viernes, 28 de diciembre de 2018

En defensa de las navidades.

Por Esteban Fernández.

Cumplimos otra jornada en defensa de las Navidades, porque me parece que ya todo el mundo lo sabe que existen fuerzas descomunales tratando de destruirlo todo en los Estados Unidos. Y no existen dudas de que dentro de los principales objetivos que intentan barrer del mapa están las Navidades.

Desde hace rato vienen, poco a poco, disimuladamente al principio y a lo descarado al final, huyéndole a desearle a nadie UNAS FELICES NAVIDADES.

Al principio no me daba cuenta de la mala intención de algunos. Pero esta semana les respondí incómodo: ¡Me dicen Merry Christmas o no me deseen nada! A veces, hasta pena me produce este exabrupto, porque muchos lo que hacen es seguirle la corriente a esta nueva costumbre que parece estar de moda del “políticamente correcto”.

Porque tal parece que algunos no saben que esto es parte de una tremenda conspiración encaminada a acabar con las instituciones, con la moral, con la decencia y con todo, para implantar en este país y en el mundo entero un gobierno universal, despótico y omnipotente.

Aquí quieren acabar con la religión, con las Fuerzas Armadas, con la C.I.A., con la policía, con el Senado, con el Congreso, con las leyes, y con todo lo que se les ponga enfrente en la creación de un Estado ateo, como el que nosotros sufrimos en Cuba y ahora padecen los venezolanos, los nicaragüenses, los bolivianos, los peruanos… y la bola pica y se extiende si no podemos capturarla.

¿Saben ustedes, por ejemplo, que en casi ningún lugar público quisieron que junto al árbol de Navidad pongan un pesebre ni nada que represente el nacimiento del niño Jesús? Y cuidado, porque también quieren eliminar la costumbre de poner el arbolito y hasta con la de Santa Claus con su trineo y sus venados. Además: ¿Es idea mía o cada día se ven menos luces y foquitos de colores alusivos a la época navideña?

Muy pocos son los que comentaron una vez mas por la televisión sobre qué es lo que celebramos el día de ayer 25 de Diciembre. A veces me parece que desean que los niños simplemente crean que es un día que no tienen que ir al colegio y los adultos una fecha en que no tienen que trabajar y les pagan. Ya en los colegios públicos no se puede ni rezar un Padre Nuestro. Tal parece que muchos quieren ver aquí a los muchachitos vestidos de pioneros y Camilitos.

Algunas tiendas de ropas de nuevo evitaron poner en las vidrieras las sagradas palabras FELIZ NAVIDAD. Y yo, si no pusieron bien claro y contundente un letrero que dijera Feliz Navidad en la entrada del negocio, no me gasté ni un centavo allí. ¡Qué les vendan a otros y no a mí!

No sé lo que ustedes piensan, pero yo opino que debemos salirle al paso a esto, debemos defender las Navidades y no permitir que se tergiverse el verdadero motivo de celebración, parar en seco a los enemigos, aclararle las cosas al ignorante y a aquellos que no acaben de ver el gran peligro que nos acecha.

La verdad es que me resulta algo increíble, inverosímil, que tengamos que estar defendiendo a Jesús, a Dios, a la religión cristiana, a los Estados Unidos y a todas las naciones libres del mundo. ¡Cómo si no fuera suficiente la lucha contra el castro-comunismo!

Y quiero dejar sentado que tuvimos dos buenos aliados: Fox News y el presidente Donald Trump.
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