jueves, 22 de abril de 2010

El truquito del comunismo (ii).

Por Arnaldo M. Fernández.

La versión más espectacular proviene de Salvador Díaz-Versón (1905-1982), quien se adelantó al montaje del Partido Comunista en Cuba (agosto 16, 1925) fundando la Liga Anticomunista (mayo 14, 1925) en la Universidad de La Habana. Para 1959 tenía 250 mil fichas de comunistas y 943 expedientes personales, entre ellos uno de 269 páginas sobre Fidel Castro, a quien Díaz-Versón había detectado en 1943 entre los visitantes de la casa de Gomer Bashirov (Segunda Avenida # 6, Miramar), quien usaba disfraz diplomático soviético para vincular jóvenes cubanos a la causa del comunismo.

Díaz-Versón enlistó otros visitantes, como Baudilio Castellanos, Raúl Valdés Vivó, Antonio Núñez Jiménez, Alicia Alonso, Walterio Carbonell y Alfredo Guevara. Este último tomaría parte junto a Castro en El Bogotazo (abril 9-11, 1948), que habría marcado su bautismo como instigador y organizador de "insurrecciones comunistas". Guevara seguiría el compás viajando a entrenarse en Checoslovaquia. Díaz-Versón alega haber interceptado una carta que Castro remitió a un tal Abelardo Adán García en Praga, la cual explica que no había ido porque estaba "reservado para mayores esfuerzos y no debo 'quemarme' viajando ahora. Ellos tienen un plan, en el cual yo seré el eje…"

Solo que esta carta y demás pruebas documentales atesoradas por Díaz-Versón en su dossier sobre Castro fueron escamoteadas (enero 23, 1959) en acción de comandos enviados por Che Guevara desde La Cabaña a la sede de la Liga Anticomunista (Avenida G # 558, Vedado), presuntamente tras haber revelado Adolfo Rivero Caro que aquel dossier se hallaba entre los papeles de Díaz-Versón. Y esto nos lleva a re-examinar el asunto con apoyo en fuentes documentales tangibles.
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