viernes, 25 de abril de 2014

Persiste la escasez de los medicamentos.

Por Por Carlos Batista..

El crecimiento de la producción de medicamentos en Cuba mejoró el acceso de la población a esos productos, aunque persiste cierta escasez fomentada por déficit productivo, sobreconsumo y mercado negro, según los especialistas del sector.

“Resolver en la farmacia los medicamentos que manda el médico ha mejorado muchísimo en los últimos 10 años, pero aun así, no es fácil conseguirlos todos, muchas veces las personas acuden a revendedores o lo mandan a buscar al extranjero”, dijo Gisela Vázquez, una enfermera de 44 años.

Los medicamentos están exentos de impuestos aduaneros.

La producción y venta de medicinas en Cuba está totalmente en manos del Estado y su escasez fue dramática hace unos 10 años, pero fuertes inversiones en el sector mejoraron desde entonces la situación.

Ese proceso se basó en un fuerte caudal científico existente, que permitió incluso desarrollar vacunas y fármacos novedosos. La venta de medicamentos es ahora el segundo renglón de exportación de bienes, después del níquel, con unos $600 millones anuales.

“Es muy difícil que falten” las medicinas para enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, dijo a la AFP María Fernández, de 58 años, que gasta unos 13 pesos ($0.55) de su jubilación mensual de 268 pesos ($11) en comprar el amlodipino y la clortalidona para su presión.

Pero muchas veces paga a un revendedor 10 pesos ($0.35) por 10 tabletas de dipirona, un analgésico muy usado, o 25 pesos (un dólar) por vitamina C.

El rey del mercado negro es el meprobamato, un ansiolítico y relajante muscular, que la industria está sustituyendo, pues crea hábito. “Mucha gente lo compra para tomar o para mandarlo a sus familiares en Miami”, Florida, dice Fernández.

La producción de medicinas se duplicó entre el 2007 y el 2010, según las más recientes cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas. El país gasta actualmente $300 millones anuales en importar materias primas y medicamentos no producidos en Cuba.

“Estamos trabajando en el fortalecimiento de la industria nacional para tener más sostenibilidad y que cada día pueda ser mayor la producción”, dijo a la televisión José Vélez, Director Nacional de Medicamentos del ministerio de Salud.

Muchos de esos medicamentos importados son subsidiados o suministrados de forma gratuita, sostiene José Fernández, vicepresidente del grupo empresarial BioCubaFarma.

Su empresa paga alrededor de $5 al importar una dosis de insulina, que vende a 1.25 pesos ($0.05), mientras que el tratamiento anual de anticuerpos monoclonales, suministrado gratuitamente en los hospitales a pacientes con cáncer de mama, cuesta entre $35,000 y $45,000.

Los medicamentos contra el SIDA, son entregados gratis a los afectados.

Las 2,141 farmacias comunitarias, 167 hospitalarias y otras 600 en centros asistenciales atienden mensualmente a 10 millones de clientes que presentan entre 15 y 20 millones de recetas médicas, según la televisión estatal.

Aunque la industria admite déficit productivos en algunos medicamentos (583 de los 881 medicamentios que conforman el Cuadro Básico, es decir 66 por ciento, se producen en Cuba), la escasez se incrementa por el acaparamiento preventivo o los robos por parte de empleados para vender en el mercado negro.

Los medicamentos más consumidos son los cardiovasculares, antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares y psicofármacos.
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