miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mano dura con los dirigentes “ineficientes” y “mentirosos”.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció el sábado 18 de diciembre, una política de mano dura contra dirigentes "ineficientes" y "mentirosos", al anunciar la renuncia de tres miembros del selecto buró político del Partido Comunista (PCC, único en el país).

Castro dijo que a la ex ministra de Industria Básica, Yadira García, al ex titular de Transporte, Jorge Luis Sierra, y a Pedro Sáez, primer secretario del PCC en la ciudad de La Habana, se les pidió la renuncia a sus cargos en el Buró Político y el Comité Central del partido, así como la condición de diputado y sus puestos en el gobierno.

"Si así hemos procedido con tres altos dirigentes, sépase que esta es la línea que seguirá el partido y el gobierno con todos los cuadros. Mayor exigencia, a la vez que adoptaremos las medidas disciplinarias pertinentes cuando se detecten transgresiones de lo establecido", señaló.

En su discurso de clausura de la sesión anual del Parlamento, Raúl Castro descartó la "corrupción" en alguno de los tres casos, por lo que los tres conservaron su condición de militantes del PCC.

Según el mandatario, García, de 55 años, realizó "un pésimo trabajo frente al ministerio" en particular "en el débil control de los recursos destinados al proceso inversionista, propiciando el derroche".

A Sierra, de 49 años, quien también era miembro del secretariado del PCC y vicepresidente, se le pidió la renuncia "por tomarse atribuciones que no le correspondían y que lo condujeron a serios errores de dirección", mientras que Sáez, de 57 años, "infringió normas del trabajo partidista".

"En el plano personal, los tres seguirán siendo mis amigos, pero yo sólo tengo compromisos con el pueblo y muy especialmente con los caídos" en más de medio siglo de revolución, manifestó Raúl Castro.

También fustigó a los funcionarios que alteran informes y "caen en la mentira inconscientemente", llevando al gobierno a "decisiones erradas".

"Quien así actúa, también miente y sea quien sea, debe ser removido y no temporalmente del cargo que ocupa, y después del análisis de los organismos correspondientes, también separado de las filas del partido", si es militante, apuntó.

Desde 2006, cuando sustituyó a su hermano Fidel en el gobierno, Raúl Castro ha separado de sus cargos a una treintena de dirigentes, entre ellos al vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque.

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