Por Enrique González Pérez.
Fue en mayo de 2014 que la cadena suiza Kempinski Hotels y Gaviota S.A. comenzaron oficialmente el proyecto del hotel Manzana, en la capital cubana. Los suizos se encargarían de la administración temporal y experimental del que será uno de los más lujosos hoteles de Cuba, mientras que los militares asumirían totalmente las inversiones, además del pago de los salarios (según las normas salariales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias) y las condiciones de vida de los obreros.
Transcurrido poco tiempo del comienzo de las obras, según testimonios de especialistas del grupo inversionista cubano ALMEST, la complejidad del proyecto y los gastos estimados sobrepasaron la capacidad del Grupo Empresarial de las FAR (GAESA) para asumir los compromisos pactados con los suizos y fue contratado el grupo francés Bouygues Bâtiment International para que concluyera, aunque fuese con retraso, lo que la empresa estatal no fue capaz de asumir de manera autónoma tal como estaba planificado.
Hace pocos días, la noticia de que una brigada de obreros indios había sustituido a una parte de la mano de obra especializada cubana, escandalizó a la opinión pública y desató en la prensa no oficialista una oleada de hipótesis sobre las verdaderas causas de la decisión, insólita en el panorama laboral de la isla.
Un funcionario de la Unidad de Construcciones Militares (UCM), encargada de la ejecución de una buena parte de las obras, reveló a CubaNet detalles sobre estas contrataciones:
“Siempre estuvo previsto contratar en el extranjero mano de obra especializada. Se pensó en China, en Italia, en España, se trataría de un pequeño grupo de apenas veinte personas que asesorarían la etapa de acabado pero desde los primeros días nos dimos cuenta que el trabajo sería bien complejo (…). Las labores de demolición y de escombreo las hizo personal inexperto. (…) Por ahorrar dinero se trajeron brigadas de soldados sin experiencia previa en la labor y los resultados fueron calamitosos”, afirmó el funcionario que, por temor a represalias, pidió que no se revelara su identidad.
Según esta persona, que durante más de diez años ha ocupado cargos importantes dentro del sistema empresarial militar cubano, no existe mano de obra especializada en la isla capaz de terminar un hotel de altos estándares como el Manzana:
Obreros indios montando un ómnibus de una empresa estatal de turismo (Foto: Alexandre Meneghini/Reuters)
Obreros indios montando un ómnibus de una empresa estatal de turismo (Foto: Alexandre Meneghini/Reuters)
“Se comenzó a trabajar con personal cubano pero los resultados no alcanzaron los estándares. Tampoco había modo de subir los salarios al punto de poder contratar personas del sector privado. (…) Un buen carpintero y un buen albañil particulares ganan en un mes hasta más de cinco veces lo que se paga a los indios, quizás más, pero además tienes que prever el robo de materiales. (…) Aquí se ha perdido de todo, cemento, acero, planchas de vidrio, lotes completos de madera preciosa, herramientas. Hay que revisar a las brigadas de cubanos, hemos puesto cámaras en todos lados, y la policía ronda el lugar a toda hora. Con los trabajadores indios no tenemos ese problema”, afirma esta persona que además ofreció detalles sobre el pago a los indios y las condiciones de albergue.
“Las condiciones de vida son muy similares a la de los cubanos. Las grandes diferencias están en los salarios. (…) A los indios se les paga quincenalmente. En la actualidad tenemos 352 contratados y trabajando no solo en el Manzana sino en otras obras aquí en la capital y también en Varadero. (…) La cifra debe crecer para finales de este año hasta unos mil cien, casi mil trescientos contratados, donde también habrá unos 200 trabajadores chinos para el tema de las instalaciones eléctricas, las piscinas. (…) Hay otros extranjeros pero en la parte de asesoramiento, y no tienen el mismo tratamiento que los indios y chinos. (…) El menor salario es de 750 dólares quincenales, el más alto es de 1250, también quincenales, más ropa de trabajo, comida, atención médica, traslado y alojamiento”, asegura el mismo funcionario.
Sin embargo, varios trabajadores cubanos del Manzana entrevistados por CubaNet, dicen no recibir la misma atención que los obreros foráneos. Carlos, un albañil de 30 años, proveniente de Camagüey, se queja de las diferencias:
“Ya no digo del pago, que es injusto y nadie da una explicación pero las condiciones de vida no son las mismas. Es verdad que la comida es buena y que nos dan ropa y botas cada cierto tiempo, sábanas, aseo pero no es de la misma calidad. El albergue de nosotros ni siquiera es la sombra del de ellos. Si se rompe un aire acondicionado pasamos una semana sin que lo arreglen o nos ponen ventiladores, mientras que a los indios se lo reponen al momento”.
Mandy, otro obrero del Manzana, opina diferente. Tunero de 27 años, afirma que no hay diferencias significativas pero que deberían analizar el tema de los salarios:
“Yo no creo que haya diferencias. Eso sí, no los dejan juntarse con nosotros. Estamos en turnos diferentes y se nos ha prohibido hablar del asunto con periodistas. (…) si ahora me vieran hablando contigo, me pueden botar pero creo que es bueno que la gente sepa que no estamos conformes con los salarios, que es un abuso. (…) Cobramos diez veces menos que los indios y hay meses en que nos han dejado de pagar la divisa, mientras que a los indios le pagan puntualmente, cada quince días, eso no es jugar limpio”.
La antigua Manzana de Gómez dentro de poco será uno de los más lujosos hoteles de Cuba (foto del autor)
La antigua Manzana de Gómez dentro de poco será uno de los más lujosos hoteles de Cuba (foto cortesía del autor)
Un funcionario de la inversionista ALMEST, del grupo empresarial GAESA, vinculado a las labores constructivas, nos ofrece su versión del asunto:
“Esto es un tema muy delicado. Se ha tratado casi en secreto pero ha escandalizado a más de un dirigente. ¿Cómo es posible que en tantos años no hayamos creado fuerza especializada o, peor aún, mecanismos para remunerar y estimular a los trabajadores cubanos? ¿Por qué sí se puede hacer con los indios, con los chinos? (…) Muchos hoteles de Gaviota cuentan con chefs españoles, franceses, italianos a los que se les paga un montón. (…) Lo que pasó con el Manzana es que no hubiéramos podido terminarlo ni siquiera en una década. Es doloroso aceptarlo pero es la ineficiencia que ya hemos convertido en permanente (…). Lo peor es que la gente piensa que el capital (para la construcción del Manzana) proviene del exterior y no es así, la inversión es totalmente cubana. Cada centavo invertido es de Cuba y por ahí se han ido unos cuantos millones que nadie sabe si se recuperarán. (…) Los suizos lo administrarán a manera de prueba durante unos meses, a lo sumo un año, después, si no rinde lo que ellos esperan, pasará a ser administrado por Gaviota”, afirmó este otro funcionario.
Según fue anunciado a mediados del año pasado por el diario oficialista “Granma”, las obras del hotel Manzana deberán concluirse para finales del 2016, sin embargo, las fechas que actualmente manejan los inversionistas fijan su culminación para el primer trimestre del 2017.
0 comments:
Publicar un comentario