lunes, 30 de abril de 2018

No te olvides de abril.

Por Ramón  H. Colás.

Imagino aquella madrugada de abril. Algo fría. Brisa a intervalo, calma absoluta, oscuridad en la escena y un escaso auditorio de ejecutores pagados por un asesino mayor. Nadie escucha el lamento de aquellos condenados a morir, quienes todavía pensaban en superar la tragedia y volver al barrio pobre de donde habían salido. Sin embargo, la solemnidad de la muerte le esperaba con el júbilo con que los dictadores matan. Fue un muerte rápida (sin tiempo para una oración) e innecesaria. Llegaron al paredón cansados de llorar. Sin poder hacer su última cena y no les cabían recuerdos en sus mentes turbadas entre tantas gentes amadas, pero recordaban a sus madres más que a cualquiera.

Sus piernas débiles temblaban y apenas escuchaban las voces de mandos del jefe del pelotón de fusilamiento. Habían muerto antes de matarlos. Eran tan frágiles (como todos en Cuba) que en su impotencia se resignaron a morir ellos mismos, como en un suicidio imaginario. Era el único recurso contra aquella injusticia. Quienes le dispararon tenían su edad y también, tal vez –porque nadie sabe cómo piensa el otro- los mismos deseos de escapar de aquel país impuro y solemne, pero cumplían la orden con rigor y apretaron el gatillo con los ojos abiertos hasta verlos caer frente a ellos.

Después, cuando la madrugada se escapaba, los verdugos no informaron al dictador de aquellas muertes. En ese momento, Fidel Castro disfrutaba el sueño placentero en la comodidad de su poder y lejos del dolor causado a tres madres cubanas. En las siguientes horas, el comandante, con la habilidad atribuida a su astucia, se dispuso a superar los retos por el crimen. Llamó a los intelectuales de adentro (también de afuera) y estos hicieron cartas justificando el crimen para lavar las manchas de la autoridad de Castro. Luego, como suele ocurrir en un país sin frontera y con un pueblo embriagado de nada, todo volvió a ser igual.

Fue un 13 de abril, del 2003, cuando las ráfagas del castrismo descargaron su odio contra los cuerpos oscuros de tres jóvenes negros inocentes. Las últimas víctimas mortales del régimen, Bárbaro Sevilla, Lorenzo Copello y Jorge Martínez, exteriorizan el racismo de Castro con este abominable crimen, quien en apresurada declaraciones dijo: “había que dar un escarmiento”. Lo dio de la mejor manera y fue asesinando.

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Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos:

En los últimos días, hemos visto con sorpresa y dolor que al pie de manifiestos calumniosos contra Cuba se han mezclado consabidas firmas de la maquinaria de propaganda anticubana con los nombres entrañables de algunos amigos.

Al propio tiempo, se han difundido declaraciones de otros, no menos entrañables para Cuba y los cubanos, que creemos nacidas de la distancia, la desinformación y los traumas de experiencias socialistas fallidas.

Lamentablemente, y aunque esa no era la intención de estos amigos, son textos que están siendo utilizados en la gran campaña que pretende aislarnos y preparar el terreno para una agresión militar de los Estados Unidos contra Cuba.

Nuestro pequeño país está hoy más amenazado que nunca antes por la superpotencia que pretende imponer una dictadura fascista a escala planetaria. Para defenderse, Cuba se ha visto obligada a tomar medidas enérgicas que naturalmente no deseaba. No se le debe juzgar por esas medidas arrancándolas de su contexto.

Resulta elocuente que la única manifestación en el mundo que apoyó el reciente genocidio haya tenido lugar en Miami, bajo la consigna "Iraq ahora, Cuba después", a lo que se suman amenazas explícitas de miembros de la cúpula fascista gobernante en los Estados Unidos.

Son momentos de nuevas pruebas para la Revolución Cubana y para la humanidad toda, y no basta combatir las agresiones cuando son inminentes o están ya en marcha.

Hoy, 19 de abril de 2003, a 42 años de la derrota en Playa Girón de la invasión mercenaria, no nos estamos dirigiendo a los que han hecho del tema de Cuba un negocio o una obsesión, sino a amigos que de buena fe puedan estar confundidos y que tantas veces nos han brindado su solidaridad.

Alicia Alonso
Miguel Barnet
Leo Brouwer
Octavio Cortázar
Abelardo Estorino
Roberto Fabelo
Pablo Armando Fernández
Roberto Fernández Retamar
Julio García Espinosa
Fina García Marruz
Harold Gramatges
Alfredo Guevara
Eusebio Leal
José Loyola
Carlos Martí
Nancy Morejón
Senel Paz
Amaury Pérez
Graziella Pogolotti
César Portillo de la Luz
Omara Portuondo
Raquel Revuelta
Silvio Rodríguez
Humberto Solás
Marta Valdés
Chucho Valdés
Cintio Vitier
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domingo, 29 de abril de 2018

El fracaso del turismo en la 'Cuba sin Fidel'.

Por Sarah Moreno.

El periodista mexicano Julio Patán llegó a Cuba 38 días después de la muerte de Fidel Castro. La crónica de su viaje a La Habana, Cuba sin Fidel, recién publicada por Planeta, ofrece una visión devastadora de la ciudad y de las aspiraciones del país de convertirse en un destino turístico.

El acoso al extranjero comienza desde que elige un hospedaje privado a través de Airbnb. Su anfitriona cubana está obligada a tomar los datos del pasaporte, "llamar al Ministerio del Interior, de ser necesario cinco, seis o 12 veces, como es habitual, y reportar que el ciudadano mexicano Julio Patán Tobío, llegado el 1ro de enero de 2017, número de pasaporte tal, se hospedará ahí", cuenta el periodista sobre su propia experiencia.
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sábado, 28 de abril de 2018

Múdese a Cuba, general Perón.

Por Rafael Rojas.

Entre 1962 y 1966, John William Cooke, representante del peronismo ante la juventud argentina radicalizada por la Revolución Cubana, pidió en varias ocasiones a Perón que abandonara el Madrid de Franco y pusiera residencia en La Habana, nueva "meca revolucionaria". La última vez que hizo aquella solicitud, Cooke a su jefe, fue en enero de 1966, cuando el joven peronista participaba en la Primera Conferencia Tricontinental de La Habana. Según Cooke, la causa revolucionaria en América Latina, a pesar de la reproducción de las guerrillas, estaba estancada, sobre todo, por las diferencias entre la izquierda populista y la comunista. "El único hecho que puede volcar las condiciones -decía- es que Ud. abandone España y se vaya a Cuba. A vivir sería lo ideal; en todo caso, por un tiempo, para luego fijar residencia en algún otro país liberado".

De las múltiples razones que Cooke exponía a Perón, para justificar su insistente propuesta, había una, que no debió agradar del todo a sus anfitriones cubanos. A pesar de admirar profundamente a la Revolución Cubana y a sus líderes, especialmente al Che Guevara y a Fidel Castro, el joven argentino no consideraba a ninguno de estos capaces de unificar a todas las fuerzas revolucionarias latinoamericanas por su falta de experiencia, la pequeñez de la isla caribeña o por su necesaria relación de entendimiento con la Unión Soviética. En el noveno punto de su larga propuesta, decía quien hablaba como la voz de Perón ante los diversos grupos de la izquierda populista, nacionalista y socialista, reunidos en La Habana en 1966:
"Fidel Castro es el líder revolucionario que más despierta el sentido antimperialista en el continente. Pero su fuerza se reduce, en términos concretos de efectivos humanos, a una isla poco habitada. No hay ningún movimiento en el continente comparable al peronismo en cuanto a número, ni otro líder que pueda jugar el papel que Ud. debe jugar. Cárdenas está viejo y el engranaje del partido oficial de la Revolución Mexicana lo tiene anulado. Brizola es demasiado nuevo y sus fuerzas son todavía escasas, sin cohesión. Juliao es un líder regional, con fuerza solamente en la zona norteña, y sin organización ni siquiera allí. En otras palabras: hay un liderazgo continental que Fidel no puede desempeñar por sí solo, desde que le falta base en el territorio continental, y que Ud. es el único que puede compartir aportando base numérica en tierra firme y despejando los equívocos de la propaganda imperialista: tanto la que desnaturaliza el peronismo desconociendo su entraña revolucionaria como la que reduce a la Revolución Cubana a sus formas comunistas. Su presencia retemplaría los ánimos del peronismo y sería un estremecimiento en toda América Latina, con nosotros y los cubanos uniendo las fuerzas respectivas compensándonos mutuamente las debilidades".
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jueves, 26 de abril de 2018

Robert O'Neill el 'Seal' americano que acabó con Osama Bin Laden: "Yo maté al demonio y no me arrepiento."

Por Benjamín G. Rosado.

"Mi vida cambió el día en que di muerte a Bin Laden. He sido condecorado y cada día recibo amenazas. Pero cuando cierro los ojos y vuelvo a aquella habitación, sé que volvería a hacerlo. Volvería a apretar el gatillo tres veces. Sólo me arrepiento de no haber vuelto a por alguno de los casquillos de bala como recuerdo"

"Todas las fotos que se han publicado del cadáver son falsas. Alguien en Washington debería empezar a publicar las 20 que le hicimos. Aparece con la nariz aplastada y el cráneo abierto por la mitad. Tuvimos que juntar los dos pedazos para poder hacerle las fotos. Tenía el pelo más blanco y la barba más corta. Nunca tuve la más mínima duda de que era él."
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Habaneros opinan: “Tenemos un gobierno de rizado y chocolate.”

Por Iván García.

El edificio situado en la céntrica intersección de las calles 23 y 12, Vedado, donde hace 57 años, sin previa consulta popular, Fidel Castro sorpresivamente declaró el carácter comunista de Cuba, fue remozado para que sirviera de fondo al acto por el día del miliciano, el pasado 16 de abril.

Muy cerca, en 23 y 10, en el antiguo Ten Cent, ahora un mercado que vende alimentos y conservas en la devaluada moneda nacional, unas veinte personas esperan que abra. En la acera, un par de perros sucios y enclenques se disputan trozos de una pizza de queso y en la maloliente cafetería Loipa, una dependienta lee el aburrido diario Granma.
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lunes, 23 de abril de 2018

Cuba: la revolución congelada.

Por Antonio Elorza.

Cuba, 1968. En "Memorias del subdesarrollo", Tomás Gutiérrez Alea dibuja un cuadro ácido de la Cuba revolucionaria. El protagonista parece una ilustración de La chinche de Maiakovski, emblema de la agonía inexorable del mundo burgués. Pero no se limita a reflejar la propia crisis y la de su medio, sino que presenta una sociedad carente de vida propia, de sentido de la comunicación y por tanto dispuesta a aceptar que “alguien piense por ella”. Nada que ver con la imagen utópica de la Revolución.

Dos fogonazos apuntan al futuro. Uno es el lúcido pronóstico del amigo a punto de emigrar, quien compara la perspectiva de una Cuba socialista con el antecedente de Haití, donde ya una revolución acabó en la miseria. Otro es la reflexión en off sobre las imágenes de escaparates vacíos: La Habana fue el París del Caribe; ahora es la Tegucigalpa del Caribe. Cuando Titón presenta Memorias, Fidel apoya la invasión soviética de Checoslovaquia, impone una socialización general del comercio y la censura a Padilla anuncia la represión de la cultura. Su cine se aleja de la realidad cubana hasta 1993, con Fresa y chocolate.
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La imposible tarea de Miguel Díaz-Canel.

Por Carlos Alberto Montaner.

Finalmente, hicieron presidente del Consejo de Estado a Díaz-Canel.

En Cuba no hay presidente de la República. Formalmente, es un sistema parlamentario. En realidad, es una dictadura de partido único, hasta ahora dirigida con mano de hierro por los Castro. Díaz-Canel no tiene una palanca en qué apoyar su autoridad, salvo la vigilante confianza que le quiera otorgar Raúl Castro, un anciano de 86 años al que secretamente le desea la muerte para poder gobernar. Toda la estructura de poder está en manos de los raulistas y él lo sabe.
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Habemus Presidente (o marioneta).

Por Iván García.

Sin la solemnidad de un cónclave en el Vaticano para elegir un Papa ni la fumata blanca anunciando al nuevo Santo Padre, el jueves 19 de abril en el Palacio de Convenciones, al oeste de La Habana, se anunciaba el nuevo Consejo de Estado y su presidente, quien regirá los destinos de Cuba en los próximos cinco años.

Cuba: Habemus Presidente (o marioneta)No hubo sorpresas. La jugada estaba cantada. Miguel Díaz-Canel (MD-C) un ingeniero electrónico nacido el 20 de abril de 1960 en el caserío de Falcón, municipio rural de Placetas, provincia Villa Clara, a unos 320 kilómetros de la capital cubana,, fue premiado por Raúl Castro con el cargo de presidente del Consejo Estado y de Ministros.

Se abre un compás de espera para ver el desempeño de MD-C. En la historia de la dictadura castrista, camuflado como país en perenne revolución, hubo dos presidentes: Manuel Urrutia y Osvaldo Dorticós, manejados a su antojo por Fidel Castro.
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domingo, 22 de abril de 2018

¿Modernizará Díaz-Canel la dictadura cubana?

Por Roberto Álvarez Quiñones.

Como le dijo en La Habana -con gracejo criollo- el cubano Hanoi Borrallo al periodista Pablo de Llano, de El País, la designación de Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba "es el mismo cake con distinto merengue".

Al fin Raúl Castro entregó el cargo a su delfín Díaz-Canel, aunque seguirá al frente del Partido Comunista, lo que le confiere la condición de dictador, según la Constitución. Y, sobre todo, sigue encabezando la Junta Militar que manda en la Isla, jefatura que ostentará hasta que se muera, como Deng Xiaoping en China.
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sábado, 21 de abril de 2018

Manual para salir del socialismo.

Por Miguel Sales.

Acaba de producirse el relevo presidencial en Cuba y Miguel Díaz-Canel ocupa ahora la poltrona que durante más de medio siglo fue patrimonio exclusivo de la familia Castro. Desde este momento, el nuevo mandatario ejercerá el cargo (siempre tutelado por el Partido Comunista, como establece la Constitución), pero sin legitimidad.

Nadie -excepto una oscura camarilla de burócratas- ha votado por él para ese puesto. Ni siquiera puede exhibir títulos "revolucionarios" que no sean los del trabajo voluntario dominical, los desfiles en las grandes efemérides o el de haberse disfrazado de miliciano de vez en cuando. Vamos, lo que ha hecho durante toda la vida cualquier hijo de vecino en la Isla. En la escala del carisma de la cúpula socialista la dirigencia desciende así otro peldaño: del "líder máximo" al "líder menor" y, de este, al "heredero mínimo".
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Díaz-Canel, el arte de la espera.

Por Carlos Manuel Álvarez Rodríguez.

La hoja de vida de Miguel Díaz-Canel, el nuevo presidente de Cuba, es de una insultante mediocridad, como la de todos los políticos nacidos en la Isla después de 1959. Se graduó de Ingeniería Eléctrica a comienzos de los ochenta, trabajó en las Fuerzas Armadas y luego, con la Revolución sandinista ya en el poder, cumplió misión internacionalista en Nicaragua, haciendo quién sabe qué, quizás arreglando cables de corriente en la casa de Daniel Ortega. A los 33 años, la edad con la que Fidel Castro entraba en La Habana, Díaz-Canel apenas era ascendido a segundo secretario del comité nacional de las juventud comunistas.

El vicepresidente de Cuba visita el pueblo boliviano donde estuvieron enterrados los restos del Che
De hecho, con Fidel en el poder, el padre tutelar de los hombres nuevos del socialismo, Díaz-Canel probablemente no habría pasado nunca del puesto secundario que le hicieron ocupar durante largos quince años: alcalde comunista de alguna desvencijada y polvorienta provincia del país. Primero en Villa Clara, al centro de la Isla, de 1994 a 2003, y luego hasta 2009 en Holguín, ubicada al noreste, más lejos todavía de La Habana y de Dios.

A Fidel le gustaba rodearse de jóvenes que él creía inteligentes, aunque al final demostraron no serlo tanto, pues lo primero que un miembro temporal del círculo de confianza del Comandante tenía que saber, si aún albergaba un poco de amor por sí mismo, era que no podía mostrar demasiada autonomía intelectual, sagacidad diplomática o alguna otra consecuencia del buen juicio que lo dibujara como un rival en potencia.
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viernes, 20 de abril de 2018

De Palo Cagao a Santa Teresa.

Por Zoé Valdés.

Imagen relacionadaLlevo varios días en Brasil, primero estuve en Sao Paulo, luego viajé a Paraty para participar en el magnífico evento de la Feria del Libro, la FLIP, que cumplía diez años. Allí encontré colegas que quiero y admiro, reencontré a amigos, y conocí a escritores que ansiaba conocer desde hacía tiempo.

Después de varios días compartiendo y hablando de literatura viajé a Río de Janeiro, donde me hallo ahora, para participar en el proceso de pacificación de las favelas que circundan la ciudad, en las alturas. Es un evento creado por el periodista y escritor Julio Ludermir, un hombre de una gran sensibilidad que lleva ya catorce años haciendo este hermoso trabajo en las comunidades.
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Álbum personal de fotos del compañero Díaz-Canel.

MÚSICO: Durante una presentación del grupo de punk-harcore “The Kolmenithes".


ESPIRITUAL: Con Osho (Bhagwan Shri Rashnish), en la sucursal villaclareña de la comunidad Rajneejpuram.


ACTOR: Formando parte de la obra de teatro onírico “Cogiendo cajita”.


INQUISIDOR: En Baracoa junto a Hatuey, momentos antes de meterlo en candela.


RELIGIOSO: Junto al presidente de la Asociación de Santeros Yorubas de Guanabacoa.


MARINERO: Con el afamado Julito, el pescador.


GUAROSO: Almorzando en familia con Pedrito de "Los Van Van".


SALUDABLE: Fraternal encuentro semestral con su dentista.


CURADOR: Inaugurando exposición del artista Alexis Leyva, alias “Kcho Romerillo”.


PROMOTOR: Con el afiche del filme cubano “Quiero hacer una película”.

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jueves, 19 de abril de 2018

Raúl Castro y la incultura en Cuba.

Por Armando de Armas.

La única relación real que pudiera establecerse entre la cultura y los dos dictadores que han regido los destinos de Cuba por los últimos sesenta años, Fidel y Raúl Castro, es destructiva, ambos hermanos han sido la anticultura y en consecuencia, la antinación.

El más relacionado con la cultura de ambos hermanos era Fidel, por lo tanto habría que decir que fue el más nefasto para la misma. Cosa que quedó clara para el observador objetivo tras la lapidaria frase “con la revolución todo; fuera de la revolución, nada” en su discurso Palabras a los intelectuales de 1961.
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Ruina y riqueza del próximo heredero del castrismo.

Por Luis Leonel León.

En el comunismo no se elige, se hereda el poder como mismo han de cumplirse las órdenes del dictador de turno, ya sea por miedo, adoctrinamiento o contubernio. De lo contrario no hablaríamos de totalitarismo. Y en el caso de Cuba, como le gusta recordar a mi colega Pedro Corzo, impera el más perfecto de los totalitarismos: el marxismo. Seis décadas afectando no sólo a los cubanos.

Esta semana, la más antigua, desvergonzada y deprimente dictadura de la región, subirá a escena el sainete de la sucesión dinástica publicitada por Raúl Castro. El segundo dictador hará lo mismo que hizo con él su hermano mayor, Fidel Castro, cuando obligado por el deterioro de su salud, le nombró de un dedazo como nuevo “presidente” y luego dueño absoluto de todos los poderes.
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martes, 10 de abril de 2018

Pánfilo para presidente.

Por Iván García.

Cuba: Pánfilo para presidenteA veces la suerte también toca a la puerta. Luego de caminar ocho millas entre los barrios Santos Suárez, Lawton y La Víbora, pregonando ‘se venden escobas, trapeadores y recogedores’, bajo un sol de fuego primaveral, Luciano, un tunero de campo adentro, cansado de vocear sin mucho éxito se sentó en el portal de una bodega para hacer un balance de sus escuálidas ganancias.

Poco más de cien pesos, el equivalente a cuatro dólares. Suficiente para almorzar arroz congrí, bistec de cerdo y viandas de estación en una cafetería particular. Separó veinte pesos para comprar una botella de ron de tercera categoría y el resto, casi cincuenta pesos, lo jugó en la ilegal lotería local al número 45 y un parlé con ese mismo digito combinado con el 64.
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De cuando en Cuba nos comimos los gatos.

Por Iván García.

“Nací con el período especial en 1990. Veinte años después, mis padres me dijeron la verdad: mi nacimiento les hizo llorar”, dice Ricardo, hoy graduado universitario.

Lo puedo entender. También en mi casa pasamos momentos difíciles cuando mi hermana dio a luz en pleno ‘período especial en tiempos de paz’. Así de rimbombante era el nombre oficial de una de las etapas más negras padecidas en 59 años por el pueblo cubano -y que ya es mucho decir.
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viernes, 6 de abril de 2018

De la utopía de Ubre Blanca al horror de "Cabeza de caballo".

Por Tania Quintero.

En 1959, Cuba tenía 6 millones de habitantes y 6 millones de cabezas de ganado, una por habitante. Cada cubano consumía al año un promedio de 76 libras de carne de res, por lo que la isla ocupaba el tercer lugar en ese acápite en el hemisferio occidental. En el 2000, con 11 millones de habitantes, solo habían 2,5 millones de cabezas de ganado.

Entre 1961 y 1965 fui maestra de antiguas criadas (domésticas les llamaron después de 1959). En La Habana vivían miles de antiguas criadas y para su superación fueron abiertas varias escuelas nocturnas en distintos municipios de la capital. Di clases en tres: en el antiguo colegio La Luz, en 25 y M, Vedado; en otro que quedaba en Neptuno y San Francisco, detrás de la iglesia El Carmen, y en una escuela situada en La Cuevita, barrio marginal de San Miguel del Padrón.
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domingo, 1 de abril de 2018

¿Es revolucionario Raúl Castro?

Por Roberto Álvarez Quiñones.

Resultado de imagen de raul castro vectorJosé Martí dijo que los hombres se dividen en dos bandos: "los que aman y fundan, y los que odian y destruyen".

¿En qué bando estuvieron Marx, Lenin, Stalin, Mao, Fidel Castro, "Che" Guevara, Gadafi, el ayatolah Jomeini, Hugo Chávez, o Pol Pot?

¿En cuál pueden ubicarse Copérnico, Guttenberg, Galileo, James Watt, Thomas Edison, Newton, Einstein, Alexander Fleming, Colón, Cervantes, Mendéliev, Adam Smith, Bill Gates o Mark Zuckerberg?

Para clasificarlos correctamente tengamos presente que la historia ha mostrado que socialmente no hay nada más destructor e iconoclasta que una revolución social, no importa su signo político-ideológico (nacionalista, populista, comunista, fascista, teocrática, etc).

En su mensaje a la Conferencia Tricontinental de 1966, Ernesto "Che" Guevara hizo una elocuente definición del revolucionario social: "El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así…"

Y Marx en El Capital, tomo I, sentenció: "La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva". O sea, la violencia es la partera de la historia.
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De cuando se escribían cartas.

Por Carlos Espinosa Domínguez.

Resultado de imagen de jose lezama limaA diferencia de otros escritores cubanos famosos -Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, para apoyar lo que digo con un par de nombres-, José Lezama Lima mantiene en España su condición de gran escritor. Esto se pone de manifiesto, por un lado, en la atención que sigue recibiendo su obra, algo que atestiguan los libros y ensayos que sobre él se escriben. Y por otro, en las nuevas ediciones que conocen sus textos. A esto se debe además que en los últimos años hayan visto la luz compilaciones de su correspondencia con los escritores españoles María Zambrano (Cartas desde una soledad:Epistolario José Lezama Lima-María Zambrano-María Luisa Bautista-José Ángel Valente, Verbum, 2008), Juan Ramón Jiménez (Querencia americana.Juan Ramón Jiménez y José Lezama Lima. Relaciones literarias y epistolario, Renacimiento, 2009) y José Ángel Valente (Maestro cantor. Correspondencia y otros textos, Renacimiento, 2012).

A esos títulos se ha venido a sumar El asmático insigne, monstruo de Trocadero. José Lezama Lima y José Agustín Goytisolo. Correspondencia y otros textos (Editorial Verbum, Madrid, 2017, 177 páginas). Su recopilación, así como el extenso texto introductorio y las notas, se debe a Fernanda Bustamante, graduada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Barcelona. El volumen lleva un prólogo de Rafael Rojas, quien hace notar que, a diferencia de la bien conocida y trabajada relación entre el escritor cubano y Juan Ramón Jiménez y María Zambrano, se conoce poco y se ha estudiado menos su conexión con “los entonces jóvenes, poetas, narradores y editores peninsulares, de la generación del 50, luego de la publicación de la novela Paradiso en 1966”. En ese sentido, afirma que la correspondencia Lezama Lima/ Goytisolo “es una de las varias piezas que faltan para armar el rompecabezas de la recepción de Lezama en la literatura iberoamericana entre finales de los 60 y mediados de los 70”.
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