La muerte de Fidel Castro.

Por Mario Herrera.

Ante su desaparición física no tengo mucho que decir, el enorme daño ya está hecho, permanece todavía su legado de odio, destrucción y muerte.

Pero en momentos que los desconocedores del drama cubano aparecen desvergonzadamente para dar su opinión favorable sobre el fallecido personaje, me gustaría si fuera posible escuchar las voces de las víctimas.

Que hablen los familiares de los miles de muertos que ocasionó este monstruo con su tenebroso liderazgo.

Que hablen los hijos de los que murieron durante sus años de “gatillo alegre” en su ambiciosa y alocada juventud.

Que hablen los que murieron en la guerra de guerrilla que promovió contra Batista luchando por el respeto a la constitución y la democracia para después ser vilmente traicionados.

Que hablen los miles de fusilados y encarcelados para imponer su dictadura totalitaria.

Que hablen los miles de jóvenes cubanos muertos en las guerras e intervenciones internacionalistas a los que obligo a participar con su locura endemoniada y sus arrebatos napoleónicos.

Que hablen las madres de los miles de cubanos que murieron en el estrecho de la Florida y los que mueren en las selvas de Centro América tratando de escapar de la esclavitud y la desesperanza que estableció con su absurda tiranía totalitaria.

Que hablen las familias separadas, las madres que lloraron a los hijos asesinados, fusilados, encarcelados durante largos años, el dolor de todo un pueblo sometido por la fuerza a un sistema de gobierno fracasado que los condenó a la más absoluta carencia de lo más indispensable para una vida decorosa.

Que hablen las ciudades destruidas por el abandono y la miseria implantada por un régimen corrupto, de ladrones y oportunistas a los que nunca les importo el sufrimiento de su pueblo.

Esas son las opiniones que quiero escuchar en este momento, no los lamentos de ignorantes e hipócritas que enloquecidos se rasgan las vestiduras para llorar la muerte del mas despreciable tirano de la historia de Cuba.

El Traidor, Asesino y Dictador ha muerto.

¡Viva Cuba!