viernes, 14 de abril de 2017

Compraventa de casas, ¿en alza o a la baja?

Por Ernesto Pérez Chang.

La venta de casas en Cuba, entre propietarios particulares, ha disminuido en los últimos meses. Es lo que indican las estadísticas que manejan las instituciones estatales encargadas de regular, en un marco legal, la compra-venta de inmuebles.

Olga Rodríguez, especialista de la Dirección Provincial de Vivienda en La Habana, asegura que, tan solo en la capital, se registra un decrecimiento de cerca del 30 por ciento respecto al año anterior y de casi un 60, al compararlo con las cifras del 2013 y 2014.

Sin embargo, precisa Rodríguez a Cubanet, “las cifras solo indican el comportamiento de lo que sucede en el marco de lo establecido”. Porque “hay otras formas de ventas que se ocultan en donaciones, herencias, desgloses que es difícil comprobar que son propiamente ventas. (…) También se han descubierto fraudes, estafas. Gente que vende y vuelve a vender una propiedad a ingenuos que, tratando de evadir los impuestos o, sencillamente, porque desconocen las leyes, se dejan enredar por delincuentes”, advierte la funcionaria.

José Ramón Falcón, también de la Dirección Provincial de Vivienda, atribuye la caída de las ventas además a otros factores:

“La gran fiebre de ventas ya pasó. Inmediatamente después de la desregulación, todo el mundo se puso a vender, muchos para usar ese dinero para irse (emigrar)”, opina Falcón: “la gente iba mucho a Ecuador, no había tanto control en Panamá, en México. (…) Que quitaran la ley de pies secos pies mojados por supuesto que ha hecho que muchas personas hayan retirado sus cartelitos de ´se vende´. También las propiedades más importantes ya se han vendido, sobre todo a extranjeros que las ponen a nombre de cubanos para negocios, a cubano-americanos, la mayoría. (…) Ten en cuenta que no hay mucho dinero. Eso es un mito de que hay dinero en la calle. (…) Parece que se vende mucho porque la gente ve los letreros por todos lados pero muchos llevan años con esos letreros y no han podido vender”.

Para aquellos que conocen de cerca lo que realmente está sucediendo, debido a que controlan directamente la compraventa de casas. El frenazo se ha producido solo en aquellos lugares donde se han regularizado más los procesos por parte del gobierno.

Edith Cárdenas, abogada convertida en corredora de ventas y permutas por cuenta propia, asegura que no todo se ha comportado de igual modo y comenta sobre su experiencia:

“En Guanabo, Varadero, algunas partes de Miramar, Vedado, casco histórico, todo lo que es zona de playas, las ventas han disminuido porque son zonas de interés económico para el gobierno. Allí no se puede hacer mucho, aunque se hace. Aquí todo se puede hacer con dinero”, opina Edith y agrega: “Él que lo hizo al principio, se salvó porque vendió o compró sin mucho lío. Ahora la cosa se ha ido complicando con las nuevas regulaciones de Planificación Física, de ahí que los precios hayan aumentado. Ya te puedes encontrar propiedades que superan el millón de dólares, los dos millones, cuando antes, hace dos años, esa misma propiedad estaba en 70 mil, 200 mil. La gente vendía desesperada porque parecía que esto se iba a joder o porque la gente tenía buenas casas en buenos lugares pero ni una cucharada de comida en el refrigerador. (…) Ahora hay mucho extranjero comprando, mucha especulación y mucho engaño porque, aunque tú compres, si el gobierno decide que ese lugar es de interés económico, tienes que salir de ahí, y lo que te dan no te alcanza ni para comprarte un apartamento en Alamar. (…) Pero no creo que hayan disminuido las ventas. En los lugares que te dije sí, pero la gente sigue vendiendo y comprando, sobre todo casas pequeñas, cuartos, terrenos, lo que lo hacen por la izquierda”, asegura Edith.

“Hay gente que va al banco, hace las gestiones, paga los impuestos, eso es lo que registran las estadísticas”, explica Noemí, abogada especializada en temas de la vivienda: “Si haces todo el proceso como debe ser, por la ley, pierdes mucho dinero, en un país donde un dólar no es un peso, es una buena parte de tu salario, incluso para los que ganamos un poquito más, por eso la gente usa otros recursos que también están en la ley (…). Por ejemplo, hace unos días, tuve un cliente que vendió la casa de sus padres, en Guanabo, para comprar dos apartamentos. Uno, para ella y su esposo, y otro, para el hijo y la nuera (…). Lo que hicieron fue donar. Eso no queda registrado como una venta, y no escampan los casos como ese. (…) También eso se presta para mucha trampa. A mí ha venido gente que se ha quedado sin nada. Gente que perdieron la propiedad, que le inventaron cualquier papel, gente que ha comprado casas que son usufructo gratuito, extranjeros que pensaban que compraron una casa y los han estafado. (…) Incluso hemos tenido casos de hijitos de papá y mamá que han vendido casas que pertenecen a las FAR, al MININT, se las han vendido a extranjeros y luego han venido a desalojarlos porque ha sido un engaño. Ha habido de todo (…), pero la gente sigue vendiendo y comprando como el primer día”, afirma Noemí.

La compraventa de casas en Cuba estuvo prohibida durante más de cuatro décadas y la mayor parte de las propiedades, de algún modo o de otro, estaban en manos del gobierno, siendo este el único con poder para traspasarla u otorgarla a los moradores.

En la actualidad, las nuevas regulaciones que otorgaron ciertas libertades a los propietarios, no han llegado acompañadas de sistemas institucionales y plataformas confiables a través de las cuales viabilizar las transacciones y procesos legales de una manera acorde con la realidad económica que viven los cubanos, lo cual ha convertido este mercado en un terreno caótico, subrepticio y, en consecuencia, difícil de pronosticar y explorar.

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