sábado, 9 de julio de 2011

Desfiles sobre las ruinas de Cuba.

No ha comenzado el mes de abril, el invierno este año se ha alargado, los días son frescos y claros

Las tardes agradables, el hombre desciende del ómnibus cuando ya casi ha oscurecido, hace un gesto de cansancio y cierra la puerta con fastidio.¿ Que, mucho trabajo? le digo, mientras le tiendo la mano para saludarle, no es fácil, contesta, esta frase se ha hecho popular entre los cubanos, no por las dificultades exactamente, sino por lo denigrante en las soluciones, lo desabrido del diario, en trabajos cuyo remuneración no alcanza para las dos primeras semanas de sustento y los trabajadores se ven casi obligados a deshonrarse para apenas sostener a sus familias, no es fácil, repite la palabra como regurgitada de una vorágines de insatisfacciones putrefactas por la impotencia, mueve la cabeza de un lado para otro denotando la incomprensión del soliloquio que parece martirizarlo, sabes, ahora estamos en las practicas para el desfile del 17 de abril, por lo de Girón,¿ como es eso, tan temprano han comenzado? Le expreso, con aparente asombro, para sacarle algún detalle mas, pues de sobra conozco de lo que es capaz la dictadura para confundir y seguir dando al mundo una imagen diferente de, a lo que en realidad han convertido a Cuba. Si, tres veces por semana, recogemos personal de distintos lugares la mayor parte militares y los llevamos a la autopista allí esperamos, cuando terminan los regresamos,¡ como se botan recursos en este país! comenta. Nadie responde por ellos; le digo ¿Cuántos ómnibus crees que hallan movilizados, 50? Que va, te quedas corto, hay mas de cien. Hago un gesto de fastidio, mientras murmuro en una exclamación de dolor, pobre pueblo, miro el rostro agotado del hombre y la compasión da punto final al dialogo, mas tarde veo en el noticiero, que no solo es lo antes expuesto, también se modifican viejas y obsoletas técnicas de combates, se reparan vías para las cuales antes no existían recursos y otros menesteres.

El estado o el pueblo mejor dicho, esta en una de sus peores crisis(las crisis, del pueblo el estado no las sufre) y el gobierno emplea los pocos recursos del pueblo para un demagógico desfile, mas de cien ómnibus y otros vehículos de cobertura, además de fuerza laboral, un aproximado de 4.000 litros de combustible diario, en la semana 12.000 mil sin contar los que van a parar producto del desajuste al mercado negro; los demás gastos fruto de la corrupción son insospechados. Mientras esto sucede decenas do toneladas de productos agropecuarios no pueden trasladarse al consumo de la población, cientos de niños reciben en las escuelas por almuerzo y muchos también cubriendo el desayuno faltante en casa, una merienda de mendigos, un pancito de pésima calidad, con embutido de tercera y un vaso de yogur de soya, centenas de familias viven en albergues en pésimas condiciones de hacinamiento y otras necesitan una vivienda, los hospitales precisan reparación y reabastecimiento, los productos hasta ahora subsidiados por el estado y las asistencias sociales se ven reducidas al mínimo, esto, sin aumentar los salarios a lo justo, miles de obreros se ven obligados a formar parte de la aventura del cuentapropismo y otros han sido o serán expulsados de sus centros de trabajo según las declaraciones del propio gobierno, casi todos pasando a formar parte de las fuerzas no vinculadas directamente a la producción haciéndose intermediarios sociales, clase social engendrada por el sistema que transita errante y desorientada en la incertidumbre .

Estos costosos desfiles basados en el fraude político donde y por sutiles disimiles y morbosas formulas el pueblo esta obligado a participar, son una característica esencial de las dictaduras totalitarias, que no responden nunca por los recursos dilapidados pertenecientes al desposeído pueblo, uno el 17 de a Abril otro el 1ro de Mayo, escuelas enteras trasladadas de un lado para otro, no asistir a un estudiante o un trabajador le puede costar desde una sanción hasta la expulsión, el cambio de sus sueños, por una siniestra y desagradable pesadilla. A la dictadura no le preocupan los gastos, las necesidades del pueblo quedan como subproducto de las egolatrías del estado, están planificadas para las sobras del poder. El culto al presidente y al estado como tarea principal tratando de demostrar al mundo la Cuba que no existe. CUIDADO AMERICA, CUBA ES UNA TRAMPA.
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