martes, 2 de agosto de 2016

Un barrio de poliespuma en La Habana.

Por Jorge Enrique Rodríguez.

El Consejo Popular Capdevila 1, del municipio Boyeros, es una de las zonas periféricas de la capital que el Gobierno pretende urbanizar, con el propósito de reducir los graves problemas de vivienda que afronta la Isla desde hace décadas.

Alejada del centro de la ciudad, esta zona fue habilitada, en principio, por la Oficina del Historiador de La Habana, para reubicar a los ciudadanos residentes en el Casco Histórico que perdieron sus viviendas por derrumbes o expropiaciones del Gobierno.

Conocida también como "las casitas de Eusebio Leal", a esta nueva barriada, que aún se encuentra en proceso de concluir su pavimentación y señalización, la llaman "La Poliespuma" por el sistema constructivo implementado, llamado Cassaforma.

"La gente comenta que estos biplantas son hechos nada más que de poliespuma, pero estas construcciones son resistentes y se utilizan técnicas modernas", dijo Idalia, una residente que perdió su vivienda en un derrumbe.

"Fíjate si estas paredes son compactas, que para colgar un cuadro o espejo tienes que utilizar un taladro. Además, son bastante frescas; los ingenieros nos dijeron que los materiales utilizados también funcionan como aislante térmico y sonoro, y todo se construye en un santiamén. Al principio teníamos recelos de reubicarnos aquí porque es bastante lejos, pero ahora estamos contentos, la verdad", añadió.

"Los apartamentos son un poco pequeños y quizá el interior está mal distribuido, pero algo es mejor que nada", afirmó Román, quién vivió 10 años en un albergue. "El barrio va a crecer porque siguen construyendo más edificios".

Según explicó Leonel G. Rodríguez, arquitecto que ejerce en el sector privado, el sistema constructivo Cassaforma que ejecuta la empresa Cassaforma Mediterráneo S.A., utiliza paneles con núcleo de poliestireno expandido, que conjuga versatilidad, ductilidad y monolitismo.

"Para los muros, los entrepisos y las cubiertas se refuerza con mortero estructural de arena con cemento y hormigón de gravilla. Los paneles se recubren con unas mallas de acero electrosoldadas y galvanizadas que resisten la agresividad del ambiente. Las paredes de carga se completan con la proyección de mortero estructural mediante un compresor de aire. Si se utilizan las dosificaciones de materiales indicadas y se respetan las especificidades del productor, estas construcciones llegan a tener una vida útil de 50 años", afirmó Rodríguez.

"Pero no puedes hacer reparaciones o modificaciones", expresó con preocupación Ciro, otro ciudadano reubicado por haber sido afectado también por un derrumbe.

"¿Quiénes vendrán y cada cuánto tiempo para el mantenimiento de estos edificios? No quiero sonar malagradecido, pero ¿esos materiales modernos estarán disponibles para la gente cuando por algún motivo tengan que hacer reparaciones? Espero, además, que los nuevos edificios sean un poco más bonitos y menos repetitivo para darle más vida al barrio".

Aunque algunos residentes, arquitectos e ingenieros concuerdan en la durabilidad del sistema Cassaforma, otros coinciden con la preocupación de Ciro.

"El dilema no está en si el sistema constructivo es moderno, si el diseño arquitectónico puede ser mucho más atractivo, o en si los productores de los materiales garantizan la vida útil de las viviendas", dijo Madelin Silva, técnica en construcción civil.

"El problema es si quienes ejecutan estas obras cumplen con los requerimientos dispuestos. No olvidemos aquellas 'casas de bajo costo', construidas durante el Período Especial. A causa de la corrupción y del desvío de materiales, esas construcciones apenas fueron habitables para los primeros cinco años de explotación. Tuvieron que ser prácticamente reconstruidas y rediseñadas por sus propietarios".

"Por otro lado", agregó Raudel, otro vecino del barrio La Poliespuma, "los ciudadanos afectados por derrumbes en el Casco Histórico vivíamos en una zona focalizada y quizás por ello nuestros casos fueron resueltos con más diligencia que otros. Pero si dentro de cinco o 10 años estas casas se afectaran por equis motivos, entonces pasaríamos a ser un problema de la dirección de Vivienda de Boyeros. Es decir, tendremos un problema para el resto de la vida", concluyó.

Fuentes en el Consejo de la Administración Municipal (CAM) de Boyeros que pidieron no ser identificadas aseguraron que "este moderno sistema constructivo que abarata los costos al país" se seguirá implementando en otras zonas.

Agregaron los funcionarios que, "tanto la empresa ejecutora de las obras como directivos de la Defensa Civil del territorio, garantizan que el sistema Cassaforma es resistente a las acciones dinámicas de vientos, sismos y objetos volantes durante los huracanes".

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