jueves, 13 de diciembre de 2018

Las asquerosas y exorbitantes ofertas de un supermercado en La Habana.

Por Henry Chirinos.

En el supermercado Galerias Paseo de La Habana había orine en el piso

Los supermercados y centros comerciales en La Habana parece ir de mal en peor. La escasez, los precios exorbitantes y el mal estado de los establecimientos, son algunas de las “opciones” que tienen los cubanos al momento de salir de compras.

Los alimentos de primera necesidad son lo que más escasean debido a la alta demanda. Grandes cadenas que en antaño expendían cantidades considerables de comida, hoy se ven mermadas al punto de la destrucción.

Ese es el caso de Galerías Paseo, que en otrora fungió cono un centro comercial de referencia en la capital cubana.

La instalación, ubicada en el Vedado, recibe duras críticas de quienes la visitan, no solo por los exorbitantes precios en que se comercializan los productos, sino también por el mal estado en que se conservan los mismos.

Un olor desagradable puede percibirse al cruzar sus puertas, mientras las paredes humedecidas y el techo oscuro te dan la bienvenida.

Charcos de orine y de otros líquidos engalanan el suelo, o al menos así lo describe Humberto Javier Gómez, periodista de Radio Habana Cuba.

"Mi paseo por el mercado fue tan vertiginoso como sorprendente. El olor desagradable del local hacía imposible permanecer allí más de 5 minutos y el desorden de ver productos tirados en el suelo y un estado de higiene y limpieza terrible me hacían recordar las películas de zombies en las que se saquean los supermercados buscando comida para sobrevivir."

El comunicador indicó que el hedor era propio del orine, a pesar de que había alimentos siendo vendidos.

Criticó también los altos precios de varios de los alimentos, entre ellos una variante de pescado que, según cuenta, se comercializaba a 67 CUC.

"Los precios de alimentos que jamás compraré eran tan elevados que no sabía si reírme o morirme a carcajadas. Nunca triste, entendí que realmente esos productos están allí como los maniquíes de la JLo del tercer piso. Solos, abandonados, congelados en el tiempo hasta ponerse verdes. Siento que hablo por todos cuando digo que nadie se va a comprar un pescado en 67 CUC. Además, aquello parecía una claria envuelta en hielo y retráctil."

Las críticas del periodista solo deja en evidencia las malas políticas del régimen cubano, que ha obligado a los comercios a recortar gastos a niveles inimaginables con tal de no cerrar sus puertas.

A la notable escasez de alimentos y otros productos de primera necesidad y el mal momento del transporte público se suma el descontento generalizado de la población y los reclamos de varios sectores del “cuentapropismo”, quienes exigen mejores condiciones para el desarrollo de la empresa privada en la isla.
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