lunes, 9 de mayo de 2016

Ileana de la Guardia: “El fusilamiento de mi padre es un shock terrible”.

Por Eduardo Marenco.

Ileana de la Guardia no tiene dudas. En los fusilamientos de su padre, Antonio de la Guardia, y del General Arnaldo Ochoa, hay un claro mensaje por parte de Fidel Castro. Este es: “Aplastar cualquier expresión de rebeldía o de disidencia ideológica”, sobre todo si viene del sector de las fuerzas armadas

Ileana de la Guardia recuerda con exactitud de reloj suizo el itinerario militar de su padre, el Coronel Antonio de la Guardia, del Ministerio del Interior de Cuba (Minint). Como una manera de rescatar su memoria, se dedicó a investigar las múltiples operaciones de inteligencia en las que participó, obedeciendo las órdenes de Fidel Castro.

Su hoja conspirativa es sorprendente. Entre otras misiones, “Tony” de la Guardia se encargaría de depositar en Suiza, la suma de 60 millones de dólares que obtuvieron los Montoneros, de Argentina, en 1975, producto del pago del rescate por el secuestro de los hermanos Born.

Posteriormente, en plena guerra civil, sacó del Líbano un valioso tesoro compuesto de joyas y piezas de oro, que estaba en manos de los palestinos, vía Siria, hasta su destino final en Checoslovaquia.

Luego, Antonio de la Guardia combatió en la guerrilla sandinista del Frente Sur, en julio de 1979, asegurando a la vez la logística que llegaba vía La Habana.

En esta segunda y última entrega, Ileana de la Guardia detalla más interioridades del juicio, las verdaderas intenciones de Fidel Castro y la decepción que sufrieron en lo personal, por parte del escritor colombiano Gabriel García Márquez (Gabo).

- Ileana, se dice que los reos estaban narcotizados durante el juicio, ¿Les consta algo de esto?

“Quien veía el estado físico en que estaba mi padre la noche anterior al inicio del juicio, y no sabía los métodos de tortura psicológica que le habían aplicado, cuando lo veían podían pensar que estaba completamente drogado, debido a la situación de extremo cansancio en la que se encontraba.

“Tenía perdida la mirada y hubo momentos en que se ponía a llorar en el juicio. Hay que tener encuenta el método demantenerlo quince días encerrado y durante el proceso mismo, todos estuvieron igualmente incomunicados.

“Nosotros estábamos en el ala derecha del salón, en la esquina de cada fila había oficiales vestidos de civil, mujeres, que cada vez que un familiar se ponía a llorar, ellas asistían para calmarlos”.

- ¿Cómo fue el momento en que se producen las sentencias de pena de muerte?

“Fue un momento muy fuerte, porque todos los familiares tenían la visión de que los procesados serían encarcelados, pero lo que no estaba en nuestra perspectiva era lo de los fusilamientos, eso nadie lo imaginaba, nos cogió de sorpresa y fue un shock terrible. Muchas de las mujeres de los condenados le gritaron cantidad de cosas al fiscal, salimos del salón, fue terrible. En la mayoría de las personas se produjo un temor de acercarse a nuestra familia”.

- ¿Ustedes trataron de gestionar que revocaran la pena de muerte?

“Nosotros tratamos de hacer lo máximo a nivel de relaciones que podían influir sobre Fidel Castro. Mi abuela escribió una carta al Papa y éste respondió pidiendo clemencia. No funcionó. Nosotros fuimos a ver a Gabriel García Márquez a la casa número 35 de protocolo donde vivía. Le pedimos que hiciera algo”.

- ¿Qué respondió García Márquez?

“García Márquez nos dijo que no nos preocupáramos, que no viéramos a derechos humanos, ni a los medios de prensa, ya que sería peor para ellos, que confiáramos en las gestiones personales de él, que él hablaría con Fidel Castro para convencerlo, que esos fusilamientos no los querían ni los amigos ni los enemigos, que él antes de su viaje hablaría con él. El se fue de viaje, vino el Consejo de Estado y Fidel ratificó las condenas.

“Cuando García Márquez va a España dice que los fusilamientos son un problema entre militares y que no tiene por qué meterse y se lamenta por Fidel, que ha estado muy preocupado por ese problema. En ningún momento tuvo una oposición crítica hacia los fusilamientos, sino que trató de justificarlos”.

- ¿Por qué cree que son sentenciados a pena de muerte en lugar de ser encarcelados?

“Yo creo que Fidel Castro no acepta que hayan personas que estén con posiciones divergentes a las de él. Y aceptará menos esta situación al tratarse de miembros cercanos a él y de miembros del Ejército con honores, porque lo considera una traición personal a su figura. Es decir, que el héroe de la República, General de Ejército (Arnaldo Ochoa), cuestione el sistema sociopolítico de Cuba, cuestione a Fidel Castro y en alguna ocasión haya dicho que está loco, para él es inaceptable.

“A Fidel Castro, en su última intervención, se le ve mucha furia, a pesar de que a Ochoa lo va a fusilar y de que tiene a su víctima bajo sus garras. A pesar de que en cualquier momento Ochoa desaparecerá físicamente, Fidel Castro pasa una hora descalificándolo como militar, está furioso y fuera de sí, hasta se contradice en fechas. Con los jimagua (gemelos), con Patricio y Tony, tiene una actitud igual, dijo hasta que no los conocía.

Fue tan irregular el proceso desde el punto de vista legal, que los fiscales y los jueces fueron anónimos, nombrados por él. El grupo de trabajo de la OEA declaró arbitraria la detención de los procesados que están vivos actualmente, y en consecuencia, solicitó al gobierno de Cuba, que tome las medidas necesarias para remediar esta situación conforme a los principios de la Declaración de Derechos del Hombre”.

- ¿Cree usted que Fidel Castro temía a un golpe de Estado en aquel momento o temía a los liderazgos de Ochoa y Tony de la Guardia?

“Yo creo que Fidel Castro trata siempre de prevenir cualquier situación política que se vaya de su control. De lo único que tengo evidencias es que había una inconformidad política muy grande dentro de la esfera de poder. La cantidad de militares que además de Ochoa, Patricio y Tony pensaban en una transición política en Cuba; no puedo decirlo exactamente, pero creo que era grande, y eso le debió afectar a Fidel Castro.

“Y desde el punto de vista de dirigentes civiles tampoco sé si había más, pero Fidel Castro demuestra que tiene un miedo enorme de perder el poder y la medida para erradicar y dar lecciones a su alrededor es el fusilamiento, eso para mí es muy evidente”.

- ¿En qué estado se encuentra hoy su tío Patricio de la Guardia?

“El se encuentra recluido en una unidad militar de la inteligencia del Ministerio del Interior, sabemos que está solo, el fin de semana lo llevan a estar con su mamá, en casa de mis abuelos. La situación es muy difícil porque todo el tiempo le están diciendo que si él está preso es por culpa mía, porque he hablado a los medios, lo cual sabemos no es así.

“Es una medida para culparme a mí por el hecho de que yo he denunciado las irregularidades del proceso. A estas alturas piensan que todavía pueden callarme. Lo tienen con mucha tensión porque para todo le dicen que seguirá preso. El sabe, conoce el sistema y está en manos de un hombre que tiene todo el poder para decidir lo que quiera en torno a él, es un rehén sin leyes a su favor”.

- ¿Cómo era la relación de los hermanos de la Guardia y Ochoa con Fidel Castro?

“La relación de Ochoa con Fidel Castro es diferente a la de Patricio y Tony. Ochoa era miembro de las Fuerzas Armadas y Patricio y Tony eran miembros del Ministerio del Interior. Ochoa conoce a Raúl y Fidel desde la Sierra Maestra y había una confianza muy grande desde hace mucho tiempo entre ellos.

“Ochoa pensó que podía confiar en ellos y tener la suficiente amistad para decir lo que pensaba. Por eso nunca creyó que lo iban a fusilar.

“Por otra parte, Fidel Castro había depositado su confianza en mi padre para operaciones sensibles. Todo esto les hizo pensar que Fidel no los iba a fusilar, la ingenuidad los lleva a cometer los errores de hablar, no previeron lo que les podía pasar”.

- ¿Usted cree que Fidel Castro nunca estuvo enterado de estas operaciones de narcotráfico?

“MC, el departamento que dirigía mi papá, no es la única institución que ha estado vinculada al narcotráfico. Cómo decirte, el narcotráfico en Cuba, la relación de las altas esferas con el narcotráfico, viene de mucho antes que mi padre tuviera que ver con MC.

“El gobierno cubano ha estado vinculado a las operaciones de narcotráfico desde mucho antes, según algunas denuncias. Fidel Castro usó las operaciones de narcotráfico para quitárselos de arriba y así eliminó otras acusaciones endosándoselas a estos individuos, lo cual es beneficio doble para Fidel Castro. Yo no he parado de denunciar esta situación”.

- ¿Usted presenció el fusilamiento de su padre?

“No. Fue en una unidad militar de Baracoa, los familiares lo único que recibimos fue un telegrama diciendo que Antonio de la Guardia había sido ejecutado y ponían a la persona sin profesión, status civil desconocido, como para que quedara en los registros de la historia que esta persona no fue ni militar ni nadie. Es increíble”.

El recorrido militar, conspirativo, de Antonio “Tony” de la Guardia inicia en 1964, cuando se organiza en Cuba el primer grupo de operaciones especiales que se entrenará en Pinar del Río.

Este grupo dio origen a las Tropas Especiales del Ministerio del Interior cubano, que comenzaría a dar entrenamiento a grupos de guerrilleros latinoamericanos. Ahí se establecen los primeros lazos de Antonio de la Guardia con guerrilleros centroamericanos y sudamericanos.

A inicios de 1970, Antonio de la Guardia es uno de los asesores cubanos que se encarga de organizar un servicio especial para la protección del presidente de Chile, Salvador Allende, cuando la Unidad Popular gana las elecciones.

En junio de 1975, Antonio de la Guardia se encarga de llevar personalmente a cuentas cifradas y secretas en Suiza, un total de 60 millones de dólares, producto del pago del rescate por el secuestro de los hermanos argentinos Jorge y Juan Born, por parte de los Montoneros argentinos.

“Fidel Castro depositó toda la confianza en mi padre, para que se encargara de depositar el dinero en Suiza”, dice Ileana de la Guardia.

El dinero producto del secuestro había sido llevado a Cuba, pero Fidel Castro prohíbe entregar el dinero a los Montoneros, mientras no se conviertan en un grupo monolítico guerrillero.

Una de las personas que acompaña a Tony de la Guardia, según su hija, es Max Marambio, “un chileno que maneja las cuentas personales de Fidel probablemente hasta la actualidad”.

Conocido como el “Guatón” (barrigón en jerga chilena) es el primero en ser nombrado jefe de la Corporación Cimex, donde después trabajaría Antonio de la Guardia.

- Al otro lado del mundo

Posteriormente sería enviado al Líbano en plena guerra civil, donde hay varios grupos de liberación palestinos que organizan robos, asaltos a bancos, que necesitan sacar de allí joyas preciosas. La Habana se aliará con el Frente para la Liberación de Palestina, liderada por Georges Habache.

“Todas las piezas de oro, de museo, piedras preciosas, son sacadas por mi padre de Líbano vía Siria, donde Fidel Castro ha instalado fuerzas blindadas de las fuerzas armadas cubanas. Este tesoro es trasladado después a Cuba por medios diplomáticos. El destino final del tesoro será Checoslovaquia. Fidel Castro le pide a mi padre que realice esta operación”, recuerda Ileana de la Guardia.

- Nexo con sandinistas

En 1977 se encarga de infiltrar y luego de sacar ilegalmente a un ex agente de la CIA, Eugenio Rolando Martínez, conocido como “Musculito”.

Posteriormente llevó a cabo también operaciones ilegales comerciales para Fidel Castro, de espionaje y como mensajero de Fidel Castro, durante una ronda de conversaciones con funcionarios de la administración Carter, para “humanizar” el embargo contra Cuba.

En julio de 1979 participó en el apoyo logístico a la guerrilla sandinista del Frente Sur, vía Costa Rica. Posteriormente, al triunfo de la revolución sandinista, asesoró a la conformación de la Seguridad del Estado, que estuvo a cargo de Lenín Cerna y Tomás Borge.

Fue fusilado el 13 de julio de 1989, once años atrás, víctima de un juicio arbitrario e inquisidor.
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