martes, 6 de julio de 2010

Carlos Alberto Montaner: "El corazón de la izquierda española está con las dictaduras".

Montaner ha pasado por "La Linterna" de la COPE y, entre otras cosas, ha comentado el hecho de que Moratinos viaje hacia Cuba precisamente a pocos días de finalizar la presidencia española de la UE: "Hay una especie de empeño un tanto maniático de Moratinos de tratar de solucionar un problema. No está pensando tanto en los demócratas cubanos sino en solucionar un problema al Gobierno cubano, lo que no se demuestra en esta visita, cosa que hay que agradecer, pero sí se demuestra en la constante insistencia en que la UE elimine la posición común, que son las presiones políticas sobre la dictadura para tratar de conseguir que el Gobierno cubano no maltrate a los disidentes".

El escritor también ha hablado sobre el fracaso de Zapatero y de Moratinos al no lograr que la UE cambie su posición: "Porque no tienen razón la cancillería española. Lo que me dicen algunos funcinarios de la cancillería es que lo que se está haciendo es un disparate desde el punto de vista de los objetivos diplomáticos de España y, además, una falta total de solidaridad con los demócratas. Moratinos nunca tiene en cuenta a los demócratas de la oposición, y papel es tratar de ayudar a salir a la dictadura de un problema, a mejorar su imagen, que es una postura absurda".

Por ello, Montaner ha resaltado que todos los países son muy firmes sobre el apoyo a lograr una democracia en Cuba, excepto España, que apoya a la dictadura: "Es algo que no se explica nadie". Como conclusión de todo ello, ha asegurado que "ha sido una oportunidad perdida como consecuencia de la posición de Moratinos".

Sobre la gestión de la Iglesia en Cuba, el disidente ha afirmado que "está muy bien que la Iglesia haga lo que hace, defender a los perseguidos y es parte de su tradición".

Por último, Montaner ha explicado que el "progresismo" y los "progresistas" deberían sentir un profundo desprecio hacia la dictadura cubana porque es el país que más se atrasa: "Que los llamados progresistas apoyen a una dicutadura donde no sólo no hay derechos ni respeto por las libertades individuales hace que piense que el corazón real de la izquierda española está no con las democracias, sino con las dictaduras, y la prueba es que llevan 50 años defendiendo ese sistema, y en eso no han variado ni un milímetro su posición".
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