Por Ernesto Pérez Chang.
Para compensar el déficit de combustibles que sufre el país y para enfrentar el usual incremento de la demanda de estos para los meses de julio y agosto, el gobierno ha ordenado a las empresas estatales la reducción del consumo de petróleo y electricidad en un veinte por ciento de lo planificado para el resto del año, lo que para algunas empresas ha significado la paralización parcial de la producción durante la etapa de verano, informó a Cubanet una fuente del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
La medida ha comenzado a circular esta semana en los ministerios y empresas vinculados a la producción, en donde se han de tomar diversas medidas que, sin afectar los salarios, incluyen desde el cierre de los comedores obreros en aquellos lugares donde aún existen, la reducción de la jornada laboral de 8 a 5 horas diarias, la supresión de los sábados laborables o el otorgamiento de “vacaciones masivas” a los trabajadores durante los meses estivales.
Desde finales del 2015, en la isla se comenzaron a sentir los efectos de la crisis energética asociada a la reducción de las importaciones de petróleo proveniente de Venezuela y se incrementaron las medidas sobre el control del combustible en los autos estatales, así como en los tribunales se recrudecieron las sanciones contra aquellas personas involucradas en delitos asociados a la sustracción de carburantes.
En los últimos meses, a los hogares de los cubanos han regresado, con mayor frecuencia, las jornadas de apagones que pueden durar entre 4 y 8 horas, aunque, de acuerdo con la información ofrecida vía telefónica por la Empresa Eléctrica, los cortes de energía no son consecuencia de una crisis energética sino por cumplimiento de los ciclos de reparaciones ya programados.
A la escasez de combustible se ha sumado la persistencia y profundización del desabastecimiento en la red de comercio minorista, tanto en los establecimientos que venden en moneda nacional, incluidos los mercados agropecuarios, como en aquellos que lo hacen en divisas, lo que ha acrecentado entre la población los temores de un retorno a un período de crisis similar al de los años 90, provocado por la debacle del socialismo en Europa del Este.
Aunque la economía cubana ya no depende exclusivamente de la estabilidad de Venezuela, el país sudamericano continúa siendo el mayor socio comercial de la isla y el mayor proveedor de petróleo. En gran medida, el agravamiento de su situación política, que ha obligado en los últimos meses a incumplimientos y reajustes en los acuerdos comerciales entre ambos países, pudiera estar repercutiendo negativamente en el panorama económico de la isla.
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