lunes, 19 de abril de 2010

Muere el último de los mohicanos: Carlos Franqui.

Por Juan Vives.

Casi en la indiferencia general muere el último de los testigos de las luchas sociales en Cuba y la memoria de la revolución, el destacado hombre de acción e intelectual comprometido en la lucha contra la dictadura cubana: Carlos Franqui.

Franqui de orígen humilde,obtiene una beca y logra estudiar e integrar el casi exclusivo sésamo de los becarios de aquella época.

Milita en en PSP (Partido Socialista Popular, partido comunista), se involucra en las luchas sindicales, sobre todo del sector agrícola, pero bien pronto abandona el partido por la intolerancia y el servilismo del partido hacia Stalín, y sus discusiones con Blas Roca y Carlos Rafael Rodríguez .

Integrado a diferentes movimientos sociales y de luchas sociales, se le encuentra como participante en la sonada invasión de Cayo Confites conjuntamente con Fidel Castro; operación poco gloriosa de aquella época republicana.

Fue uno de los militantes históricos del partido ortodoxo y figura activa de las luchas populares contra los regímenes dictatoriales de Cuba republicana, republicana sólo de nombre.

Por sus actividades contra Batista cayó preso y fue torturado en varias ocasiones; se vió obligado a partir al exilio en México, posteriormente a E.U. desde donde Fidel le pide  "que suba a la Sierra Maestra".

En La Sierra funda el periódico clandestino Sierra Maestra, pero sobre todo es el creador de Radio Rebelde, el principal órgano de propaganda de los insurgentes.

En los primeros tiempos de la revolución triunfante crea con Guillermo Cabrera Infante el suplemento periodístico Lunes de Revolución; aquellos intelectuales apoyaron la orgía de sangre de unos "barbudos" revanchistas con títulos de cinco columnas y a la una lanzaban sus gritos de venganza: ¡PAREDON!

El baño de sangre fue horrible, juicios sumarios en donde la palabra defensa no existía.. Él y su compinches apoyaron esta campaña a lo Robespierre que tanto dolor causó a la familia cubana.

Contrariamente, su compadre Guillermo Cabrera Infante si era comunista convencido como su hermano Sabá que reinaba en el ICAIC. Los Cabrera Infante bien pronto se desencantaron del proceso, así como Carlos Franqui y todos fueron apartados de las esferas de poder.

Franqui vuelve a la escena política y es gracias a Fidel, cuando organiza el famoso Salón de Mayo francés en la Habana, en el que se dieron cita la crema de los intelectuales europeos en 1967. Ese fue el canto del cisne como revolucionario de Carlos Franqui, que al año siguiente se va a Italia y posteriormente se opone abiertamente contra Fidel y el socialismo cubano.

Indiscutiblemente su trabajo como intelectual fue prolijo con diferentes libros y artículos, pero los primeros años y sus campañas periodísticas con Cabrera Infante incitando a los fusilamientos nunca fue olvidada.Tanto el uno como el otro, a pesar de ser eminentes intelectuales y muy buenos escritores, jamás pudieron integrarse dentro del marco de la oposición cubana en el exilio.

De la vieja Italia vino a instalarse en Puerto Rico en 1990; la nostalgia del Caribe fue más fuerte que sus añoranzas caribeñas. Cabrera Infante también vagabundeó para terminar instalándose en Inglaterra.

Otro de aquellos hombres comprometidos con el régimen y su orgía de sangre se instaló el Miami, el ex comandante Hubert Matos, al que el exilio histórico no le olvidó sus atrocidades cuando fusilaba a  "tutiplen" cuando era era gobernador militar de la provincia de Camagüey.

El exilio cubano, como todos los exilios políticos son extremamente heterogéneos, los batistianos, los siquitrillados, los ex presos políticos, los económicos y la última redada de los que fueron y que hace poco cruzaron nuestro Jordán y se limpiaron de todos los pecados, nuestro Estrecho de La Florida..

Con la muerte de Carlos Franqui desaparece el último testigo en el exilio viviente de un pueblo en lucha, tanto de un lado como del otro.
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