jueves, 29 de octubre de 2009

Raul Castro gobierna Cuba como una corporación militar.

Por Pascal Fletcher.

El General de Ejércitos cubano Raúl Castro y sus fuerzas armadas gobiernan Cuba como si fuera una "corporación militar" y el ex dictador Fidel Castro continúa siendo una voz influyente, dijo una experta en un libro publicado el martes. "Without Fidel. A Death Foretold in Miami, Havana and Washington" ("Sin Fidel. Una muerte anunciada en Miami, La Habana y Washington") de la periodista, autora y analista Ann Louise Bardach, explora las circunstancias que rodearon la crisis de salud que puso a Castro al borde de la muerte en el 2006 a raíz de una operación de colon y la transferencia del poder a su hermano menor Raúl Castro el año pasado. Bardach, que ha encontrado a los hermanos Castro en una decena de viajes de investigación a Cuba, dice que la transferencia de poder en febrero del 2008 y la purga de dirigentes del Gobierno en marzo de este año pusieron el futuro inmediato del gobernante Partido Comunista en manos de Raúl Castro, de 78 años. La autora describe en su libro al presidente como "una especie de reformista socialista" equipado con un "imperativo darwiniano de supervivencia", aunque dice que su imagen pública tiene un "indiscutible déficit de carisma" en comparación con su famoso hermano mayor. Bardach dice que Raúl Castro, ex ministro de Defensa apoyado por las poderosas Fuerzas Armadas Revolucionarias y un grupo de veteranos revolucionarios de entre 70 y 80 años de edad, intentan mantener intacta y a flote la economía cubana, que, en su opinión, se "desmorona como una galleta rancia". "Raúl y sus fuerzas armadas (...) son una corporación militar que es el jefe ejecutivo de Cuba", dijo la autora en una entrevista con Reuters. Bardach percibe que los militares, a través de sus poderosas corporaciones comerciales como GAESA y Gaviota, están tomando cada vez más segmentos vitales de la economía, incluyendo el turismo. "Creo que Raúl terminará por hacer lo que siempre quiso hacer, el modelo chino y vietnamita", dijo la autora, aludiendo a los intentos del menor de los Castro por introducir prácticas gerenciales estilo capitalista en la economía socialista centralizada de Cuba para tratar de aumentar su eficiencia. Pero el libro deja claro que Fidel Castro, de 83 años, que gobernó Cuba durante casi medio siglo desde su revolución de 1959, continúa siendo una voz influyente en el Gobierno cubano. "No sabría decir si tiene poder de veto, pero nadie lo disgusta", dijo, refiriéndose a la forma en que Fidel Castro, al que ella llama el "Comentarista en Jefe", expresa sus opiniones en habituales columnas publicadas en la prensa oficial. Bardach llama a Fidel Castro "icono de resistencia" y dice que "ha espantado a 10 presidentes de Estados Unidos como si fueran moscas" y cree que intenta frenar cualquier intento de suavizar el sistema comunista de un solo partido mediante reformas liberales. "Fidel subrayó el mensaje que (el ex líder soviético Mikhail) Gorvachev derrumbó la Unión Soviética, que la perestroika y el glasnost fueron el comienzo del fin y que ellos (los líderes cubanos) no deben cometer nunca esos mismos errores", dijo. El colapso a partir de 1989 del bloque soviético, el principal aliado y benefactor de la isla durante décadas, sumió a Cuba en una profunda crisis económica a comienzos de la década de 1990, a la que Fidel Castro respondió con un mayor control político bajo el eslogan de "Socialismo o Muerte", mientras introducía reformas económicas limitadas. Bardach cree que falta todavía tiempo para que Estados Unidos y Cuba desmantelen la enemistad que ha caracterizado sus relaciones durante medio siglo, reflejada en el embargo comercial estadounidense de 47 años contra la isla. "Los Castro no pueden mantener su férreo control si el embargo termina (...) están peleando por su supervivencia económica", dijo. La autora sugirió que los avances "poco a poco" dados por el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama para mejorar las relaciones con Cuba, incluyendo algunas recientes flexibilizaciones del embargo, son convenientes para los líderes cubanos. "Los cubanos están obteniendo en este momento todo lo que quieren, porque no quieren que termine el embargo de la noche a la mañana, carecen (en Cuba) totalmente de la infraestructura que necesita para absorber lo que podría ocurrir, esto los destruiría", dijo. Bardach cree que Raúl Castro intentaría preservar la revolución. "Revolución entendido como control", dijo. Su último libro, publicado por la editorial Scribner, cita múltiples fuentes dentro y fuera de la isla para penetrar la burbuja de silencio que rodea la vida personal de Fidel Castro. La autora dice que el convaleciente Fidel Castro lloró en el 2006 cuando una riesgosa cirugía intestinal no logró curar su problema intestinal y dice que tuvo en total 11 hijos, cuatro más de lo que había sido inicialmente reportado. El libro dedica además un capítulo a dos de los más notorios enemigos de Castro y frustrados asesinos, los exiliados cubanos Luis Posada y Orlando Bosch. 1008200907Bardach admite que pese al título de "Without Fidel", su libro gira en gran medida en torno a su resistencia: "Amigos y enemigos, críticos y enemigos mortales reconocen su figura titánica", dijo. Pero, añadió, "nunca me cautivó el factor del carisma". Un libro suyo anterior publicado en el 2002, "Cuba Confidential: Love and Vengeance in Miami and Havana", también abordó la trama de conspiraciones políticas de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
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