jueves, 10 de agosto de 2023

Corralito financiero en Cuba.

Por Iván García.

En su último viaje a Cancún, México, Julia, 39 años, importó casi 250 libras de ropa de la marca Shein, calzado deportivo Nike y una amplia variedad de maquillajes. También, cuatro teléfonos móviles Blue, dos tabletas Samsung y una docena de audífonos inalámbricos de factura china que adquiero a precio de saldo en un mercadillo ambulante en Puerto Juárez. Mercancías encargadas por los clientes.

“Hasta hace unas semanas, casi todos me pagaban en pesos cubanos. Valoro el dólar según la tasa diaria en el sitio digital El Toque. Recojo la mitad del dinero antes de viajar. Después de vender la pacotilla compro dólares por la calle. Pero desde hace mes y medio, las cotizaciones del dólar y el euro no paran de subir y constantemente tengo que estar reajustando los precios. Al vender más caro pierdo clientela. Por eso comencé a vender solo en divisas. Ahora solo acepto efectivo o que me ingresen las divisas en una cuenta bancaria que abrí en México. Ya no vendo en MLC ni por pesos en transferencia bancaria. Además de que el negocio es por la izquierda, las transferencias bancarias están limitadas a 80 mil pesos diarios o 120 mil pesos al mes. Suena a mucho dinero, pero es una calderilla. Por ejemplo, un televisor de mil dólares, serían 235 mil pesos. Si lo hiciera por transferencia bancaria ya no podría vender nada más en el mes. Legales o clandestinos, los negocios mueven millones de pesos en efectivo”, explica Julia.

¿Por qué la mayoría de los emprendedores evaden el fisco?, le pregunto.“Simple, porque los gravámenes son elevadísimos. El banco, o sea el gobierno, te controla con lupa cada una de las operaciones financieras. Y corres el riesgo, como pasó cuando la Tarea Ordenamiento, que miles de personas con cuentas en divisas vieron como se devaluaban sus ahorros o no podían sacar los dólares del banco. Son demasiadas las trabas y fiscalizaciones. Si el negocio es legal, tienes que depositar el 30% del efectivo que utilizas en gastos en una cuenta bancaria. Encima, pagar un 10% de impuestos sobre las ventas y un 35% sobre las utilidades. Nadie se hace rico vendiendo ropa ni jabones Palmolive. Los dueños de MIPYMES que ganan mucho dinero, por lo general son los autorizados por el gobierno. El resto está raspando un poco, porque los 30 o 70 mil pesos que puedas ganar al mes en un negocio privado, se te va en gastos corrientes y comida para tu familia ”.

Julia considera que el nuevo decreto aprobado por el Banco Central de Cuba, de “bancarizar por transferencia electrónica todas las operaciones de compra y venta es válido en un país normal donde se respetan los negocios y el libre mercado. Pero aquí es un arma de doble de filo. Cada movimiento de dinero queda registrado. Y mañana puede ser usado en tu contra cuando los gobernantes quieran sacar de circulación al sector privado. Es como poner la cabeza bajo una guillotina. Que haya menos efectivo circulando pudiera afectar en los negocios informales de gastronomía, que de una forma u otra le roban al Estado. Pero la necesidad es tanta y la oferta es tan poca que siempre aparecen compradores con efectivo en la mano”.

Varios emprendedores y economistas consultadosm coinciden que existe un segmento de la población, probablemente entre el diez y el veinte por ciento, que por variadas razones, bien porque reciben remesas, son emprendedores privados, músicos y deportistas con contratos en el exterior o gente que lucra en el mercado negro (por lo regular traficando con bienes del Estado), tienen suficiente poder adquisitivo para comprar productos y servicios a precios prohibitivos para la mayoría. Incluso pueden pagar en dólares o euros.

Gustavo, economista, afirma que “existe una fracción de la población -alrededor un millón de personas-, que dos o tres veces al año puede hospedarse en un hotel cinco estrellas todo incluido. No hay ningún grupo de turistas extranjeros, ni siquiera los cubanoamericanos, que lleguen a esa cifra. Suelen ganar mucho dinero y, desde luego, no lo guardan en el banco. Les gusta comprar y vender en efectivo por diversos motivos. El principal: la forma de ganar dinero es considerado un delito por el Estado. Hay otro grupo que tiene acceso al dólar por la vía de las remesas y obtienen una buena cantidad de pesos con su venta. A buena parte de los cubanos que reciben remesas les envían entre 200 y 300 dólares mensuales. Al cambio actual de 235 pesos por un dólar, son setenta mil quinientos pesos. Cantidad que alcanza para que una familia de tres personas desayune, almuerce y coma diariamente. Al estar tan desabastecidas y caras las tiendas estatales en MLC, compran todo lo que necesitan en las MIPYMES o en los negocios informales. Desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959, los cubanos, no importa su filiación política, han utilizado el mercado subterráneo para proveerse. Casi todo lo que compran es robado del almacenes estatales”.

Luis Alberto, dueño de un bodegón que oferta alimentos y bebidas alcohólicas importadas, opina que “las últimas expresiones de funcionarios del partido y el gobierno y las nuevas medidas aprobadas son una declaración de guerra al sector privado. Son unos desvergonzados. Quieren traspasar su ineficiencia a los emprendedores privados. Tienen al país sumido en la miseria, sin comida, medicinas ni transporte, con apagones y déficit de agua, y pretenden señalar a los negocios particulares, que venden cosas que el sector estatal no oferta, dicen que no tienen divisas suficientes para importarlas. Mientras nosotros, ayudados por familiares residentes en Estados Unidos, invertimos diez o veinte mil dólares en comprar alimentos, el Estado invierte el dinero del pueblo en construir hoteles sin consultar con nadie”, y añade:

“Ya ese discurso seudo populista no engaña a nadie. Un alto porcentaje de la ciudadanía sabe que son unos descarados aferrados al poder. El ultimátum de que en seis meses ‘las formas de gestión no estatal’ tiene que vender por trasferencias electrónica es un chiste. Quienes tienen negocios no guardan el dinero en sus casas por capricho. Lo hacen porque la mayoría de los cajeros no funcionan o no tienen efectivo y hay que hacer colas de cinco o seis horas para depositar o extraer dinero del banco. Y como el Estado no vende divisas, tenemos que zancajear los dólares en el mercado informal. Es el gobierno y su ineficiencia el que tiene al país paralizado. No los emprendedores privados”.

Según Gustavo, economista, la bancarización pretende “que el mayor número de operaciones de ventas y compras sean por transferencia electrónica. Una medida para aliviar la escasez de efectivo. El Estado, ya lo dijo el ministro de economía, no tiene ni siquiera divisas para imprimir más billetes o un nuevo cono monetario. La inflación no va a disminuir cortando la circulación de dinero en efectivo. Es un disparate monumental. La inflación va a ceder cuando el gobierno incremente la oferta de bienes y servicios, el salario de los trabajadores recupere su poder adquisitivo y se desaten las fuerzas productivas. Cuba saldrá del atolladero cuando el gobierno no interfiera y deje de controlar la economía”.

Los negocios privados no son el enemigo, le han dicho los expertos al régimen cubano. Pero el castrismo no aprende la lección.

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