Una cosa es lo que se habla y otra muy diferente es como se actúa y como se piensa; no es lo frecuente que desearíamos la compatibilidad y coherencia entre el pensar, el hablar y el actuar.
José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba, en la carta personal a Fermín Valdés Domínguez de mayo de 1894 señala:
Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras:-el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, - y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados…¨(Tomo 3, 168)El también patriota cubano Ignacio Agramonte en su discurso de graduado de Licenciado en Derecho Civil y Canónico en Universidad de La Habana, poco antes de irse para la manigua independentista en el siglo XIX, expresó:
“La centralización hace desaparecer ese individualismo, cuya conservación hemos sostenido como necesaria a la sociedad. De allí al comunismo no hay más que un paso; se comienza por declarar impotente al individuo y se concluye por justificar la intervención de la sociedad en su acción destruyendo su libertad, sujetando a reglamento sus deseos, sus pensamientos, sus más íntimas afecciones, sus necesidades, sus acciones todas.”Los que hemos ya vivido unos años, sabemos que los oportunistas nacen, florecen y fructifican en todo tipo de terrenos ideológicos. Los que hemos vivido muchos años en Cuba hemos visto a personas honestas y trabajadoras, vivir para el Partido (el Partido Comunista de Cuba ó PCC, que es el único que reconoce el desgobierno cubano) y a muchos farsantes vivir del Partido, siendo Fidel, Raúl Castro y la cúpula Castrista los mayores farsantes.
La utopía del marxismo, unida a los "aportes" de Lenin, encierra detrás de sus bellas palabras que resultan tan atractivas, principalmente a los jóvenes, un caldo de cultivo estupendo para engendrar las más despiadadas dictaduras; eso lo ha demostrado la práctica social en todas las latitudes y circunstancias. Si mal no recuerdo, fue Winston Churchill, quien dijo, con otras palabras, que habría que tener el corazón muy duro para que una persona no fuera izquierdista antes de los 30 años, pero que habría que tener muy duro el cerebro para seguirlo siendo después de los 30.
José Martí en su carta del 29 de mayo de 1883 habla positivamente del fundador del marxismo pero desecha los métodos propuestos por Marx basados en la lucha de clases:
Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles, merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño, y arde en ansias generosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzoso abestiamiento de unos hombres en provecho de otros. Mas, se ha de hallar salida a la indignación, de modo que la bestia cese, sin que se desborde, y espante (Tomo 9, 388)y escribe más adelante:
Karl Marx estudió los modos de asentar al mundo sobre nuevas bases, y despertó a los dormidos, y les enseñó el modo de echar a tierra los puntales rotos. Pero anduvo de prisa, y un tanto en la sombra, sin ver que no nacen viables, ni de seno de pueblo en la historia, ni de seno de mujer en el hogar, los hijos que no han tenido gestación natural y laboriosa. (Tomo 9, 388)
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