al público de martes a domingo desde las 10:00 a.m. hasta las 9:45 p.m.

“Para el 2017, nuestra prioridad siempre va a ser que el cliente se sienta complacido, para que regrese una y otra vez a nuestra instalación”, aseguró el directivo.

Alba Campos, una de sus visitantes, dijo a este Diario, que se sentía muy satisfecha con la remodelación que  le habían realizado al centro y con su buen servicio.

“Creo que en la actualidad esta es una de las mejores heladerías de la Habana, ojalá se mantenga así. Aquí lo que más golpea es la variedad de sabores, que nunca pasan de dos tipos”, refiere Alba.

El centro es abastecido diariamente por la fábrica de helados “Coppelia”, pero según el directivo entrevistado, la prioridad de dicha entidad para abastecer con diferentes sabores, es la emblemática heladería Coppelia, ubicada en la céntrica zona de 23 y L, Vedado.

“Es cierto que la mayoría de las veces tenemos sólo dos sabores, pero es que somos un centro muy pequeño. Eso no depende de nosotros, de hecho, el mes pasado no cumplimos el plan por esta misma causa”, explica.

Giovel López, quien visitaba, advierte que prefiere consumir en esta pequeña heladería antes que ir al Coppelia por las enormes deficiencias que tiene esta última.

“Aquí las bolas tienen su tamaño normal, te tomas una ensalada y te llenas. En el Coppelia, para llenarte, necesitas cinco ensaladas, las bolitas son súper chicas. Y esto no es de ahora que remodelaron la Ward, a decir verdad, la administración de aquí está muy al pendiente de esto, por eso es que funcionan tan bien”, destaca.

Emilio Jardines confesó a CubaNet, que el lugar es muy acogedor, y destacó que lo más importante es no dejarlo caer.

“El lugar está especial, pero desgraciadamente, en Cuba todo empieza bien, pero termina mal, espero que este no sea el caso, la administración de aquí es bien rigurosa en cuanto a estos detalles”, concretó.

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