El ministro de Economía criticó el miércoles la situación de la economía cubana ante varios centenares de diputados reunidos para la última sesión parlamentaria de cara a un importante Congreso del Partido Comunista.
El presidente Raúl Castro encabezó la plenaria de los legisladores. No fue invitada la prensa extranjera ni los diplomáticos _algo inusual_, pero la televisión de corte estatal mostró un resumen de las intervenciones.
El ministro Marino Murillo se refirió con lenguaje franco y sin matices a los difíciles problemas económicos que atraviesa la isla, criticando duramente ineficiencias y la falta de coordinación que golpearon la situación financiera.
Un ejemplo fue la falta de producción de níquel, uno de los principales productos de exportación del país: el precio mundial creció más de lo previsto por Cuba, pero la isla no tenía más para vender. Por ello perdió 120 millones de dólares, dijo el ministro.
En este sentido también mencionó al azúcar, pues si se hubieran producido más toneladas se habría obtenido entre 60 y 65 millones de dólares más, agregó el funcionario.
"Hubo productos exportables nuestros, que tuvieron los precios un comportamiento por encima de lo que planeamos... sin embargo, las producciones físicas no se lograron", manifestó Murillo.
El ministro pintó un panorama realista a los legisladores, asegurando que la exportación creció en más de un 40%, pero lamentando episodios como el del níquel o el azúcar.
"A nosotros nos falta en la conducción de la economía análisis e integralidad en los análisis, y esto es válido para todos los organismos", expresó pocos minutos antes de que Castro pidiera un aplauso para el funcionario.
Igualmente habló de las deficiencias en el proceso de invertir los recursos del Estado, la falta de control o la escasa producción de alimentos como los vitales arroz, frijoles y carne de puerco _vendidos a precios subsidiados a la población_, lo cual obligó a Cuba a gastar unos 63 millones de dólares más para abastecer a su población con ellos.
También se mostró satisfecho por la construcción de 32.000 viviendas, pero comentó que hay deficiencias para la edificación.
No se informó sobre el crecimiento de la isla, pero un reporte de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que toma sólo estadísticas oficiales, reportó esta misma semana un crecimiento de 1,9% para Cuba en el 2010.
Esta es la segunda sesión plenaria y última del año, precedida por la de julio, cuando Raúl Castro anunció una "actualización" del modelo en la isla de sistema socialista y que dará más espacio a las actividades al margen del Estado como pequeños productores y trabajadores por cuenta propia.
El mandatario reconoció en esa oportunidad la necesidad de imponer un ajuste en el mercado laboral, cerrando medio millón de plazas en dependencias oficiales antes del primer trimestre del 2011 y ofreciendo licencias para el trabajo independiente bajo un esquema de fuertes tributos.
En ese marco pocas semanas después, en noviembre, el mandatario convocó para abril del año entrante al VI Congreso del PCC _según los estatutos el foro debía haberse realizado en el 2002_ con el objetivo de discutir solamente cuál será el camino económico que tomará el país.
Precisamente se espera que los diputados, miembros o no del Partido, discutan el documento de base del Congreso que contiene temas sensibles en el modelo cubano.
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