lunes, 8 de julio de 2013

Algunos apuntes sobre la orgía sangrienta y de dolor del Castrismo.

Por Pedro Pablo Arencibia.

Durante la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista, en la Sierra Maestra y la Sierra Cristal el Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro fusiló a campesinos y presuntos chivatos en parodias de juicios que no tenían las mínimas garantía procesales y en las que las sentencias ya estaban dictadas antes de comenzar. El Che Guevara llegó a decir que ante la duda de la inocencia o la culpabilidad, se tenía que aplicar el fusilamiento. Esas parodias o mascaradas de juicios siguieron al triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

El Castrismo no sólo ha fusilado a personas inocentes sino también ha fusilado a personas que al ver cerrados por el Castrismo todos los espacios de la lucha política pacífica, utilizaron los mismos métodos violentos que utilizaron los mismos métodos que uso el Castrismo para hacerse del poder por la violencia y por lo que los revolucionarios del M-26-7, y de otras oorganizaciones, recibieron por los Tribunales de Justicia cortas condenas o, después de presentado el recurso de Habeas Corpus, el pago de una fianza para su excarcelación, después de la cual pasaban a la clandestinidad, iban para las montañas o para el Exillio. El caso de los hermanos Castro y los Moncadistas es el ejemplo más elocuente ya que después de usar la premeditación y la nocturnidad para vestidos con uniformes militares de la República (Por cierto: cuando la invasión de Playa Girón, Fidel Castro tuvo la desverguenza de criticar que los aviones de la Brigada 2506 estuvieran pintados como los aviones de la Fuerza Aérea de los Castro) atacar y matar a soldados. Fidel tuvo la más larga condena: 15 años, pero él y todos los Moncadistas no llegaron a cumplir los 2 años en una cómoda prisión política que hasta el propio Fidel calificó de centro vacacional o algo parecido.

Los crímenes o asesinatos de las fuerzas batistianas (durante el régimen de Batista se admitía la lucha política pacífica y hasta estaba representada en el Congreso de la República) contra los revolucionarios no fueron contra personas que querían escapar del país como, por ejemplo, los que fueron asesinados por fuerzas paramilitares Castristas con el hundimiento del remolcador 13 de Marzo el 13 de julio de 1994 ni contra pacíficos opositores pacíficos como Orlando Zapata Tamayo en febrero de 2010 al que se le negó el agua durante 16 días en su huelga de hambre pidiendo de que se le tratara como un ser humano él l y a todos los presos y que cesaran las brutales golpizas.

La diferencia entre ambas dictaduras también es elocuente en lo siguiente: según se lee en el libro oficialista En el último año de aquella República, del autor Ramiro J. Abreu ( ex oficial del MININT y funcionario del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en los años ochenta del pasado siglo XX, años en que fue publicado dicho libro en Cuba), Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Luigi Centoz, que conllevó a una nueva imagen de su régimen y a una posible solución no violenta a la situación política del país. Leemos en sus páginas 81 y 82:

¨… Ya, desde antes, permitió la reestructuración de los partidos políticos de ´oposición´, restableció ´la libertad de prensa ´ y las garantías constitucionales´, y el 10 de marzo dio el indulto a 40 personas. Con el mismo propósito, Batista se deshizo de su Premier, Jorge García Montes, y nombró en ese cargo a su Embajador en Estados Unidos, Emilio Núñez Portuondo, De esta forma, dio paso al llamado gabinete de la concordia, con el cual procuró tener una apariencia de Gobierno flexible con ribetes liberales …¨

En ese libro también se lee, en sus páginas 99 y 100, que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las próximas elecciones junto a los otros partidos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía Castrista este medio siglo, sabemos que la verdadera razón de la negativa de Fidel Castro era que no quería Poder, sino todo el Poder; solamente dejó oficialmente el Poder, a regadientes y poco a poco, cuando estaba al borde de la muerte , designando a su hermano Raúl Castro como su sucesor.
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