jueves, 15 de octubre de 2020

Luis Olarra Ugartemendia (1926-1994), el empresario que supo parar los pies a ETA.

Tomado de https://laverdadofende.blog

 En noviembre de 1982, el empresario vasco, Luis Olarra (1926-1994), militante de Alianza Popular, anunció que se negaba a pagar el impuesto revolucionario de la banda terrorista ETA, y comunicó que estaba dispuesto a contratar a mercenarios para que en caso de que fuera asesinado, le vengaran.

El propio Olarra admitió que había contactado con elementos mafiosos, tanto, marselleses, como, corsos.

“No lo oculto, lo he dicho muchas veces y lo sabe todo el mundo. Es así, no puede ser de otra manera. Todo eso de las manifestaciones en la calle y los comunicados de condena por los atentados no sirve para nada. De lo que se trata ahora es de llevar a cabo soluciones más drásticas, aunque desemboquen en situaciones que pudieran llegar a ser dramáticas”.

Y sobre los grupos políticos que apoyaban a ETA, por aquel entonces Bildu era Herri Batasuna, además de decir que era inadmisible que grupos políticos que apoyan la violencia puedan desarrollar una práctica política y posean incluso parlamentarios electos, añadió que:

“No vamos a permitir que anden libremente por la calle individuos que han afirmado que cuando ETA asesina empresarios está limpiando esta tierra de mafiosos“.

Luis Olarra murió en 1994 en Houston y debido a una grave enfermedad. Si en la España de hoy en día tuviéramos personas con el valor y los valores que tenía Luis Olarra, la gentuza de Bildu tendría que salir a la calle con el pañal puesto.

Luis Olarra, respondiendo sobre si eran ciertas esas contrataciones.(El País):

“El empresario vasco veía en los GAL una respuesta suave contra el terrorismo de ETA, y prefirió tomarse la justicia por su propia mano. El empresario no veía al Estado defender a aquellos empresarios vascos ante las continuas amenazas de la banda terrorista ETA. Eran los empresarios un objetivo muy común de la banda y, tenían que pagar continuamente un impuesto revolucionario, que era una de las fuentes principales que mantenían a ETA activa. Olarra veía inexplicable que tuviesen que financiar a ETA los propios empresarios.”


El conocido programa que se emitía en Televisión Española, llamado La Clave dirigido por el gran periodista asturiano, José Luis Balbín, cada semana se presentaba un programa de gran actualidad. Un sábado de 1980 el tema era «el problema vasco».

Los invitados eran del máximo nivel político, el ministro del Interior Rosón (UCD), Carrillo (PCE), Fraga (AP), Guerra (PSOE), Arzallus (PNV) y Olarra (senador).

Han pasado 30 años y muchos políticos de hoy dicen lo mismo que entonces. El señor Olarra, empresario vasco con centenares de trabajadores en sus empresas, guardaba silencio; entonces Balbín le invitó a manifestarse y Olarra dijo:

“No coincido con mis compañeros, en el País Vasco nos conocemos todos, donde nos reunimos con nuestra tertulia, donde tomamos el aperitivo o la comida, donde jugamos la partida. Por eso he enviado al presidente de Batasuna-ETA, Jon Idigoras, una lista de posibles víctimas de su partido si ETA atenta contra alguno de mis trabajadores y familiares. También le he enviado copia del depósito bancario de 300 millones de pesetas que garantizan las acciones por profesionales residentes en Marsella”

La decisión que tomó Luis Olarra fue bastante eficaz. ETA jamás atentó contra sus familiares, ni contra sus trabajadores. Esta decisión, por otro lado, fue fue muy discutida por temas éticos, pero sus trabajadores y familiares se lo agradecieron de por vida.

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