viernes, 12 de julio de 2013

8 días que estremecieron la Isla (8)

En Cotorro Castro se encuentra con su hijo Fidelito. Ordena ya al capitán Jorge Enrique Mendoza y su piquete de Radio Rebelde que vayan en marcha forzada hacia Columbia para impedir que otros usaran los micrófonos y altavoces. La caravana llega a la Virgen del Camino y continúa hacia la Avenida del Puerto. Se detiene ante el edificio de la Marina y en un muelle cercano está el yate Granma. Castro lo aborda (Foto © Editoria Abril) y las fragatas José Martí y Máximo Gómez disparan salvas. Sigue al Palacio Presidencial a saludar al presidente que él mismo había designado desde la Sierra Maestra. Se dirige al pueblo: "Entrar en Palacio (…) no me despierta ninguna emoción especial". Se monta en un yipi para tomar por Malecón hasta La Rampa, seguir por Calle 23, atravesar el río Almendares y enrumbar a Columbia. Llegaría a eso de las 8 de la noche, tras evadir la multitud reunida enfrente entrando por la Academia de Arte de San Alejandro y saltando la verja que separaba este local del campamento militar. Al cabo pronunció el discurso que, con aquello de "¿Voy bien, Camilo?" y el episodio impresionante de las palomas blancas, consumaría la apoteosis.
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