martes, 26 de julio de 2011
La salida laboral de los jóvenes cubanos.
Por Elías Amor Bravo.
Un interesante artículo publicado en Granma, titulado "Ubicar a los jóvenes donde el país más los necesite" y escrito por Olga Díaz, describe las acciones que el régimen castrista ha decidido poner en marcha para orientar laboralmente a los recién graduados de los centros superiores del país.
No me cabe la menor duda que el problema de la formación de los trabajadores cubanos es una cuestión fundamental que se debe analizar sin la demagogia castrista asociada a la idea de los "logros de la revolución". Es un problema fundamental que plantea retos, no sólo al régimen a corto plazo, sino al futuro sistema democrático que tendrá que hacer grandes esfuerzos para rentabilizar al máximo los recursos que se destinan a estas actividades, fundamentales para que un país supere las lacras del subdesarrollo.
Un interesante artículo publicado en Granma, titulado "Ubicar a los jóvenes donde el país más los necesite" y escrito por Olga Díaz, describe las acciones que el régimen castrista ha decidido poner en marcha para orientar laboralmente a los recién graduados de los centros superiores del país.
No me cabe la menor duda que el problema de la formación de los trabajadores cubanos es una cuestión fundamental que se debe analizar sin la demagogia castrista asociada a la idea de los "logros de la revolución". Es un problema fundamental que plantea retos, no sólo al régimen a corto plazo, sino al futuro sistema democrático que tendrá que hacer grandes esfuerzos para rentabilizar al máximo los recursos que se destinan a estas actividades, fundamentales para que un país supere las lacras del subdesarrollo.
Cuba: la trabazón de los aires.
Por Vicente Botín.
En febrero de 2008, en un encuentro con estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas, en La Habana, uno de los alumnos, Eliécer Ávila, preguntó al presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, por qué los cubanos no podían viajar libremente al extranjero. La respuesta del romo funcionario ha pasado a los anales del recetario marxista, pero de Groucho, no de Carlos Marx: “Si todo el mundo, los seis mil millones de habitantes, pudieran viajar a donde quisieran, la trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme; los que viajan son realmente una minoría”.
Han transcurrido tres años desde la boutade de Alarcón, sin que Raúl Castro, un escrutador de estrellas en busca de la cuadratura del círculo, se haya topado con la mentada trabazón. Eso quizá le ha inducido a plantearse la posibilidad de realizar una abertura en el telón de azúcar. Pero Raúl Castro se muestra cauto a la hora de tomar esa decisión, no fuera que la trabazón apareciera de improviso. Por eso, el punto 265 del programa de “reformas” aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, recoge solo la intención del gobierno de “estudiar una política que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas”.
En febrero de 2008, en un encuentro con estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas, en La Habana, uno de los alumnos, Eliécer Ávila, preguntó al presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, por qué los cubanos no podían viajar libremente al extranjero. La respuesta del romo funcionario ha pasado a los anales del recetario marxista, pero de Groucho, no de Carlos Marx: “Si todo el mundo, los seis mil millones de habitantes, pudieran viajar a donde quisieran, la trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme; los que viajan son realmente una minoría”.
Han transcurrido tres años desde la boutade de Alarcón, sin que Raúl Castro, un escrutador de estrellas en busca de la cuadratura del círculo, se haya topado con la mentada trabazón. Eso quizá le ha inducido a plantearse la posibilidad de realizar una abertura en el telón de azúcar. Pero Raúl Castro se muestra cauto a la hora de tomar esa decisión, no fuera que la trabazón apareciera de improviso. Por eso, el punto 265 del programa de “reformas” aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, recoge solo la intención del gobierno de “estudiar una política que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas”.
¡Viva el mercado negro!
Por Paul Haven.
¿Quiere un chorizo con pimentón? ¿Qué tal un pedazo de mozzarella de leche de búfalo? O quizás busca algo más precioso, como un aire acondicionado importado o algunos habanos enrollados a mano a una fracción del precio oficial.
En un país marxista donde virtualmente toda la actividad económica está regulada, y donde los supermercados y las tiendas permanecen desabastecidos de productos básicos como el azúcar, los huevos y el papel higiénico, se puede conseguir casi todo en el próspero mercado negro de Cuba, si tiene un "amigo" o el número telefónico adecuado.
¿Quiere un chorizo con pimentón? ¿Qué tal un pedazo de mozzarella de leche de búfalo? O quizás busca algo más precioso, como un aire acondicionado importado o algunos habanos enrollados a mano a una fracción del precio oficial.
En un país marxista donde virtualmente toda la actividad económica está regulada, y donde los supermercados y las tiendas permanecen desabastecidos de productos básicos como el azúcar, los huevos y el papel higiénico, se puede conseguir casi todo en el próspero mercado negro de Cuba, si tiene un "amigo" o el número telefónico adecuado.
jueves, 21 de julio de 2011
Cuba imports 60 percent of the rice its citizens consume.
Cuba is forced to import more than 400,000 tons of rice each year, 60 percent of the total amount of this dietary staple consumed on the island, according to official figures published Sunday by the daily Juventud Rebelde.
"The first challenge is to produce what we need. Although the planted areas have been increased in recent years, we still have a long way to go in making visible all the effort that is being expended," said the director of the island's grain research institute, Telce Gonzalez.
"The first challenge is to produce what we need. Although the planted areas have been increased in recent years, we still have a long way to go in making visible all the effort that is being expended," said the director of the island's grain research institute, Telce Gonzalez.
El mejor negocio.
Por Por José Hugo Fernández.
Discutían en una esquina del barrio. Ya sabemos que las discusiones inútiles constituyen, junto a la pelota, el primer deporte nacional en Cuba. Así que, como de costumbre, un grupo de mis vecinos habaneros discutían en una esquina.
La composición del corro era también la acostumbrada: el chota, el fogoso, el sabiondo, el descreído, el ingenuo, el trágico, el excéntrico, el apagafuegos y el cucharita. Este último, ya saben, no tiene opinión propia, su papel es reír, negar o afirmar con la cabeza, según quién hable. Pero es una figura imprescindible en nuestras discusiones, puesto que representa a la mayoría, aun cuando no pinche ni corte.
El tema del debate era el cuentapropismo (vaya palabreja fea), con un pie forzado: ¿Cuál es el mejor negocio que un particular puede emprender hoy en La Habana?
Discutían en una esquina del barrio. Ya sabemos que las discusiones inútiles constituyen, junto a la pelota, el primer deporte nacional en Cuba. Así que, como de costumbre, un grupo de mis vecinos habaneros discutían en una esquina.
La composición del corro era también la acostumbrada: el chota, el fogoso, el sabiondo, el descreído, el ingenuo, el trágico, el excéntrico, el apagafuegos y el cucharita. Este último, ya saben, no tiene opinión propia, su papel es reír, negar o afirmar con la cabeza, según quién hable. Pero es una figura imprescindible en nuestras discusiones, puesto que representa a la mayoría, aun cuando no pinche ni corte.
El tema del debate era el cuentapropismo (vaya palabreja fea), con un pie forzado: ¿Cuál es el mejor negocio que un particular puede emprender hoy en La Habana?
Cuba: crece el salario medio a 448 pesos y se dispara el desempleo.
Por Ivette Leyva Martínez.
Cuba incrementó el salario promedio de sus ciudadanos en 19 pesos -unos 80 centavos de dólar- durante el 2010, período en el que se disparó el desempleo hasta el 2.5 por ciento y creció imparable el gasto de seguridad social.
El salario medio en las entidades estatales y mixtas aumentó a 448 pesos mensuales el pasado año, pero sigue siendo insuficiente en un país donde muchos productos de primera necesidad se adquieren en CUC, moneda que depende del dólar.
Las cifras figuran en el reporte anual sobre Empleo y Salarios, publicado recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Cuba incrementó el salario promedio de sus ciudadanos en 19 pesos -unos 80 centavos de dólar- durante el 2010, período en el que se disparó el desempleo hasta el 2.5 por ciento y creció imparable el gasto de seguridad social.
El salario medio en las entidades estatales y mixtas aumentó a 448 pesos mensuales el pasado año, pero sigue siendo insuficiente en un país donde muchos productos de primera necesidad se adquieren en CUC, moneda que depende del dólar.
Las cifras figuran en el reporte anual sobre Empleo y Salarios, publicado recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Cuba, un estado en liquidación.
Por Iván García.
La suerte de Cuba se decide en 10 años. O menos. Para esa fecha Fidel Castro, tendrá 95 años. Si aún vive, una enfermera intentará darle papilla o compota de manzana a cucharadas.
Su hermano Raúl, por el estilo. Cumplirá 90 y no creo tenga fuerzas para apagar las velitas de la tarta. Si Dios les da la gracia de tenerlos con vida, serán dos abuelitos aburridos. Un pedazo de la historia cubana postrados en sillones de rueda.
La suerte de Cuba se decide en 10 años. O menos. Para esa fecha Fidel Castro, tendrá 95 años. Si aún vive, una enfermera intentará darle papilla o compota de manzana a cucharadas.
Su hermano Raúl, por el estilo. Cumplirá 90 y no creo tenga fuerzas para apagar las velitas de la tarta. Si Dios les da la gracia de tenerlos con vida, serán dos abuelitos aburridos. Un pedazo de la historia cubana postrados en sillones de rueda.
martes, 19 de julio de 2011
El español Sebastián Martínez será juzgado el lunes en La Habana.
Por Iván García.
El empresario español Sebastián Martínez Ferraté, acusado de corrupción de menores, proxenetismo y actividades económicas ilícitas, será juzgado el lunes 18 de julio en el Tribunal Provincial de La Habana, cuya sede oficial radica en Prado y Teniente y Rey, pero los juicios con la presencia de diplomáticos y medios de prensa, los suelen celebrar en el Tribunal Municipal de 10 de Octubre, en Carmen y Juan Delgado.
En una galera de La Condesa, prisión especial para extranjeros, en las afueras de la capital, desde hace un año Martínez Ferraté espera un juicio que de antemano se conoce el fallo.
El empresario español Sebastián Martínez Ferraté, acusado de corrupción de menores, proxenetismo y actividades económicas ilícitas, será juzgado el lunes 18 de julio en el Tribunal Provincial de La Habana, cuya sede oficial radica en Prado y Teniente y Rey, pero los juicios con la presencia de diplomáticos y medios de prensa, los suelen celebrar en el Tribunal Municipal de 10 de Octubre, en Carmen y Juan Delgado.
En una galera de La Condesa, prisión especial para extranjeros, en las afueras de la capital, desde hace un año Martínez Ferraté espera un juicio que de antemano se conoce el fallo.
Imagen urbana del cuentapropismo.
La intención de las autoridades cubanas es la de preservar la "imagen urbana", el "orden" y el "buen gusto" en ciudades y poblados donde un largo tiempo de pobreza ha colocado visibles señales de fealdad y abandono.
El frenesí del trabajo por cuenta propia en Cuba y la proliferación de pequeños comercios: timbiriches, tenderetes y chinchales en toda la geografía de la isla, ha obligado a las autoridades a lanzar una campaña de divulgación sobre los espacios públicos donde se pueden montar estos negocios.
El frenesí del trabajo por cuenta propia en Cuba y la proliferación de pequeños comercios: timbiriches, tenderetes y chinchales en toda la geografía de la isla, ha obligado a las autoridades a lanzar una campaña de divulgación sobre los espacios públicos donde se pueden montar estos negocios.
lunes, 18 de julio de 2011
domingo, 17 de julio de 2011
Chávez, Castro y 'La montaña mágica'.
Por Jorge Castañeda.
Al imaginar la escena de un anciano Fidel Castro y un enfermo Hugo Chávez charlando en un sanatorio de La Habana para convalecientes sobre las fechorías del imperialismo y las virtudes eternas de Bolívar y Martí, uno no puede más que recordar La montaña mágica, de Thomas Mann, tal vez la mejor novela del siglo XX. Situada en el pueblo suizo alpino de Davos, en vísperas de la I Guerra Mundial, gira en torno a la enfermedad, la recuperación o la muerte de alrededor de una docena de pacientes con tuberculosis, todos aislados en otro sanatorio, a los pies del Zauberberg.
Al imaginar la escena de un anciano Fidel Castro y un enfermo Hugo Chávez charlando en un sanatorio de La Habana para convalecientes sobre las fechorías del imperialismo y las virtudes eternas de Bolívar y Martí, uno no puede más que recordar La montaña mágica, de Thomas Mann, tal vez la mejor novela del siglo XX. Situada en el pueblo suizo alpino de Davos, en vísperas de la I Guerra Mundial, gira en torno a la enfermedad, la recuperación o la muerte de alrededor de una docena de pacientes con tuberculosis, todos aislados en otro sanatorio, a los pies del Zauberberg.
Roberto Robaina, se niega a hablar de las víctimas del remolcador "13 de marzo".
De cafefuerte.com
Roberto Robaina está en uno de los planes de la tiranía Castrista para en una era postCastrista en Cuba, ella sea realmente un Castrismo ¨light¨, luego es bueno recordar el rol o papel que Roberto Robaina desempeñó como alabardero del Castrismo tanto nacional como internacionalmente. Por cierto, el padre de ¨Robertico¨ Robaina en Pinar del Río era un notorio admirador de Fulgencio Batista, según afirman vecinos de la Alameda y de los primeros kilómetros de la Carretera de Luis Lazo, saliendo de la ciudad de Pinar del Río; quizás por eso ¨Robertico¨ no le espetó: ¨batistiana¨! a Ninoska, la cual era una niña cuando la lucha contra Batista.
Roberto Robaina está en uno de los planes de la tiranía Castrista para en una era postCastrista en Cuba, ella sea realmente un Castrismo ¨light¨, luego es bueno recordar el rol o papel que Roberto Robaina desempeñó como alabardero del Castrismo tanto nacional como internacionalmente. Por cierto, el padre de ¨Robertico¨ Robaina en Pinar del Río era un notorio admirador de Fulgencio Batista, según afirman vecinos de la Alameda y de los primeros kilómetros de la Carretera de Luis Lazo, saliendo de la ciudad de Pinar del Río; quizás por eso ¨Robertico¨ no le espetó: ¨batistiana¨! a Ninoska, la cual era una niña cuando la lucha contra Batista.
Permiso de residencia en el exterior.
Por Víctor Manuel Domínguez.
Viajar al exterior es un sueño recurrente para la mayoría de los cubanos. Son muchas las dificultades y prohibiciones que deben superar para materializar ese sueño de visitar cualquier otro lugar del planeta. Poder vivir fuera y regresar, es el anhelo supremo.
Por eso, los cubanos que obtienen el PRE (Permiso de Residencia en el Exterior) del gobierno cubano, se convierten generalmente en cómplices de la política del país. El temor a que no los dejen regresar si hablan mal de la revolución, los convierte en verdaderos rehenes de las prohibiciones y en voceros del gobierno. No importa si sacuden alfombras en Teherán, lavan platos en Estambul, o trabajan como correveidile en un club de Madrid: tienen que apoyar a la revolución.
Viajar al exterior es un sueño recurrente para la mayoría de los cubanos. Son muchas las dificultades y prohibiciones que deben superar para materializar ese sueño de visitar cualquier otro lugar del planeta. Poder vivir fuera y regresar, es el anhelo supremo.
Por eso, los cubanos que obtienen el PRE (Permiso de Residencia en el Exterior) del gobierno cubano, se convierten generalmente en cómplices de la política del país. El temor a que no los dejen regresar si hablan mal de la revolución, los convierte en verdaderos rehenes de las prohibiciones y en voceros del gobierno. No importa si sacuden alfombras en Teherán, lavan platos en Estambul, o trabajan como correveidile en un club de Madrid: tienen que apoyar a la revolución.
viernes, 15 de julio de 2011
Caso Ochoa - La Guardia: Los misterios de la causa 1.
Por Alberto Méndez Castelló.
A 22 años de la muerte del general Ochoa y del coronel Antonio de la Guardia y sus ayudantes, quedan muchas preguntas sin respuesta.
La muerte del general Arnaldo Ochoa Sánchez, del coronel Antonio de la Guardia Font y sus respectivos ayudantes como conclusión del proceso penal de la Causa 1 de 1989 cumplió ayer 22 años, pero cabe preguntarse si tras la ejecución sumarísima de estos oficiales -téngase en cuenta que el proceso tardó mucho menos del que suele emplearse para instruir de cargos y juzgar a un ladrón de caballos- concluyó también un proceso preñado de misterios que todavía mueve a interrogantes aterradoras.
A 22 años de la muerte del general Ochoa y del coronel Antonio de la Guardia y sus ayudantes, quedan muchas preguntas sin respuesta.
La muerte del general Arnaldo Ochoa Sánchez, del coronel Antonio de la Guardia Font y sus respectivos ayudantes como conclusión del proceso penal de la Causa 1 de 1989 cumplió ayer 22 años, pero cabe preguntarse si tras la ejecución sumarísima de estos oficiales -téngase en cuenta que el proceso tardó mucho menos del que suele emplearse para instruir de cargos y juzgar a un ladrón de caballos- concluyó también un proceso preñado de misterios que todavía mueve a interrogantes aterradoras.
jueves, 14 de julio de 2011
Racismo a la cubana.
Por Iván García.
A la hora del sexo, las mujeres negras en Cuba no se sienten discriminadas. Más bien utilizadas. Roxana, 36 años, arquitecta, soporta con paciencia asiática los acosos sexuales de sus jefes blancos, piropos groseros y propuestas descaradas de ir a la cama por 20 dólares.
"Lo que tengo que aguantar es tremendo. Desde un jefe que me desnuda con la vista e intenta chantajearme con un ascenso o un viaje al extranjero a cambio de acostarme con él, hasta tipos pasados de tragos, que me ofrecen dinero en la calle", cuenta Roxana mientras espera el ómnibus con destino a su casa.
A la hora del sexo, las mujeres negras en Cuba no se sienten discriminadas. Más bien utilizadas. Roxana, 36 años, arquitecta, soporta con paciencia asiática los acosos sexuales de sus jefes blancos, piropos groseros y propuestas descaradas de ir a la cama por 20 dólares.
"Lo que tengo que aguantar es tremendo. Desde un jefe que me desnuda con la vista e intenta chantajearme con un ascenso o un viaje al extranjero a cambio de acostarme con él, hasta tipos pasados de tragos, que me ofrecen dinero en la calle", cuenta Roxana mientras espera el ómnibus con destino a su casa.
El Banco Central de Cuba retrasa el pago de su deuda Internacional.
El Banco Central de Cuba ha llegado a un acuerdo con los tenedores de una de sus emisiones de deuda que venció el pasado 27 de junio para alargar el plazo durante tres años. Para conseguirlo, además de pagar los cupones correspondientes ha accedido a reintegrar un 10% del nominal aún pendiente de pago, con lo que la deuda viva se ha reducido de los 72 millones de euros emitidos inicialmente a un total de 53,8 millones.
La rentabilidad asociada al alargamiento de plazo mantiene el 9,24% fijado en las condiciones originales de la emisión. Se desconoce qué inversores han participado en el negocio. Aunque Cuba está fuera de los circuitos tradicionales de emisión de deuda y no tiene un tesoro público con capacidad para acudir a los mercados tradicionales, eso no significa que algunas instituciones del país no puedan colocar bonos entre grupos muy discretos de inversores y que algunos de ellos se encuentren registrados en lugares tan fuera de sospecha como la Bolsa de Londres.
Una de las instancias del Estado cubano que dispone de esta capacidad de endeudarse es el Banco Central. En 2008, la institución emitió deuda por un monto total de 207,9 millones de euros.
La rentabilidad asociada al alargamiento de plazo mantiene el 9,24% fijado en las condiciones originales de la emisión. Se desconoce qué inversores han participado en el negocio. Aunque Cuba está fuera de los circuitos tradicionales de emisión de deuda y no tiene un tesoro público con capacidad para acudir a los mercados tradicionales, eso no significa que algunas instituciones del país no puedan colocar bonos entre grupos muy discretos de inversores y que algunos de ellos se encuentren registrados en lugares tan fuera de sospecha como la Bolsa de Londres.
Una de las instancias del Estado cubano que dispone de esta capacidad de endeudarse es el Banco Central. En 2008, la institución emitió deuda por un monto total de 207,9 millones de euros.
El salario mensual del cubano desaparece en tres días.
Una investigación del Centro de Estudios Económicos reveló que un núcleo familiar promedio de cuatro personas en Cuba necesita siete veces sus ingresos salariales sólo para satisfacer las necesidades básicas.
Es pan comido, aunque también escasea, la eterna contradicción que para los cubanos existe entre el salario en moneda nacional (MN) que por su trabajo perciben y los productos de primera necesidad, como ropa, zapatos, medicinas, artículos de higiene personal, y, sobre todo, alimentos, que en su gran mayoría sólo pueden adquirir en CUC, un tipo de peso convertible al dólar americano con un aumento de un 8 por ciento.
Es pan comido, aunque también escasea, la eterna contradicción que para los cubanos existe entre el salario en moneda nacional (MN) que por su trabajo perciben y los productos de primera necesidad, como ropa, zapatos, medicinas, artículos de higiene personal, y, sobre todo, alimentos, que en su gran mayoría sólo pueden adquirir en CUC, un tipo de peso convertible al dólar americano con un aumento de un 8 por ciento.
'Ninjas' y músicos en dos barrios de La Habana.
Por Iván García.
Por mucho tiempo, Roldán vivió de 'lo que se caía del camión'. Término usado por los marginales de corta y clava de Atarés y El Pilar para encubrir la palabra robo. Cada noche, Roldán y su pandilla, vestidos de negro, estaban a la caza de camiones cargados de jabones y detergentes que salían de la fábrica Sabatés, situada en la zona.
Por mucho tiempo, Roldán vivió de 'lo que se caía del camión'. Término usado por los marginales de corta y clava de Atarés y El Pilar para encubrir la palabra robo. Cada noche, Roldán y su pandilla, vestidos de negro, estaban a la caza de camiones cargados de jabones y detergentes que salían de la fábrica Sabatés, situada en la zona.
Futuro de Cuba depende de salud de Chávez.
Por Juan O. Tamayo.
Cuba se hundiría rápidamente en el caos si Hugo Chávez, el enfermo presidente de Venezuela, fuera reemplazado por alguien menos dispuesto a subsidiar a La Habana por un valor de $3,500 millones este año, dijeron
analistas el viernes.
La Habana ya está dividida entre los viejos líderes decididos a mantener un régimen aliado en Caracas a toda costa, y otros que consideran los subsidios de Chávez como trabas a las profundas reformas económicas que la isla necesita desesperadamente.
Cuba se hundiría rápidamente en el caos si Hugo Chávez, el enfermo presidente de Venezuela, fuera reemplazado por alguien menos dispuesto a subsidiar a La Habana por un valor de $3,500 millones este año, dijeron
analistas el viernes.
La Habana ya está dividida entre los viejos líderes decididos a mantener un régimen aliado en Caracas a toda costa, y otros que consideran los subsidios de Chávez como trabas a las profundas reformas económicas que la isla necesita desesperadamente.
martes, 12 de julio de 2011
Descuentapropistas.
Por Rodrigo Chávez Rodríguez.
El barrio Centro Habana es uno de los agraciados y preferidos para el arrendamiento de viviendas, ya sea por la privacidad o complicidad de sus edificios (el 80 % de sus viviendas son apartamentos), por la ubicación, cercana a los principales centros comerciales, recreativos y culturales de la ciudad, incluidos también los municipios colindantes.
El barrio Centro Habana es uno de los agraciados y preferidos para el arrendamiento de viviendas, ya sea por la privacidad o complicidad de sus edificios (el 80 % de sus viviendas son apartamentos), por la ubicación, cercana a los principales centros comerciales, recreativos y culturales de la ciudad, incluidos también los municipios colindantes.
Los cubanos no creen que la nueva ley de la vivienda elimine la compraventa ilegal.
Por Agencias.
Los problemas de la vivienda han sido durante décadas una "odisea" social, económica y burocrática para los cubanos, que a partir de este año y, por primera vez en más de medio siglo, podrán comprar y vender casas de modo legal.
Antes de que finalice 2011, el Gobierno prevé implantar una ley que levantará la prohibición de la compraventa de viviendas entre particulares y flexibilizará los otros modos de transmisión de la propiedad que existen en Cuba, donde el Estado controla todo el sector. Pero el largo historial de trámites, dificultades, esfuerzos y hasta trampas para conseguir casa en un país que, además, tiene un grave déficit de viviendas, hace que los cubanos afronten el anuncio con una buena dosis de escepticismo, reporta EFE.
Los problemas de la vivienda han sido durante décadas una "odisea" social, económica y burocrática para los cubanos, que a partir de este año y, por primera vez en más de medio siglo, podrán comprar y vender casas de modo legal.
Antes de que finalice 2011, el Gobierno prevé implantar una ley que levantará la prohibición de la compraventa de viviendas entre particulares y flexibilizará los otros modos de transmisión de la propiedad que existen en Cuba, donde el Estado controla todo el sector. Pero el largo historial de trámites, dificultades, esfuerzos y hasta trampas para conseguir casa en un país que, además, tiene un grave déficit de viviendas, hace que los cubanos afronten el anuncio con una buena dosis de escepticismo, reporta EFE.
El descontrol, una enfermedad incurable.
Por Jorge Olivera Castillo.
Sigue sin aparecer un antídoto contra el descontrol. Todos los esfuerzos dedicados a la tarea de extirpar ese flagelo se escurren entre una maraña de indisciplinas y corruptelas que por su reiteración merecen ser considerados parte indivisible de la nación cubana.
El asunto vuelve a los primeros planos, pero sin perspectivas reales de eliminarlo. Poco importa el optimismo y las críticas de Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y primera secretaria del Partido en la Habana, durante las recientes conclusiones de la VI Comprobación al Control Interno en la capital.
Tampoco podría considerarse importante la presencia de Gladys Bejerano Portela, vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República y Marta Hernández Romero, presidenta del Gobierno en La Habana.
Sigue sin aparecer un antídoto contra el descontrol. Todos los esfuerzos dedicados a la tarea de extirpar ese flagelo se escurren entre una maraña de indisciplinas y corruptelas que por su reiteración merecen ser considerados parte indivisible de la nación cubana.
El asunto vuelve a los primeros planos, pero sin perspectivas reales de eliminarlo. Poco importa el optimismo y las críticas de Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y primera secretaria del Partido en la Habana, durante las recientes conclusiones de la VI Comprobación al Control Interno en la capital.
Tampoco podría considerarse importante la presencia de Gladys Bejerano Portela, vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República y Marta Hernández Romero, presidenta del Gobierno en La Habana.
Cuba, ya sin esperanzas.
Por Alvaro Alba.
No queda ya esperanza con las medidas anunciadas en un inicio por Raúl Castro. Las medidas ya fracasaron, ha afirmado economista cubano.
La aparición de artículos críticos en la prensa cubana, culpando a una dirigencia de niveles medios y no a la cúpula gobernante ha sido el tono editorial en los últimos meses.
No queda ya esperanza con las medidas anunciadas en un inicio por Raúl Castro. Las medidas ya fracasaron, ha afirmado economista cubano.
La aparición de artículos críticos en la prensa cubana, culpando a una dirigencia de niveles medios y no a la cúpula gobernante ha sido el tono editorial en los últimos meses.
Turistas clandestinos.
De cubanet.org
Este verano las excursiones en ómnibus estatales "secuestrados", se han convertido en la oferta preferida por los cubanos para disfrutar de las vacaciones. En competencia con las excursiones ofrecidas, a precios inalcanzables, por las agencias de viaje estatales, los guías de turismo clandestino dominan el mercado nacional.
No hace falta licencia. Cualquiera puede convertirse en guía ilegal; el "empresario" sólo tiene que parar en la calle a un ómnibus de transporte para trabajadores, de cualquier empresa, y proponerle el negocio al chofer. El chofer se encarga de ajustar su jornada laboral en la empresa y de la sustracción temporal del vehículo. Paga la correspondiente comisión al jefe de transporte, que controla el uso de la guagua, y así se cierra el negocio.
Este verano las excursiones en ómnibus estatales "secuestrados", se han convertido en la oferta preferida por los cubanos para disfrutar de las vacaciones. En competencia con las excursiones ofrecidas, a precios inalcanzables, por las agencias de viaje estatales, los guías de turismo clandestino dominan el mercado nacional.
No hace falta licencia. Cualquiera puede convertirse en guía ilegal; el "empresario" sólo tiene que parar en la calle a un ómnibus de transporte para trabajadores, de cualquier empresa, y proponerle el negocio al chofer. El chofer se encarga de ajustar su jornada laboral en la empresa y de la sustracción temporal del vehículo. Paga la correspondiente comisión al jefe de transporte, que controla el uso de la guagua, y así se cierra el negocio.
¿A quién beneficia el embargo de Estados Unidos contra Cuba?
Por Iván García.
Lo que siempre he admirado de la política estadounidense es su pragmatismo. Tiene una capacidad indudable para tirar al cesto estrategias que no funcionan. Y superar errores.
Pero con relación al embargo económico contra Cuba, los americanos muestran una estupidez notable. Veámolos desde el lado de sus partidarios. Sus defensores piensan que si Estados Unidos lo levantara, Castro y los empresarios de verde olivo, se llenarían el bolsillo de dólares.
Se mantendrían gobernando por décadas. Y los demócratas y activistas de derechos humanos en la isla, continuarían siendo acosados o golpeados por turbas azuzadas por la policía política. Con el embargo, dicen, Estados Unidos pretende ahogar el régimen, crear descontento en la población y provocar que los iracundos cubanos se lancen a protestar en el Malecón.
Lo que siempre he admirado de la política estadounidense es su pragmatismo. Tiene una capacidad indudable para tirar al cesto estrategias que no funcionan. Y superar errores.
Pero con relación al embargo económico contra Cuba, los americanos muestran una estupidez notable. Veámolos desde el lado de sus partidarios. Sus defensores piensan que si Estados Unidos lo levantara, Castro y los empresarios de verde olivo, se llenarían el bolsillo de dólares.
Se mantendrían gobernando por décadas. Y los demócratas y activistas de derechos humanos en la isla, continuarían siendo acosados o golpeados por turbas azuzadas por la policía política. Con el embargo, dicen, Estados Unidos pretende ahogar el régimen, crear descontento en la población y provocar que los iracundos cubanos se lancen a protestar en el Malecón.
domingo, 10 de julio de 2011
Raúl Castro pide ser más exigentes para frenar la desorganización y el descontrol.
El presidente cubano, Raúl Castro, pidió a sus ministros que sean más exigentes en todas las áreas para frenar la desorganización y el descontrol y evitar cometer los mismos errores del pasado, al tiempo que exhortó a continuar trabajando en la implementación de las reformas económicas y sociales aprobadas el pasado abril.
Estamos obligados a incrementar la exigencia en todas las áreas y sectores, para cortar de raíz la desorganización y el descontrol que en muchos lugares se han instaurado, dijo Castro durante un Consejo de Ministros celebrado el pasado fin de semana, según informa este viernes el diario oficial cubano 'Granma'.
Estamos obligados a incrementar la exigencia en todas las áreas y sectores, para cortar de raíz la desorganización y el descontrol que en muchos lugares se han instaurado, dijo Castro durante un Consejo de Ministros celebrado el pasado fin de semana, según informa este viernes el diario oficial cubano 'Granma'.
El Gobierno permitirá la compraventa de casas y autos este año.
Por Agencia Efe.
Se ha diseñado una política encaminada a simplificar las gestiones para realizar cualquier acto de transmisión de la propiedad, informó Granma
El Gobierno de Cuba autorizará la compra y venta de casas y automóviles entre particulares antes de que concluya el año, mediante una nueva política que eliminará prohibiciones y simplificará los trámites que los cubanos tienen que cumplimentar para traspasar sus propiedades.
Se ha diseñado una política encaminada a simplificar las gestiones para realizar cualquier acto de transmisión de la propiedad, y disminuir las prohibiciones establecidas al respecto, que durante años propiciaron la ocurrencia de innumerables violaciones, informó este viernes el diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Se ha diseñado una política encaminada a simplificar las gestiones para realizar cualquier acto de transmisión de la propiedad, informó Granma
El Gobierno de Cuba autorizará la compra y venta de casas y automóviles entre particulares antes de que concluya el año, mediante una nueva política que eliminará prohibiciones y simplificará los trámites que los cubanos tienen que cumplimentar para traspasar sus propiedades.
Se ha diseñado una política encaminada a simplificar las gestiones para realizar cualquier acto de transmisión de la propiedad, y disminuir las prohibiciones establecidas al respecto, que durante años propiciaron la ocurrencia de innumerables violaciones, informó este viernes el diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.
El Gobierno divulga detalles de las normas para la compraventa de casas y autos.
De http://www.diariodecuba.com
Entrarán en vigor a fines de año. De acuerdo con la información de 'Granma', se mantendrá la práctica de confiscar las viviendas a quienes abandonan el país.
El Gobierno divulgó este viernes detalles de las normativas que permitirán la compraventa de casas y autos entre personas naturales y que entrarán en vigor antes de fin de año.
El diario oficial Granma, anunció que será necesaria la confección de una nueva Ley General de la Vivienda.
Entrarán en vigor a fines de año. De acuerdo con la información de 'Granma', se mantendrá la práctica de confiscar las viviendas a quienes abandonan el país.
El Gobierno divulgó este viernes detalles de las normativas que permitirán la compraventa de casas y autos entre personas naturales y que entrarán en vigor antes de fin de año.
El diario oficial Granma, anunció que será necesaria la confección de una nueva Ley General de la Vivienda.
El oportuoficialismo del cantautor y millonario Silvio Rodríguez.
Por Juan González Febles.
Silvio Rodríguez compareció en el estelar de Cubavisión y Cubadebate, ‘Con dos que se quieran’, invitado por su carnal Amaury Pérez. Este último lo entrevistó y en el transcurso del programa, casi al final, por supuesto que cantaron a dúo el tema homónimo.
Silvio defendió su carácter de portavoz artístico de la dictadura de los octogenarios y para ello usó los argumentos más descabellados, aunque a tono con el gusto o el mal gusto oficial. Llegó en su oportunismo hasta la defensa del payaso impresentable de Muammar Gadafi, pero eso sí, tuvo la decencia de no hacer referencia a su respaldo al fusilamiento de los tres infelices negros habaneros fusilados cuando su Comandante entró en pánico en 2003. Tampoco se refirió a su respaldo al arresto, juicio y encarcelamiento con largas penas de los 75 en ese mismo año 2003.
Silvio Rodríguez compareció en el estelar de Cubavisión y Cubadebate, ‘Con dos que se quieran’, invitado por su carnal Amaury Pérez. Este último lo entrevistó y en el transcurso del programa, casi al final, por supuesto que cantaron a dúo el tema homónimo.
Silvio defendió su carácter de portavoz artístico de la dictadura de los octogenarios y para ello usó los argumentos más descabellados, aunque a tono con el gusto o el mal gusto oficial. Llegó en su oportunismo hasta la defensa del payaso impresentable de Muammar Gadafi, pero eso sí, tuvo la decencia de no hacer referencia a su respaldo al fusilamiento de los tres infelices negros habaneros fusilados cuando su Comandante entró en pánico en 2003. Tampoco se refirió a su respaldo al arresto, juicio y encarcelamiento con largas penas de los 75 en ese mismo año 2003.
Paralizada la producción de zapatos.
Por Sergio García.
Trabajadores del taller de confecciones de zapatos de la empresa CALCONF, en el municipio de Camajuaní, paralizaron las producciones la semana pasada debido falta de materia prima y roturas en las máquinas.
Trabajadores del taller de confecciones de zapatos de la empresa CALCONF, en el municipio de Camajuaní, paralizaron las producciones la semana pasada debido falta de materia prima y roturas en las máquinas.
Imparable el fraude eléctrico en Cuba.
Por Wilfredo Cancio Isla.
La estrategia del gobierno cubano para atajar los cuantiosos robos de electricidad mediante la instalación de nuevos metros contadores digitales no parece estar dando los mejores resultados.
La costosa inversión de la Unión Nacional Eléctrica para sustituir los contadores obsoletos no ha podido detener el fraude en el sector residencial, donde las maniobras para burlar el pago por el consumo real están a la orden del día.
Las infracciones se han incrementado durante el primer semestre del año, principalmente en La Habana, de acuerdo con fuentes del sector.
La estrategia del gobierno cubano para atajar los cuantiosos robos de electricidad mediante la instalación de nuevos metros contadores digitales no parece estar dando los mejores resultados.
La costosa inversión de la Unión Nacional Eléctrica para sustituir los contadores obsoletos no ha podido detener el fraude en el sector residencial, donde las maniobras para burlar el pago por el consumo real están a la orden del día.
Las infracciones se han incrementado durante el primer semestre del año, principalmente en La Habana, de acuerdo con fuentes del sector.
Raúl Castro preside reunión sobre complejos asuntos económicos.
Redacción cafefuerte.
El gobernante Raúl Castro presidió una reunión ampliada del Consejo de Ministros que tuvo lugar durante los últimos tres días con la prioridad de buscar “soluciones a los complejos asuntos económicos que enfrenta el país.
En una escueta nota oficial, el diario Granma señaló que el encuentro de la plana gubernamental se desarrolló desde el pasado viernes bajo el precepto de que el éxito en la actualización del modelo económico cubano está “en la integralidad con que seamos capaces de enfrentar cada uno de nuestros problemas.
El gobernante Raúl Castro presidió una reunión ampliada del Consejo de Ministros que tuvo lugar durante los últimos tres días con la prioridad de buscar “soluciones a los complejos asuntos económicos que enfrenta el país.
En una escueta nota oficial, el diario Granma señaló que el encuentro de la plana gubernamental se desarrolló desde el pasado viernes bajo el precepto de que el éxito en la actualización del modelo económico cubano está “en la integralidad con que seamos capaces de enfrentar cada uno de nuestros problemas.
Cuba no es país para viejos, sobre todo si son negros.
Por Iván García.
Ser viejo en Cuba es un problema. Vea usted, si una familia joven debe hacer milagros para llevar tres platos a la mesa, comprar ropa a sus hijos y ver de dónde rayos sacan dinero para reparar su choza, imagine usted lo duro que puede ser para un anciano. Sobre todo si es negro.
La calidad de vida de los abuelos cubanos hace rato va en retroceso. Son los más perjudicados por esa guerra sin tronar de cañones que dura ya 22 años, pomposamente llamado ‘período especial’. Los nuevos ajuste fiscales para sanear las finanzas ha golpeado fuerte a los de la tercera edad. Y seguirá golpeándolos. El General Raúl Castro pretende dar otra vuelta a la tuerca. Promete echar abajo antiguos subsidios y tirar al cesto la añeja cartilla de racionamiento.
Ser viejo en Cuba es un problema. Vea usted, si una familia joven debe hacer milagros para llevar tres platos a la mesa, comprar ropa a sus hijos y ver de dónde rayos sacan dinero para reparar su choza, imagine usted lo duro que puede ser para un anciano. Sobre todo si es negro.
La calidad de vida de los abuelos cubanos hace rato va en retroceso. Son los más perjudicados por esa guerra sin tronar de cañones que dura ya 22 años, pomposamente llamado ‘período especial’. Los nuevos ajuste fiscales para sanear las finanzas ha golpeado fuerte a los de la tercera edad. Y seguirá golpeándolos. El General Raúl Castro pretende dar otra vuelta a la tuerca. Promete echar abajo antiguos subsidios y tirar al cesto la añeja cartilla de racionamiento.
El mercado y el derecho a la vivienda.
Por Fernando Ravsberg.
Muy pronto se autorizará a los cubanos a vender y comprar viviendas, lo cual es una vieja aspiración de la gente, de hecho estuvo entre las cinco demandas más repetidas por los cubanos durante los debates del año 2007.
Los lineamientos aprobados en el Congreso del Partido no explican -ni les corresponde hacerlo- cómo se llevará adelante la transformación y ya surgen algunas voces que temen las consecuencias sociales y económicas que pueda acarrear.
Muy pronto se autorizará a los cubanos a vender y comprar viviendas, lo cual es una vieja aspiración de la gente, de hecho estuvo entre las cinco demandas más repetidas por los cubanos durante los debates del año 2007.
Los lineamientos aprobados en el Congreso del Partido no explican -ni les corresponde hacerlo- cómo se llevará adelante la transformación y ya surgen algunas voces que temen las consecuencias sociales y económicas que pueda acarrear.
Castro y la periferia excéntrica.
Por Arnaldo M. Fernández.
El diferendo Cuba-USA parece confinado al callejón sin salida de la confluencia de política y moral, luego de haberse incurrido en ingentes gastos externos -por la revolución mundial y otras titánicas misiones- y acentuarse las carencias dentro de la Isla. El eje polémico más socorrido es el bloqueo, que Che Guevara consideró "molestia secundaria [vuelta] contra Washington" (Diario las Américas, abril 1ro de 1964, página 1) y Castro, que "no es una cosa trascendental", ya que EE. UU. "tiene cada vez menos cosas que ofrecer a Cuba" (Nada podrá detener la marcha la historia, 1985, página 170).
El diferendo Cuba-USA parece confinado al callejón sin salida de la confluencia de política y moral, luego de haberse incurrido en ingentes gastos externos -por la revolución mundial y otras titánicas misiones- y acentuarse las carencias dentro de la Isla. El eje polémico más socorrido es el bloqueo, que Che Guevara consideró "molestia secundaria [vuelta] contra Washington" (Diario las Américas, abril 1ro de 1964, página 1) y Castro, que "no es una cosa trascendental", ya que EE. UU. "tiene cada vez menos cosas que ofrecer a Cuba" (Nada podrá detener la marcha la historia, 1985, página 170).
Sancionan en Cuba a exviceministro de Industria Alimentaria.
El Tribunal Provincial Popular de La Habana sancionó a cinco años de privación de libertad al exviceministro de la Industria Alimentaria Celio Hernández y a otros 10 funcionarios de esa dependencia y de la empresa mixta Río Zaza.
La sala segunda de lo penal impuso penas de cinco a tres años a los involucrados, incluidas cuatro mujeres, en delitos de cohecho y falsificación de documentos bancarios y de comercio, de acuerdo con un comunicado leído en el noticiero estelar de la televisión.
La sala segunda de lo penal impuso penas de cinco a tres años a los involucrados, incluidas cuatro mujeres, en delitos de cohecho y falsificación de documentos bancarios y de comercio, de acuerdo con un comunicado leído en el noticiero estelar de la televisión.
Nuevos casos de corrupción en Cuba.
Ahora son 15 los directivos y funcionarios de las empresas Cubana de Aviación y Sol y Son condenados por delitos económicos.
Entre los sancionados a mayores penas de privación de libertad están Oscar Pau Leyva y Miguel Ángel Almaguer, quienes durante años fueron representantes de Cubana de Aviación en Madrid.
Siguen los casos de corrupción en Cuba. En esta ocasión, son 15 los directivos los directivos y funcionarios de la empresa aeronáutica Cubana de Aviación y de la empresa mixta Sol y Son condenados a penas de entre tres y 10 años de prisión por diversos delitos económicos.
Entre los sancionados a mayores penas de privación de libertad están Oscar Pau Leyva y Miguel Ángel Almaguer, quienes durante años fueron representantes de Cubana de Aviación en Madrid.
Siguen los casos de corrupción en Cuba. En esta ocasión, son 15 los directivos los directivos y funcionarios de la empresa aeronáutica Cubana de Aviación y de la empresa mixta Sol y Son condenados a penas de entre tres y 10 años de prisión por diversos delitos económicos.
Sancionados empresario chileno Marcel Marambio y altos ejecutivos de Cubana de Aviación.
Por Wilfredo Cancio Isla.
El empresario chileno Marcel Luis Marambio Rodríguez, presidente de la firma de viajes turísticos Sol y Son, y 15 directivos de Cubana de Aviación fueron sancionados por un tribunal cubano por delitos de corrupción en un enmarañado caso de ramificaciones internacionales.
En una nota oficial leída la noche del lunes en el Noticiero Nacional de Televisión y publicada hoy en los medios oficiales, el gobierno cubano informó de la sanción en ausencia contra Marambio, condenado a 15 años de cárcel, y contra un grupo de ejecutivos y funcionarios de la compañía estatal Cubana de Aviación, con penas que oscilan entre 10 y tres años de privación de libertad.
El empresario chileno Marcel Luis Marambio Rodríguez, presidente de la firma de viajes turísticos Sol y Son, y 15 directivos de Cubana de Aviación fueron sancionados por un tribunal cubano por delitos de corrupción en un enmarañado caso de ramificaciones internacionales.
En una nota oficial leída la noche del lunes en el Noticiero Nacional de Televisión y publicada hoy en los medios oficiales, el gobierno cubano informó de la sanción en ausencia contra Marambio, condenado a 15 años de cárcel, y contra un grupo de ejecutivos y funcionarios de la compañía estatal Cubana de Aviación, con penas que oscilan entre 10 y tres años de privación de libertad.
Viaje a la semilla.
Por Gustavo Silva.
Historia en historieta. La revolución castrista no tiene aún seis meses y Stan Lee, creador de historietas de súper-héroes, saca ya una de Castro, bastante favorable, bajo cuidado editorial de Atlas Comics, que luego sería Marvel. El lead reza: "Este es Fidel Castro, el hombre de la barba, líder de los barbudos, el barbado y rebelde ejército que ha tomado Cuba en una guerra que ha concitado gran interés. ¡Este es el hombre que Cuba aclama como su libertador y héroe! ¡Este es el hombre y esta es su guerra… ambos son inseparables!".
Historia en historieta. La revolución castrista no tiene aún seis meses y Stan Lee, creador de historietas de súper-héroes, saca ya una de Castro, bastante favorable, bajo cuidado editorial de Atlas Comics, que luego sería Marvel. El lead reza: "Este es Fidel Castro, el hombre de la barba, líder de los barbudos, el barbado y rebelde ejército que ha tomado Cuba en una guerra que ha concitado gran interés. ¡Este es el hombre que Cuba aclama como su libertador y héroe! ¡Este es el hombre y esta es su guerra… ambos son inseparables!".
Viaje a la semilla.
Por Arnaldo M. Fernández.
Una partida de hombres armados, encabezados por el policía Mario Murino y el fiscal Mario Fernández, irrumpe en la finca La Chata, del ex presidente Carlos Prío Socarrás, en busca de ciudadanos americanos de quienes se sospechaba andaban involucrados en actividades ilícitas. Esta finca aparece en la descarga que Eduardo Chibás soltó (Bohemia, mayo 8 de 1949) contra aquel presidente, entonces en ejercicio: "Te conocí cuando eras un estudiante universitario que vivías muy modestamente. Explícame, Carlos Prío, cómo adquiriste, por trasmano, el central Ofelia; cómo adquiriste la finca La Chata, en Arroyo Naranjo (…) Explícame eso, Carlos Prío, si es que puedes hacerlo". Castro se infiltraría en La Chata, dizque como jardinero, para tomar fotografías y estrenarse como periodista con el reportaje "Prío rebaja la función de nuestras fuerzas armadas" (Alerta, febrero 28 de 1952), que denuncia el empleo de militares en labores de construcción y otros servicios personales.
Una partida de hombres armados, encabezados por el policía Mario Murino y el fiscal Mario Fernández, irrumpe en la finca La Chata, del ex presidente Carlos Prío Socarrás, en busca de ciudadanos americanos de quienes se sospechaba andaban involucrados en actividades ilícitas. Esta finca aparece en la descarga que Eduardo Chibás soltó (Bohemia, mayo 8 de 1949) contra aquel presidente, entonces en ejercicio: "Te conocí cuando eras un estudiante universitario que vivías muy modestamente. Explícame, Carlos Prío, cómo adquiriste, por trasmano, el central Ofelia; cómo adquiriste la finca La Chata, en Arroyo Naranjo (…) Explícame eso, Carlos Prío, si es que puedes hacerlo". Castro se infiltraría en La Chata, dizque como jardinero, para tomar fotografías y estrenarse como periodista con el reportaje "Prío rebaja la función de nuestras fuerzas armadas" (Alerta, febrero 28 de 1952), que denuncia el empleo de militares en labores de construcción y otros servicios personales.
En La Habana hay farmacias estatales, ilegales y por divisas.
Por Iván García.
Cada vez que Niurka necesita vitamina C o un aerosol de salbutamol para el asma, sabe dónde encontrarlo. Primero, antes de ver a Fermín, un vendedor ambulante de medicinas, prueba conseguirlo deslizando un billete de veinte pesos en el mostrador de la farmacia estatal más cercana.
Cada vez que Niurka necesita vitamina C o un aerosol de salbutamol para el asma, sabe dónde encontrarlo. Primero, antes de ver a Fermín, un vendedor ambulante de medicinas, prueba conseguirlo deslizando un billete de veinte pesos en el mostrador de la farmacia estatal más cercana.
sábado, 9 de julio de 2011
Viaje a la semilla.
Por Gustavo Silva.
El temor de los corderos. El corresponsal (The Chicago Tribune) y ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jules Dubois, comenta en distintos medios de prensa que el Che Guevara, de origen argentino, no tenía por qué ser dirigente en Cuba. Y agudiza su crítica con que los seguidores de Castro estaban desunidos y a los unidos sería fácil separarlos.
El temor de los corderos. El corresponsal (The Chicago Tribune) y ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jules Dubois, comenta en distintos medios de prensa que el Che Guevara, de origen argentino, no tenía por qué ser dirigente en Cuba. Y agudiza su crítica con que los seguidores de Castro estaban desunidos y a los unidos sería fácil separarlos.
Viaje a la semilla.
Por Gustavo Silva.
Historia en historieta. La revolución castrista no tiene aún seis meses y Stan Lee, creador de historietas de súper-héroes, saca ya una de Castro, bastante favorable, bajo cuidado editorial de Atlas Comics, que luego sería Marvel. El lead reza: "Este es Fidel Castro, el hombre de la barba, líder de los barbudos, el barbado y rebelde ejército que ha tomado Cuba en una guerra que ha concitado gran interés. ¡Este es el hombre que Cuba aclama como su libertador y héroe! ¡Este es el hombre y esta es su guerra… ambos son inseparables!".
Historia en historieta. La revolución castrista no tiene aún seis meses y Stan Lee, creador de historietas de súper-héroes, saca ya una de Castro, bastante favorable, bajo cuidado editorial de Atlas Comics, que luego sería Marvel. El lead reza: "Este es Fidel Castro, el hombre de la barba, líder de los barbudos, el barbado y rebelde ejército que ha tomado Cuba en una guerra que ha concitado gran interés. ¡Este es el hombre que Cuba aclama como su libertador y héroe! ¡Este es el hombre y esta es su guerra… ambos son inseparables!".
La heladería Coppelia cumple 45 años … sin fresa ni chocolate.
Por Iván García
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Coppelia, la más famosa heladería de La Habana y de Cuba, cumple 45 años el 4 de junio. Ubicada en la Calle 23 esquina a L, en la céntrica avenida La Rampa, su arquitectura es una de las más bellas y mejor concebidas después de la revolución verde olivo liderada por Fidel Castro.
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Coppelia, la más famosa heladería de La Habana y de Cuba, cumple 45 años el 4 de junio. Ubicada en la Calle 23 esquina a L, en la céntrica avenida La Rampa, su arquitectura es una de las más bellas y mejor concebidas después de la revolución verde olivo liderada por Fidel Castro.
Viaje a la semilla.
Por Gustavo Silva.
Dualidad de poderes. El Comandante en Jefe y premier Fidel Castro asume la presidencia del Instituto Nacional de Re£orma Agraria (INRA), con el capitán Antonio Núñez Jiménez como director ejecutivo (CEO). Al engolfarse los historiadores soviéticos en la tarea de contarles a los cubanos su historia reciente, las analogías con la revolución rusa proliferaron. Y como una de las joyas historiográficas era la dualidad de poderes Gobierno de Kerenski-Soviets, un tal Marat Mojnachov se apeó, en algo así como La fusión del movimiento revolucionario en Cuba en una corriente única antiimperialista y patriótica (1963), que luego de triunfar la revolución de Castro sobrevino la dualidad de poderes entre el Gobierno Revolucionario y el INRA. Así lo repicaría otro fulano de apellido Churkin en Acerca de la formas políticas de los peldaños del tránsito en el desarrollo de la dictadura del proletariado (1964).
Dualidad de poderes. El Comandante en Jefe y premier Fidel Castro asume la presidencia del Instituto Nacional de Re£orma Agraria (INRA), con el capitán Antonio Núñez Jiménez como director ejecutivo (CEO). Al engolfarse los historiadores soviéticos en la tarea de contarles a los cubanos su historia reciente, las analogías con la revolución rusa proliferaron. Y como una de las joyas historiográficas era la dualidad de poderes Gobierno de Kerenski-Soviets, un tal Marat Mojnachov se apeó, en algo así como La fusión del movimiento revolucionario en Cuba en una corriente única antiimperialista y patriótica (1963), que luego de triunfar la revolución de Castro sobrevino la dualidad de poderes entre el Gobierno Revolucionario y el INRA. Así lo repicaría otro fulano de apellido Churkin en Acerca de la formas políticas de los peldaños del tránsito en el desarrollo de la dictadura del proletariado (1964).
Cuentapropismo en detalle.
Por Oscar Espinosa Chepe.
Al cierre de abril 309.728 personas ejercían como cuentapropistas en Cuba, según información publicada por el diario Gramma, el 21 de mayo. De esta cantidad 221.839 corresponden a nuevas iniciativas surgidas a partir de octubre pasado, cuando fue ampliada esta modalidad de trabajo no estatal. De esa cifra podría desprenderse el criterio de que la actividad se desarrolla positivamente, pero cuando se analizan con más profundidad los datos suministrados las conclusiones podrían ser diferentes.
Al cierre de abril 309.728 personas ejercían como cuentapropistas en Cuba, según información publicada por el diario Gramma, el 21 de mayo. De esta cantidad 221.839 corresponden a nuevas iniciativas surgidas a partir de octubre pasado, cuando fue ampliada esta modalidad de trabajo no estatal. De esa cifra podría desprenderse el criterio de que la actividad se desarrolla positivamente, pero cuando se analizan con más profundidad los datos suministrados las conclusiones podrían ser diferentes.
Algunas medidas positivas.
Informa la prensa que, en una reunión del Consejo de Ministros, se tomaron algunas medidas para flexibilizar aspectos del trabajo por cuenta propia. Entre ellas: aumentar de veinticinco a cincuenta el número de sillas autorizadas a tener en los paladares (restaurantes particulares); reducir, por un tiempo, la tarifa a pagar para poder alquilar viviendas de doscientos a ciento cincuenta pesos (tanto en divisas como en moneda nacional); aumentar del veinte al cuarenta por ciento, los gastos a deducir en la explotación de medios de transporte con tracción animal; considerar de tres a seis meses exentos de impuestos, para la reparación de viviendas o vehículos automotores dedicados al alquiler, así como otras de contenido parecido.
Estas medidas, aunque distan mucho de ser las realmente necesarias, alivian en algo las cargas impuestas al trabajo por cuenta propia y permiten su desarrollo, al tiempo que estimulan a quienes lo realizan. Demuestran cierta preocupación por su realización y constituyen señales de que, a pesar del inmovilismo aún existente, se reacciona ante las realidades, corrigiendo lo regulado anteriormente, algo que antes nunca sucedió.
Sin embargo, llama la atención que sea el Consejo de Ministros quien tenga que decidir al respecto. Si se analiza cada medida, se nota que constituyen simples ajustes de algo ya aprobado, en su forma general, por las diferentes instancias del poder. Nada de singular importancia. ¿No pudieran ocuparse de estos asuntos de poca importancia los respectivos ministerios e instituciones del Estado, quitándole este lastre al Consejo de Ministros? ¿No sería una forma más directa y rápida de desatar nudos?
Durante muchos años, tal vez demasiados, los responsables de los ministerios e instituciones del Estado, han carecido del poder real de decisión, siendo simples ejecutores de una voluntad suprema que todo lo determinaba y decidía. Además, su papel principal era el de servir como chivos expiatorios ante los fracasos. Esto creó y consolidó la nefasta centralización que hoy se plantea desmontar. ¿No sería conveniente comenzar a materializarlo, otorgándoles las responsabilidades que les son inherentes por sus cargos? Los miles de ajustes y adecuaciones necesarias, deben estar en manos de cada responsable y no sólo del Consejo de Ministros. Sería una tarea imposible para él, debiendo ocuparse de cuestiones mucho más trascendentales.
Señalo estas pequeñas medidas y voto porque se sigan tomando, ya que en definitiva deben redundar en un ligero mejoramiento de la situación de los ciudadanos, aunque no constituyan la solución total de nuestros múltiples problemas. ¡Del lobo al menos un pelo! Esto no quiere decir que no aspiremos a tener al lobo.
Estas medidas, aunque distan mucho de ser las realmente necesarias, alivian en algo las cargas impuestas al trabajo por cuenta propia y permiten su desarrollo, al tiempo que estimulan a quienes lo realizan. Demuestran cierta preocupación por su realización y constituyen señales de que, a pesar del inmovilismo aún existente, se reacciona ante las realidades, corrigiendo lo regulado anteriormente, algo que antes nunca sucedió.
Sin embargo, llama la atención que sea el Consejo de Ministros quien tenga que decidir al respecto. Si se analiza cada medida, se nota que constituyen simples ajustes de algo ya aprobado, en su forma general, por las diferentes instancias del poder. Nada de singular importancia. ¿No pudieran ocuparse de estos asuntos de poca importancia los respectivos ministerios e instituciones del Estado, quitándole este lastre al Consejo de Ministros? ¿No sería una forma más directa y rápida de desatar nudos?
Durante muchos años, tal vez demasiados, los responsables de los ministerios e instituciones del Estado, han carecido del poder real de decisión, siendo simples ejecutores de una voluntad suprema que todo lo determinaba y decidía. Además, su papel principal era el de servir como chivos expiatorios ante los fracasos. Esto creó y consolidó la nefasta centralización que hoy se plantea desmontar. ¿No sería conveniente comenzar a materializarlo, otorgándoles las responsabilidades que les son inherentes por sus cargos? Los miles de ajustes y adecuaciones necesarias, deben estar en manos de cada responsable y no sólo del Consejo de Ministros. Sería una tarea imposible para él, debiendo ocuparse de cuestiones mucho más trascendentales.
Señalo estas pequeñas medidas y voto porque se sigan tomando, ya que en definitiva deben redundar en un ligero mejoramiento de la situación de los ciudadanos, aunque no constituyan la solución total de nuestros múltiples problemas. ¡Del lobo al menos un pelo! Esto no quiere decir que no aspiremos a tener al lobo.
Desfiles sobre las ruinas de Cuba.
No ha comenzado el mes de abril, el invierno este año se ha alargado, los días son frescos y claros
Las tardes agradables, el hombre desciende del ómnibus cuando ya casi ha oscurecido, hace un gesto de cansancio y cierra la puerta con fastidio.¿ Que, mucho trabajo? le digo, mientras le tiendo la mano para saludarle, no es fácil, contesta, esta frase se ha hecho popular entre los cubanos, no por las dificultades exactamente, sino por lo denigrante en las soluciones, lo desabrido del diario, en trabajos cuyo remuneración no alcanza para las dos primeras semanas de sustento y los trabajadores se ven casi obligados a deshonrarse para apenas sostener a sus familias, no es fácil, repite la palabra como regurgitada de una vorágines de insatisfacciones putrefactas por la impotencia, mueve la cabeza de un lado para otro denotando la incomprensión del soliloquio que parece martirizarlo, sabes, ahora estamos en las practicas para el desfile del 17 de abril, por lo de Girón,¿ como es eso, tan temprano han comenzado? Le expreso, con aparente asombro, para sacarle algún detalle mas, pues de sobra conozco de lo que es capaz la dictadura para confundir y seguir dando al mundo una imagen diferente de, a lo que en realidad han convertido a Cuba. Si, tres veces por semana, recogemos personal de distintos lugares la mayor parte militares y los llevamos a la autopista allí esperamos, cuando terminan los regresamos,¡ como se botan recursos en este país! comenta. Nadie responde por ellos; le digo ¿Cuántos ómnibus crees que hallan movilizados, 50? Que va, te quedas corto, hay mas de cien. Hago un gesto de fastidio, mientras murmuro en una exclamación de dolor, pobre pueblo, miro el rostro agotado del hombre y la compasión da punto final al dialogo, mas tarde veo en el noticiero, que no solo es lo antes expuesto, también se modifican viejas y obsoletas técnicas de combates, se reparan vías para las cuales antes no existían recursos y otros menesteres.
El estado o el pueblo mejor dicho, esta en una de sus peores crisis(las crisis, del pueblo el estado no las sufre) y el gobierno emplea los pocos recursos del pueblo para un demagógico desfile, mas de cien ómnibus y otros vehículos de cobertura, además de fuerza laboral, un aproximado de 4.000 litros de combustible diario, en la semana 12.000 mil sin contar los que van a parar producto del desajuste al mercado negro; los demás gastos fruto de la corrupción son insospechados. Mientras esto sucede decenas do toneladas de productos agropecuarios no pueden trasladarse al consumo de la población, cientos de niños reciben en las escuelas por almuerzo y muchos también cubriendo el desayuno faltante en casa, una merienda de mendigos, un pancito de pésima calidad, con embutido de tercera y un vaso de yogur de soya, centenas de familias viven en albergues en pésimas condiciones de hacinamiento y otras necesitan una vivienda, los hospitales precisan reparación y reabastecimiento, los productos hasta ahora subsidiados por el estado y las asistencias sociales se ven reducidas al mínimo, esto, sin aumentar los salarios a lo justo, miles de obreros se ven obligados a formar parte de la aventura del cuentapropismo y otros han sido o serán expulsados de sus centros de trabajo según las declaraciones del propio gobierno, casi todos pasando a formar parte de las fuerzas no vinculadas directamente a la producción haciéndose intermediarios sociales, clase social engendrada por el sistema que transita errante y desorientada en la incertidumbre .
Estos costosos desfiles basados en el fraude político donde y por sutiles disimiles y morbosas formulas el pueblo esta obligado a participar, son una característica esencial de las dictaduras totalitarias, que no responden nunca por los recursos dilapidados pertenecientes al desposeído pueblo, uno el 17 de a Abril otro el 1ro de Mayo, escuelas enteras trasladadas de un lado para otro, no asistir a un estudiante o un trabajador le puede costar desde una sanción hasta la expulsión, el cambio de sus sueños, por una siniestra y desagradable pesadilla. A la dictadura no le preocupan los gastos, las necesidades del pueblo quedan como subproducto de las egolatrías del estado, están planificadas para las sobras del poder. El culto al presidente y al estado como tarea principal tratando de demostrar al mundo la Cuba que no existe. CUIDADO AMERICA, CUBA ES UNA TRAMPA.
Las tardes agradables, el hombre desciende del ómnibus cuando ya casi ha oscurecido, hace un gesto de cansancio y cierra la puerta con fastidio.¿ Que, mucho trabajo? le digo, mientras le tiendo la mano para saludarle, no es fácil, contesta, esta frase se ha hecho popular entre los cubanos, no por las dificultades exactamente, sino por lo denigrante en las soluciones, lo desabrido del diario, en trabajos cuyo remuneración no alcanza para las dos primeras semanas de sustento y los trabajadores se ven casi obligados a deshonrarse para apenas sostener a sus familias, no es fácil, repite la palabra como regurgitada de una vorágines de insatisfacciones putrefactas por la impotencia, mueve la cabeza de un lado para otro denotando la incomprensión del soliloquio que parece martirizarlo, sabes, ahora estamos en las practicas para el desfile del 17 de abril, por lo de Girón,¿ como es eso, tan temprano han comenzado? Le expreso, con aparente asombro, para sacarle algún detalle mas, pues de sobra conozco de lo que es capaz la dictadura para confundir y seguir dando al mundo una imagen diferente de, a lo que en realidad han convertido a Cuba. Si, tres veces por semana, recogemos personal de distintos lugares la mayor parte militares y los llevamos a la autopista allí esperamos, cuando terminan los regresamos,¡ como se botan recursos en este país! comenta. Nadie responde por ellos; le digo ¿Cuántos ómnibus crees que hallan movilizados, 50? Que va, te quedas corto, hay mas de cien. Hago un gesto de fastidio, mientras murmuro en una exclamación de dolor, pobre pueblo, miro el rostro agotado del hombre y la compasión da punto final al dialogo, mas tarde veo en el noticiero, que no solo es lo antes expuesto, también se modifican viejas y obsoletas técnicas de combates, se reparan vías para las cuales antes no existían recursos y otros menesteres.
El estado o el pueblo mejor dicho, esta en una de sus peores crisis(las crisis, del pueblo el estado no las sufre) y el gobierno emplea los pocos recursos del pueblo para un demagógico desfile, mas de cien ómnibus y otros vehículos de cobertura, además de fuerza laboral, un aproximado de 4.000 litros de combustible diario, en la semana 12.000 mil sin contar los que van a parar producto del desajuste al mercado negro; los demás gastos fruto de la corrupción son insospechados. Mientras esto sucede decenas do toneladas de productos agropecuarios no pueden trasladarse al consumo de la población, cientos de niños reciben en las escuelas por almuerzo y muchos también cubriendo el desayuno faltante en casa, una merienda de mendigos, un pancito de pésima calidad, con embutido de tercera y un vaso de yogur de soya, centenas de familias viven en albergues en pésimas condiciones de hacinamiento y otras necesitan una vivienda, los hospitales precisan reparación y reabastecimiento, los productos hasta ahora subsidiados por el estado y las asistencias sociales se ven reducidas al mínimo, esto, sin aumentar los salarios a lo justo, miles de obreros se ven obligados a formar parte de la aventura del cuentapropismo y otros han sido o serán expulsados de sus centros de trabajo según las declaraciones del propio gobierno, casi todos pasando a formar parte de las fuerzas no vinculadas directamente a la producción haciéndose intermediarios sociales, clase social engendrada por el sistema que transita errante y desorientada en la incertidumbre .
Estos costosos desfiles basados en el fraude político donde y por sutiles disimiles y morbosas formulas el pueblo esta obligado a participar, son una característica esencial de las dictaduras totalitarias, que no responden nunca por los recursos dilapidados pertenecientes al desposeído pueblo, uno el 17 de a Abril otro el 1ro de Mayo, escuelas enteras trasladadas de un lado para otro, no asistir a un estudiante o un trabajador le puede costar desde una sanción hasta la expulsión, el cambio de sus sueños, por una siniestra y desagradable pesadilla. A la dictadura no le preocupan los gastos, las necesidades del pueblo quedan como subproducto de las egolatrías del estado, están planificadas para las sobras del poder. El culto al presidente y al estado como tarea principal tratando de demostrar al mundo la Cuba que no existe. CUIDADO AMERICA, CUBA ES UNA TRAMPA.
Memorabilia: ¿se acuerdan de que Pérez Roque era como pocos?
El 28 de mayo de 1999, el entonces delfín del castrismo Felipe Pérez Roque fue designado como ministro de Relaciones Exteriores, convertido en el más joven integrante del gabinete cubano.
Su nombramiento fue anunciado en una nota del Consejo de Estado que elogiaba al joven dirigente y destacaba sus condiciones excepcionales para el cargo por estar familiarizados como pocos con las ideas de Fidel Castro. La frase destapó una ola de reacciones entre la vieja nomenclatura que se sintió relegada a un segundo plano en eso de conocer las doctrinas del Jefe, al punto que dos días después la prensa oficial se vio obligada a publicar una inusual nota aclaratoria.
La nota aclaratoria del 31 de mayo de 1999 quedará en la historia como una joya insuperable de la guataquería oficial. No existe un documento similar en la papelería revolucionaria cubana: esta es quizás la degeneración más viciada del culto a la personalidad que se recuerde en mucho tiempo, fabricada desde la impersonalidad de un grupo de presuntos ofendidos para halagar la voluntad de una cúpula envejecida de impostores.
Reproducimos aquella nota de rectificación, que varias fuentes consultadas atribuyeron a una rabieta del actual vicepresidente primero y segundo secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura.
Sea quien fuere su promotor, el texto es sintomático del estado de sumisión totalitaria que convierte a los estratos de poder en juguetes imantados en torno a la figura del líder máximo.
Para esa época, Pérez Roque escalaba hasta la cancillería cubana en sustitución de un blando y corrupto Roberto Robaina. Se había forjado bajo la tutela de Fidel Castro y había probado intensamente su lealtad al patriarca.
Diez años después, todo se desmoronó y el prometedor dirigente que como pocos interpretaba al jefe se transformaba en un indigno a quien la miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno despertó ambiciones que ilusionaron a los enemigos de Cuba, según las propias palabras de Fidel Castro tras la destitución de su antiguo discípulo, en marzo del 2009.
Hoy Felipe Ramón Pérez Roque, de 46 años, es un fantasma político. Intenta aplicar sus conocimientos de ingeniería en una fábrica sideromecánica de La Habana y trata de pasar inadvertido entre sus compatriotas. Se sabe vigilado y su comportamiento no se permite ningún desliz que pueda interpretarse como provocador a sus viejos camaradas.
Suele visitar a su suegro Jaime Crombet, vicepresidente del parlamento cubano, y de vez en cuando repite en privado y en público -para los oídos y los ojos del Gran Hermano- que confía en la revolución.
Queda esta nota de la aberración oficial para cuando haya que hacer la Historia de verdad.
Su nombramiento fue anunciado en una nota del Consejo de Estado que elogiaba al joven dirigente y destacaba sus condiciones excepcionales para el cargo por estar familiarizados como pocos con las ideas de Fidel Castro. La frase destapó una ola de reacciones entre la vieja nomenclatura que se sintió relegada a un segundo plano en eso de conocer las doctrinas del Jefe, al punto que dos días después la prensa oficial se vio obligada a publicar una inusual nota aclaratoria.
La nota aclaratoria del 31 de mayo de 1999 quedará en la historia como una joya insuperable de la guataquería oficial. No existe un documento similar en la papelería revolucionaria cubana: esta es quizás la degeneración más viciada del culto a la personalidad que se recuerde en mucho tiempo, fabricada desde la impersonalidad de un grupo de presuntos ofendidos para halagar la voluntad de una cúpula envejecida de impostores.
Reproducimos aquella nota de rectificación, que varias fuentes consultadas atribuyeron a una rabieta del actual vicepresidente primero y segundo secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura.
Sea quien fuere su promotor, el texto es sintomático del estado de sumisión totalitaria que convierte a los estratos de poder en juguetes imantados en torno a la figura del líder máximo.
Para esa época, Pérez Roque escalaba hasta la cancillería cubana en sustitución de un blando y corrupto Roberto Robaina. Se había forjado bajo la tutela de Fidel Castro y había probado intensamente su lealtad al patriarca.
Diez años después, todo se desmoronó y el prometedor dirigente que como pocos interpretaba al jefe se transformaba en un indigno a quien la miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno despertó ambiciones que ilusionaron a los enemigos de Cuba, según las propias palabras de Fidel Castro tras la destitución de su antiguo discípulo, en marzo del 2009.
Hoy Felipe Ramón Pérez Roque, de 46 años, es un fantasma político. Intenta aplicar sus conocimientos de ingeniería en una fábrica sideromecánica de La Habana y trata de pasar inadvertido entre sus compatriotas. Se sabe vigilado y su comportamiento no se permite ningún desliz que pueda interpretarse como provocador a sus viejos camaradas.
Suele visitar a su suegro Jaime Crombet, vicepresidente del parlamento cubano, y de vez en cuando repite en privado y en público -para los oídos y los ojos del Gran Hermano- que confía en la revolución.
Queda esta nota de la aberración oficial para cuando haya que hacer la Historia de verdad.
Empresarios exiliados dispuestos a invertir con respaldo legal.
Grandes empresarios cubanos residentes en Estados Unidos están dispuestos a invertir en la isla si el Gobierno de Raúl Castro adopta reglas universales sobre los negocios, en su reforma económica, aseguró uno de sus líderes, según una entrevista publicada el lunes.
Se bien el interés que tienen en poder contribuir con su talento y su tesoro para ayudar a una Cuba que prospere y progrese. El empresariado cubano en el exterior tiene mucho que contribuir (…). Somos parte del enorme capital humano con que cuenta la patria, dijo el empresario Carlos Saladrigas a la revista católica Palabra Nueva.
Saladrigas, de 62 años, encabeza The Vincam Group, una de las diez agencias empleadoras más grandes de Estados Unidos, y desde el 2001 preside el Grupo de Estudios sobre Cuba, que integran numerosos empresarios emigrados.
Fue uno de los niños emigrados en la operación Peter Pan de 1961, mantuvo durante décadas una posición radical con respecto a Cuba y en 1998 lideró las presiones que suspendió un proyecto de crucero de cubanos para asistir en La Habana a la visita del Papa Juan Pablo II.
Pero luego su postura política se flexibilizó, se ha manifestado contra el embargo de Washington, y viajó a la isla en febrero pasado. Para que Cuba cambié y prospere, todos los cubanos tenemos que cambiar. Persona a persona, familia a familia. El exilio cubano ya comenzó la jornada, dijo.
En ese sentido, Saladrigas consideró necesario en la isla un programa con visión de futuro, que salve o cambie lo necesario y que reciba al empresario y al productor como salvadores, no como un mal necesario.
Se necesita un cambio de filosofía, que también conlleve una legalidad clara que cree confianza y eliminar el deseo frenético (de la burocracia) de controlar toda la actividad humana.
Saladrigas sostiene que esos empresarios deben invertir como capital nacional, en asociación con sus compatriotas de la isla, y no ser considerados extranjeros.
Para que fluya esa inversión, el gobierno tendrá que garantizar reglas universales: un marco legal claro; un sistema judicial efectivo y justo; un riesgo político moderado y un clima laboral justo y equitativo, concluyó.
El plan de reformas prevé, entre varias medidas, atraer capital extranjero y ampliar el sector privado, para lo cual Raúl Castro llamó a quitar estigmas que prevalecieron por años sobre los empresarios privados.
Se bien el interés que tienen en poder contribuir con su talento y su tesoro para ayudar a una Cuba que prospere y progrese. El empresariado cubano en el exterior tiene mucho que contribuir (…). Somos parte del enorme capital humano con que cuenta la patria, dijo el empresario Carlos Saladrigas a la revista católica Palabra Nueva.
Saladrigas, de 62 años, encabeza The Vincam Group, una de las diez agencias empleadoras más grandes de Estados Unidos, y desde el 2001 preside el Grupo de Estudios sobre Cuba, que integran numerosos empresarios emigrados.
Fue uno de los niños emigrados en la operación Peter Pan de 1961, mantuvo durante décadas una posición radical con respecto a Cuba y en 1998 lideró las presiones que suspendió un proyecto de crucero de cubanos para asistir en La Habana a la visita del Papa Juan Pablo II.
Pero luego su postura política se flexibilizó, se ha manifestado contra el embargo de Washington, y viajó a la isla en febrero pasado. Para que Cuba cambié y prospere, todos los cubanos tenemos que cambiar. Persona a persona, familia a familia. El exilio cubano ya comenzó la jornada, dijo.
En ese sentido, Saladrigas consideró necesario en la isla un programa con visión de futuro, que salve o cambie lo necesario y que reciba al empresario y al productor como salvadores, no como un mal necesario.
Se necesita un cambio de filosofía, que también conlleve una legalidad clara que cree confianza y eliminar el deseo frenético (de la burocracia) de controlar toda la actividad humana.
Saladrigas sostiene que esos empresarios deben invertir como capital nacional, en asociación con sus compatriotas de la isla, y no ser considerados extranjeros.
Para que fluya esa inversión, el gobierno tendrá que garantizar reglas universales: un marco legal claro; un sistema judicial efectivo y justo; un riesgo político moderado y un clima laboral justo y equitativo, concluyó.
El plan de reformas prevé, entre varias medidas, atraer capital extranjero y ampliar el sector privado, para lo cual Raúl Castro llamó a quitar estigmas que prevalecieron por años sobre los empresarios privados.
Tierras ociosas en Cuba entre la crisis y el precipicio.
Por Alberto Muller.
Cuba afronta una crisis económica severa de tal magnitud, que de acuerdo al economista Carmelo Mesa-Lago, si no profundizan los cambios, no conseguirá resolver los problemas económicos y sociales fundamentales.
A los nacionales, para producir en el campo, se les dan 10 años, y a los extranjeros para sacar dividendos al deporte, casi 100.
El hecho de que Cuba tenga que importar granos, café, viandas y hasta azúcar, denota que la producción agrícola sigue sin encontrar un rumbo claro de incorporación y productividad para una economía que se debate entre la crisis y 'el precipicio', según palabra del propio Raúl Castro durante el VI Congreso del Partido Comunista.
Cuba afronta una crisis económica severa de tal magnitud, que de acuerdo al economista Carmelo Mesa-Lago, si no profundizan los cambios, no conseguirá resolver los problemas económicos y sociales fundamentales.
Desde el 2007 el gobierno cubano viene anunciando 'reformas estructurales' y la más importante de ellas es la entrega en usufructo a los campesinos de la mitad de las tierras estatales ociosas.
Pero la medida encontró un obstáculo mayúsculo que desanimó a muchos de los productores agrícolas, al determinar el gobierno que el contrato de usufructo sería sólo por 10 años, mientras que China cuando logró el gran salto productivo agrícola, garantizó el término del usufructo entre 50 y 90 años.
Y otra contradicción que molestó a muchos campesinos con el término de los diez años para el usufructo, de acuerdo al economista independiente Oscar Espinosa Chepe, es que el contrato en usufructo para que extranjeros exploten campos de golf en Cuba, se hace por 99 años.
Quiere esto decir que a los nacionales, para producir en el campo, se les dan 10 años, y a los extranjeros para sacar dividendos al deporte, casi 100.
A este desánimo de los productores de la tierra, se sumaron que el contrato en usufructo puede no ser renovado, que el usufructuario tiene que vender la cosecha a precios fijados inferiores a los precios del mercado, y que además, no se le permite construir su casa en el terreno.
La gran promesa de la Ley de Reforma Agraria de 1959, de que los campesinos fueran propietarios de las tierras que laboraban, se ha quedado engavetada más de medio siglo por la obsesión sistemática de que el Estado lo controle todo en el país.
Datos oficiales suministrados al periódico oficialista Granma por el director del Centro Nacional de Control de Tierra del Ministerio de Agricultura, Pedro Olivera, apuntó que del millón de hectáreas concedidas en usufructo, de acuerdo a la Ley 259, sólo el 25 por ciento se dedica a viandas, hortalizas y granos, mientras la tierra restante a ganado vacuno lechero, ceba de toros, caña, frutales y tabaco.
Olivera añadió que todavía quedan del fondo nacional de tierras ociosas sin entregar más de 800 mil hectáreas por cierta lentitud en los trámites y que el Decreto-Ley sobre el usufructo no está exento de tropiezos, como la falta de insumos o los precios excesivos a los insumos que se ofrecen.
Para que el sector agrícola cubano produzca con entusiasmo y altos rendimientos, la consigna estructural tiene que estar involucrada en convertirlos en propietarios de sus tierras.
Lo demás es prolongar la angustia entre la crisis actual y el precipicio anunciado.
Cuba afronta una crisis económica severa de tal magnitud, que de acuerdo al economista Carmelo Mesa-Lago, si no profundizan los cambios, no conseguirá resolver los problemas económicos y sociales fundamentales.
A los nacionales, para producir en el campo, se les dan 10 años, y a los extranjeros para sacar dividendos al deporte, casi 100.
El hecho de que Cuba tenga que importar granos, café, viandas y hasta azúcar, denota que la producción agrícola sigue sin encontrar un rumbo claro de incorporación y productividad para una economía que se debate entre la crisis y 'el precipicio', según palabra del propio Raúl Castro durante el VI Congreso del Partido Comunista.
Cuba afronta una crisis económica severa de tal magnitud, que de acuerdo al economista Carmelo Mesa-Lago, si no profundizan los cambios, no conseguirá resolver los problemas económicos y sociales fundamentales.
Desde el 2007 el gobierno cubano viene anunciando 'reformas estructurales' y la más importante de ellas es la entrega en usufructo a los campesinos de la mitad de las tierras estatales ociosas.
Pero la medida encontró un obstáculo mayúsculo que desanimó a muchos de los productores agrícolas, al determinar el gobierno que el contrato de usufructo sería sólo por 10 años, mientras que China cuando logró el gran salto productivo agrícola, garantizó el término del usufructo entre 50 y 90 años.
Y otra contradicción que molestó a muchos campesinos con el término de los diez años para el usufructo, de acuerdo al economista independiente Oscar Espinosa Chepe, es que el contrato en usufructo para que extranjeros exploten campos de golf en Cuba, se hace por 99 años.
Quiere esto decir que a los nacionales, para producir en el campo, se les dan 10 años, y a los extranjeros para sacar dividendos al deporte, casi 100.
A este desánimo de los productores de la tierra, se sumaron que el contrato en usufructo puede no ser renovado, que el usufructuario tiene que vender la cosecha a precios fijados inferiores a los precios del mercado, y que además, no se le permite construir su casa en el terreno.
La gran promesa de la Ley de Reforma Agraria de 1959, de que los campesinos fueran propietarios de las tierras que laboraban, se ha quedado engavetada más de medio siglo por la obsesión sistemática de que el Estado lo controle todo en el país.
Datos oficiales suministrados al periódico oficialista Granma por el director del Centro Nacional de Control de Tierra del Ministerio de Agricultura, Pedro Olivera, apuntó que del millón de hectáreas concedidas en usufructo, de acuerdo a la Ley 259, sólo el 25 por ciento se dedica a viandas, hortalizas y granos, mientras la tierra restante a ganado vacuno lechero, ceba de toros, caña, frutales y tabaco.
Olivera añadió que todavía quedan del fondo nacional de tierras ociosas sin entregar más de 800 mil hectáreas por cierta lentitud en los trámites y que el Decreto-Ley sobre el usufructo no está exento de tropiezos, como la falta de insumos o los precios excesivos a los insumos que se ofrecen.
Para que el sector agrícola cubano produzca con entusiasmo y altos rendimientos, la consigna estructural tiene que estar involucrada en convertirlos en propietarios de sus tierras.
Lo demás es prolongar la angustia entre la crisis actual y el precipicio anunciado.
Juegos prohibidos en Cuba: Apuestas en las gradas.
Por Iván García.
En el Latino, el viejo estadio de béisbol del Cerro, recinto sagrado del deporte de la bola y los strikes en la isla, no son pocos los que se dedican a recoger apuestas minutos antes que el umpire de la voz de ¡A jugar!
Arturo, un negro de piel brillosa, se dedica al negocio de las apuestas. Suele sentarse en la parte izquierda del graderío, justo donde también se colocan los fanáticos afligidos de Industriales, a punto de quedar fuera de los play-offs de post temporada, y que aún creen en un milagro de la novena azul.
Un buen apostador no debe ser fan de ningún equipo. Se impone la lógica. Por estos días he ganado bastante plata. Los furibundos seguidores de Industriales, acostumbran jugar con el corazón y apuestan mucho dinero a su equipo. Estoy aquí con la boca abierta para comérmelos, dice Arturo con una sonrisa.
Otros, como Reinier, se dedican a hacer apuestas rápidas a cualquier jugada. Diez pesos contra veinte (0.50 y 0.80 centavos de dólar) a que Urgellés (bateador) es out, vocea descaradamente casi ante las narices de un cuarteto de policías al parecer sordos.
Varios espectadores pican el anzuelo lanzado por Reinier y contemplando la posibilidad de ganar el doble de lo que apuestan, caen en la trampa. No te imaginas lo tonto que a veces son los fanáticos. En este tipo de apuestas rápidas, a cualquier jugada siempre se debe apostar al out. Recuerda que en un juego de béisbol hay 54 outs. El gancho es pagar el doble. Aunque con este béisbol ofensivo que se juega en Cuba a veces no tengo las ganancias que quisiera.
Jacinto es más previsor. Viste como un dandy, con varias cadenas de oro. Apuesta fuertes sumas de dinero. En horas de la mañana, en una barbería del barrio de Santos Suárez, anota en una hoja de libreta un gran número de apuestas. Y antes que comience el juego, el equipo favorito arranca con una o dos carreras de ventaja en las apuestas.
Es una estrategia compleja e interesante. Nosotros estudiamos el rival y el pitcher que va a lanzar. Por ejemplo si es Yadier Pedroso, de La Habana (uno de los mejores lanzadores de Cuba) contra Ian Rendón, de Industriales, que ha tenido una campaña discreta, damos carrera y media a favor de La Habana. En caso de que los Industriales jueguen de visitante, entonces damos hasta dos carreras a La Habana. Aunque a mí en lo personal no me gusta arriesgar mucho dinero a favor o en contra de Industriales. Esa novena es capaz de lo mejor o de lo peor. Como quiera que sea, es un equipo macho, apunta Jacinto.
El año pasado, el insólito campeonato ganado contra todos los pronósticos por el equipo azul de la capital quebró a varios bancos de apuestas. Nadie daba un centavo a que Industriales ganaría la corona. Sólo sus fanáticos más fieles creían en la hazaña. Y ganaron. Pero apostaron en contra de la razón, recuerda Pedro, un blanco rechoncho que asegura haber perdido casi 20 mil pesos en los juegos de post temporada en 2010. Por eso odio a Industriales, dice.
Algunos seguidores de la novena azul piensan que ciertos jugadores pueden estar en complicidad con los apostadores. Pero es más bien un razonamiento de fanáticos extremistas. Aunque en 1981 varios jugadores de Metropolitanos, otro equipo capitalino, se vieron envueltos en un escándalo de apuestas.
Las apuestas en las gradas de los estadios están prohibidas. Pero tranquilamente suceden. A ratos, cuando las cosas le salen mal a los que pierden su dinero, se desahogan gritando gruesos improperios o agreden a árbitros y jugadores.
Lo hacen los malos perdedores. O los apostadores amateurs. La mayoría de los apostadores 'profesionales' sabemos encajar las derrotas. Al final, el apostador que sabe de béisbol gana más de lo que pierde, expresa Leonardo, un mulato pasado de peso.
El juego contra las 'naranjas' de Villa Clara acaba de comenzar. Tras las notas del himno nacional, arrancan las apuestas.
En el Latino, el viejo estadio de béisbol del Cerro, recinto sagrado del deporte de la bola y los strikes en la isla, no son pocos los que se dedican a recoger apuestas minutos antes que el umpire de la voz de ¡A jugar!
Arturo, un negro de piel brillosa, se dedica al negocio de las apuestas. Suele sentarse en la parte izquierda del graderío, justo donde también se colocan los fanáticos afligidos de Industriales, a punto de quedar fuera de los play-offs de post temporada, y que aún creen en un milagro de la novena azul.
Un buen apostador no debe ser fan de ningún equipo. Se impone la lógica. Por estos días he ganado bastante plata. Los furibundos seguidores de Industriales, acostumbran jugar con el corazón y apuestan mucho dinero a su equipo. Estoy aquí con la boca abierta para comérmelos, dice Arturo con una sonrisa.
Otros, como Reinier, se dedican a hacer apuestas rápidas a cualquier jugada. Diez pesos contra veinte (0.50 y 0.80 centavos de dólar) a que Urgellés (bateador) es out, vocea descaradamente casi ante las narices de un cuarteto de policías al parecer sordos.
Varios espectadores pican el anzuelo lanzado por Reinier y contemplando la posibilidad de ganar el doble de lo que apuestan, caen en la trampa. No te imaginas lo tonto que a veces son los fanáticos. En este tipo de apuestas rápidas, a cualquier jugada siempre se debe apostar al out. Recuerda que en un juego de béisbol hay 54 outs. El gancho es pagar el doble. Aunque con este béisbol ofensivo que se juega en Cuba a veces no tengo las ganancias que quisiera.
Jacinto es más previsor. Viste como un dandy, con varias cadenas de oro. Apuesta fuertes sumas de dinero. En horas de la mañana, en una barbería del barrio de Santos Suárez, anota en una hoja de libreta un gran número de apuestas. Y antes que comience el juego, el equipo favorito arranca con una o dos carreras de ventaja en las apuestas.
Es una estrategia compleja e interesante. Nosotros estudiamos el rival y el pitcher que va a lanzar. Por ejemplo si es Yadier Pedroso, de La Habana (uno de los mejores lanzadores de Cuba) contra Ian Rendón, de Industriales, que ha tenido una campaña discreta, damos carrera y media a favor de La Habana. En caso de que los Industriales jueguen de visitante, entonces damos hasta dos carreras a La Habana. Aunque a mí en lo personal no me gusta arriesgar mucho dinero a favor o en contra de Industriales. Esa novena es capaz de lo mejor o de lo peor. Como quiera que sea, es un equipo macho, apunta Jacinto.
El año pasado, el insólito campeonato ganado contra todos los pronósticos por el equipo azul de la capital quebró a varios bancos de apuestas. Nadie daba un centavo a que Industriales ganaría la corona. Sólo sus fanáticos más fieles creían en la hazaña. Y ganaron. Pero apostaron en contra de la razón, recuerda Pedro, un blanco rechoncho que asegura haber perdido casi 20 mil pesos en los juegos de post temporada en 2010. Por eso odio a Industriales, dice.
Algunos seguidores de la novena azul piensan que ciertos jugadores pueden estar en complicidad con los apostadores. Pero es más bien un razonamiento de fanáticos extremistas. Aunque en 1981 varios jugadores de Metropolitanos, otro equipo capitalino, se vieron envueltos en un escándalo de apuestas.
Las apuestas en las gradas de los estadios están prohibidas. Pero tranquilamente suceden. A ratos, cuando las cosas le salen mal a los que pierden su dinero, se desahogan gritando gruesos improperios o agreden a árbitros y jugadores.
Lo hacen los malos perdedores. O los apostadores amateurs. La mayoría de los apostadores 'profesionales' sabemos encajar las derrotas. Al final, el apostador que sabe de béisbol gana más de lo que pierde, expresa Leonardo, un mulato pasado de peso.
El juego contra las 'naranjas' de Villa Clara acaba de comenzar. Tras las notas del himno nacional, arrancan las apuestas.
Llegaron los aguaceros a La Habana.
Por Iván García.
Los habaneros lo pedían a gritos. Después de 9 meses de una sequía feroz -donde las nubes cargadas de agua pasaban de largo por la ciudad y sus presas y reservorios tenían prendido el farolillo rojo-, aparecieron las lluvias.
Cuando ya el mes de mayo se nos iba, hicieron acto de presencia los ansiados chaparrones de primavera. Niños y adolescentes en short, descalzos y sin camisa, disfrutaron del primer aguacero serio de la temporada.
Algunos adultos también se sumaron a la fiesta. Ya preocupaba. Las reservas de agua en La Habana sólo alcanzan un 18%. Y a ello se añade que más del 60% se pierde cada noche, por los salideros en toda la capital. La alarmante escasez provocó que las autoridades hidrológicas dieran una nueva vuelta de tuerca en la distribución del preciado líquido en la capital.
En la mayoría de los barrios habaneros, en días alternos, por lo general después de las 8 de la noche, se distribuye el agua potable a la población. En la parte antigua de la ciudad existen lugares a donde nunca ha llegado agua corriente al grifo.
Son casas con las cañerías tupidas de magnesio y desperdicios. Nemesio, vecino de la calle Laguna, en el suburbio marginal y mayoritariamente negro de San Leopoldo, ya olvidó la última vez que se bañó bajo una ducha.
En estos sitios, cuna de jineteras y timadores, los 'piperos' -así llaman a quienes manejan 'pipas' o carros cisternas- suelen hacer mucho dinero. Una familia en una cuartería de tres pisos, con cierto parecido a una prisión estadounidense de mediados del siglo XX, paga hasta 20 dólares para que el 'pipero' le llene sus depósitos de agua.
Por estos lares, el agua tiene su precio. Tipos venidos del oriente del país que viven clandestinos en La Habana, cobran 4 dólares por llenar hasta el tope un tanque de 55 galones. Y créanme, les sobra trabajo. Con las primeras lluvias de mayo la gente respiró aliviada.
Ahora hace falta que llueva a diario durante dos meses, para que se lleve lo malo, dice una santera. Como ella, abundan las personas temerosas de los vaivenes del tiempo. Las noticias que llegan del norte y del sur asustan. Tornados asesinos en Estados Unidos y aguaceros infinitos en Sudamérica. Como para demostrar que el mundo está patas arriba.
En Arroyo Arenas, municipio de La Lisa, al oeste de la capital, hubo una tormenta local intensa y cayeron granizos del tamaño de un limón. Las aguas de mayo trajeron también estruendosas descargas eléctricas y, por deficiencias en desagües y alcantarillados, las calles enseguida se inundaron.
Pero eso es lo de menos. Los habaneros clamaban por la lluvia, y porque las presas y el manto freático se desborden. A ver si los aguaceros alivian estos calores africanos.
Los chubascos de mayo han devuelto la sonrisa a pobladores y autoridades. Que las aguas no paren. Que La Habana, se nos convierta en Macondo.
Los habaneros lo pedían a gritos. Después de 9 meses de una sequía feroz -donde las nubes cargadas de agua pasaban de largo por la ciudad y sus presas y reservorios tenían prendido el farolillo rojo-, aparecieron las lluvias.
Cuando ya el mes de mayo se nos iba, hicieron acto de presencia los ansiados chaparrones de primavera. Niños y adolescentes en short, descalzos y sin camisa, disfrutaron del primer aguacero serio de la temporada.
Algunos adultos también se sumaron a la fiesta. Ya preocupaba. Las reservas de agua en La Habana sólo alcanzan un 18%. Y a ello se añade que más del 60% se pierde cada noche, por los salideros en toda la capital. La alarmante escasez provocó que las autoridades hidrológicas dieran una nueva vuelta de tuerca en la distribución del preciado líquido en la capital.
En la mayoría de los barrios habaneros, en días alternos, por lo general después de las 8 de la noche, se distribuye el agua potable a la población. En la parte antigua de la ciudad existen lugares a donde nunca ha llegado agua corriente al grifo.
Son casas con las cañerías tupidas de magnesio y desperdicios. Nemesio, vecino de la calle Laguna, en el suburbio marginal y mayoritariamente negro de San Leopoldo, ya olvidó la última vez que se bañó bajo una ducha.
En estos sitios, cuna de jineteras y timadores, los 'piperos' -así llaman a quienes manejan 'pipas' o carros cisternas- suelen hacer mucho dinero. Una familia en una cuartería de tres pisos, con cierto parecido a una prisión estadounidense de mediados del siglo XX, paga hasta 20 dólares para que el 'pipero' le llene sus depósitos de agua.
Por estos lares, el agua tiene su precio. Tipos venidos del oriente del país que viven clandestinos en La Habana, cobran 4 dólares por llenar hasta el tope un tanque de 55 galones. Y créanme, les sobra trabajo. Con las primeras lluvias de mayo la gente respiró aliviada.
Ahora hace falta que llueva a diario durante dos meses, para que se lleve lo malo, dice una santera. Como ella, abundan las personas temerosas de los vaivenes del tiempo. Las noticias que llegan del norte y del sur asustan. Tornados asesinos en Estados Unidos y aguaceros infinitos en Sudamérica. Como para demostrar que el mundo está patas arriba.
En Arroyo Arenas, municipio de La Lisa, al oeste de la capital, hubo una tormenta local intensa y cayeron granizos del tamaño de un limón. Las aguas de mayo trajeron también estruendosas descargas eléctricas y, por deficiencias en desagües y alcantarillados, las calles enseguida se inundaron.
Pero eso es lo de menos. Los habaneros clamaban por la lluvia, y porque las presas y el manto freático se desborden. A ver si los aguaceros alivian estos calores africanos.
Los chubascos de mayo han devuelto la sonrisa a pobladores y autoridades. Que las aguas no paren. Que La Habana, se nos convierta en Macondo.
El castrismo: una herencia económica catastrófica.
Por Alberto Recarte.
La falta de un sistema económico mínimamente racional y eficaz explica su triste situación actual: su capacidad de producción mengua sin cesar y todo cuanto logra es mantener un nivel de vida mínimo. Lo más triste de todo es que a la oligarquía castrista lo único que les preocupa es reformar su economía para mantener su poder absoluto.
Hace mucho tiempo que no hay datos fiables, siquiera aproximados, sobre la economía cubana. Desde 1959 a 1969, el castrismo fue guevarista, empeñado en la destrucción de la contabilidad y del dinero como medio de pago. Tras el fracaso de la zafra de los 10 millones, en 1969, el castrismo se convirtió a la planificación soviética. Por unos años, hasta que la subida de los precios del azúcar en el periodo 73-76 y el aumento de la ayuda de la URSS permitieron a Castro involucrarse en las guerras africanas: Angola, Somalia, Etiopía y Eritrea fueron algunos de los países en los que hubo ejércitos cubanos desde 1976 hasta mediados de los ochenta. La economía cubana pasó a ser la de un país en guerra, volcada a la intervención exterior, sometida a las necesidades de los grandes ejércitos a los que acompañaban sanitarios y educadores. La perestroika de Gorbachov puso fin a las intervenciones exteriores del ejército cubano. La caída del muro en 1989 y la desaparición de la URSS dejaron a la economía cubana sin los subsidios soviéticos que supusieron, como mínimo, alrededor del 30% de su PIB anual desde 1970 a 1990. La economía cubana entró, entonces, en lo que se denominó un periodo especial, caracterizado por la adaptación a una situación en la que la ayuda soviética había desaparecido. Fue el segundo periodo desde 1959 –el primero ocurrió entre 1970 y 1976– en el que el líder máximo aceptó la introducción legal de algunos incentivos económicos, hasta que la conquista del poder por Chávez en Venezuela permitió, desde principios del nuevo siglo, recuperar subsidios del exterior y asegurar que la población no pasara hambre. Fidel Castro eliminó entonces algunas reformas e intentó retomar los principios guevaristas. Cuba volvió a ser anti-capitalista sin intentar, siquiera, la planificación. La enfermedad de Fidel Castro y los límites de la ayuda de Chávez obligaron, hace ahora alrededor de cinco años, por tercera vez a iniciar otra política de reformas para permitir que una mínima racionalidad elevara la producción y el comercio de alimentos y algunos otros productos básicos. Ésta ha sido la historia de la política económica del castrismo. El siguiente capítulo comenzará cuando muera el tirano.
Mientras en el exterior discutimos sobre si el régimen castrista evolucionará hacia un modelo chino o vietnamita, en el interior lo único que preocupa a la oligarquía castrista es cómo reformar la economía para mantener el poder político absoluto de la nomenclatura, en la que participan la familia Castro, los mandos militares, la policía política y los burócratas del régimen. En la duda, se ha depurado a los que querían más cambios y más poder, y se ha optado, nuevamente, por la represión política y autorizado unas mínimas reformas para evitar las hambrunas.
En la Cuba castrista no hay estadísticas fiables, ni mediciones homogéneas de la actividad, ni un sistema de precios que permita asignar los recursos en función de su rentabilidad. Hay precios que no se han movido desde principios de los años 60, otros de los 70, los 80 y los 90, hasta precios actualizados –algunos, incluso, en dólares– para un pequeño conjunto de bienes de importación que se pueden adquirir por toda la población o por pequeños grupos, seleccionados con criterios políticos. Desde 1993 hasta 2004, en Cuba convivieron tres monedas: el dólar norteamericano, el peso cubano convertible –que tenia la misma cotización que el dólar– y los pesos nacionales, que tenían un tipo de cambio oficial de 24 pesos nacionales por 1 peso convertible. En 2004, aprovechando la mejoría que supuso la ayuda venezolana, se prohibió la circulación del dólar norteamericano. En 2005 el peso convertible fue revaluado un 8% en relación con el dólar. En 2011 se ha vuelto a la paridad peso convertible-dólar norteamericano para intentar mejorar la competitividad del sector turístico.
El único factor de homogenización para medir lo que se produce y lo que se invierte es el conjunto de precios del mercado negro en el que se comercializan dólares, pesos convertibles, pesos nacionales no convertibles y algunos bienes y servicios. En este mercado, la oferta y la demanda fijan precios; precios que, obviamente, dependen de la cantidad de pesos que pone en circulación el Banco Central, de la cantidad de pesos convertibles que tiene a la población –por transferencias de los exiliados a sus familias–, del suministro de productos alimenticios que se permite que los campesinos vendan en los mercados y algunos servicios que, legal o ilegalmente –en su mayoría– se comercializan también en esos mercados, y de la importación de bienes de consumo, duraderos y no duraderos, que lleva a cabo el Estado cubano y que legal –y sobre todo ilegalmente– terminan, también, en el mercado negro.
Estos precios, precios del mercado negro, no existen para las autoridades. De hecho, los responsables económicos no utilizan ningún sistema de precios para tomar decisiones económicas. Saben que los oficiales son ficticios. Las decisiones económicas se toman por los planificadores en función de las carencias; por ejemplo, la falta de carbón para poner en funcionamiento las centrales térmicas existentes, la falta de transportes para la población, la falta de camiones para mover mercancías, las faltas graves de alimentos, de medicinas, de camas de hospital o de quirófanos. Y, por supuesto, la falta de energía eléctrica. Los salarios, por su parte, se fijan para que la mayoría pueda pagar los mínimos suministros que se consiguen con la raquítica cartilla de racionamiento, con los que es imposible vivir. En eso consiste la política económica. En intentar resolver los cuellos de botella que se presentan y que nadie muera de hambre. El resto es un lujo. Lo es la alimentación no racionada, la vivienda, la electricidad, los libros, la atención hospitalaria, las medicinas, los coches y camiones, los carburantes, el vestido, el calzado...
El castrismo, como ideología, sólo tiene un dogma: que el comandante es el único cubano con capacidad para pensar y decidir lo que necesitan sus súbditos. El dogma tiene dos caras: la primera que el poder tiene que ser absoluto; la segunda, que nadie pueda disponer de medios económicos suficientes para vivir al margen de lo que decida el líder máximo. El gran enemigo es, en esta elemental ideología, la propiedad privada. Por eso se nacionalizaron primero y se estatizaron después todos los medios de producción, desde las fábricas hasta los comercios, desde la tierra hasta las oficinas o los medios de transporte. Fidel Castro se ha disfrazado con todo tipo de ropajes a lo largo de los interminables 52 años en los que ha ejercido la tiranía. Ha sido guevarista, soviético ortodoxo, golpista en América Latina, militar en África, colaborador de narcotraficantes, incluso cercano al sistema capitalista a mediados de los 70, pero siempre ha tenido claro un principio: en Cuba nadie debe poder ganarse la vida autónomamente de una forma continuada. Siempre ha tenido claro que la propiedad privada es el germen de la libertad de pensamiento. Y en Cuba sólo él se considera con capacidad para pensar correctamente y decidir lo que conviene a todos y cada uno de los 11 millones de cubanos.
En los tres momentos de mayor riesgo político y económico del régimen, el primero después del fracaso de la zafra de los 10 millones de toneladas, el segundo tras la desaparición de la URSS y, el tercero, el actual –con ayuda venezolana, pero limitada–, los responsables económicos, siempre dirigidos por Raúl Castro, han hecho algunas reformas que han consistido en permitir cierta libertad económica para producir alimentos, para comercializarlos y para abrir pequeños negocios. Vigilando siempre que ningún cubano pudiera tener demasiados ingresos. La propiedad privada sigue siendo, y es, el enemigo. A pesar de que cada vez que se liberaliza la actividad económica, aumenta la producción y mejora el bienestar de la población. La actividad normal, la pública, es ineficiente, pesada, corrompida, militarizada o cedida parcialmente a empresas extranjeras. Se administra por la burocracia castrista.
Con este sistema, por llamarlo de alguna forma, económico –algo que los progresistas de este mundo no entienden ni aceptan– lo llamativo es que en la Cuba castrista no haya hambrunas, que el nivel educativo asegure una formación entre baja y media y que el sanitario evite las epidemias y haya reducido al mínimo la mortalidad infantil. Algo que se consideran triunfos fundamentales en el exterior de Cuba, sobre todo por los que creen que esos triunfos se han logrado a pesar del bloqueo norteamericano. Un bloqueo que permite a Cuba comerciar con todo el mundo, excepto con Estados Unidos y con empresas norteamericanas. Que no ha impedido que Cuba suspenda pagos en rublos convertibles, en divisas de países occidentales y en moneda nacional, hasta el punto de que el tipo de cambio oficial del peso convertible es 24 veces el del peso con el que los cubanos se ganan la vida. Y que tampoco ha impedido que haya grandes inversores extranjeros, sean españoles (tabaco y hoteles), canadienses (níquel) o de otras nacionalidades.
Las instituciones internacionales, ya sean el FMI, el Banco Mundial, el Banco lnteramericano de Desarrollo –de ninguna de las cuales quiere ser miembro el régimen castrista– no pueden medir su PIB, ni la renta per capita de sus ciudadanos. Por más que se empeñen los organismos nacionales cubanos y las cátedras especializadas de las universidades norteamericanas, no existe ningún medio para medir el valor de la producción de bienes y servicios cubanos. Conscientes de esta limitación, los burócratas del régimen se dedican a elaborar y publicitar estadísticas de producción, en toneladas, metros u otras unidades físicas, de todo tipo de bienes. Que esos bienes se hayan producido, que tengan algún valor práctico, o que su calidad permita que se aprovechen, no es relevante para el régimen. Igual ocurre con los servicios. Lo importante para el régimen y sus estudiosos es resaltar que en Cuba no hay analfabetismo, y que se licencian anualmente decenas de miles de maestros, médicos e ingenieros. Lo que sepan no importa.
Hay que reconocer que el régimen ha conseguido la aceptación, por parte de los organismos interesados en la economía cubana, de que sus estadísticas se hayan traducido a un nivel de renta per capita y a un PIB nacional comparable con los del resto de los países, lo cual es un error imperdonable. En Cuba no hay precios. Todo es tan falso como lo eran las estadísticas de Alemania Oriental, que parecía ser una economía avanzada antes de que la reunificación pusiera al descubierto su miseria. En Cuba solo hay tres o cuatro objetivos económicos medibles. Siempre cuantitativos, nunca valorables monetariamente.
Sin embargo, no cabe duda de que mantener alimentada y formalmente educada a una población que ha pasado de 6 millones de habitantes en 1959 a 11 millones en 2010, sin un sistema económico digno de ese nombre, es un logro, que puede explicarse, en gran parte, por una serie de factores económicos que se exponen a continuación, pero que resultan insuficientes. Para explicar la supervivencia del régimen hay que tener en cuenta los factores políticos: la realidad de una tiranía bien organizada, que cuenta con el miedo, y con el terror continuo, para mantener mínimamente activos a todos los trabajadores cubanos. Los factores económicos por sí solos, aunque importantes, como se verá a continuación, no pueden explicar el mantenimiento de un régimen tan ineficiente como el cubano.
Cuba era un país próspero en 1959. Con una moneda solida, convertible en dólares, con un nivel de analfabetismo de sólo el 21% (en España era de más del 32% ese año), con una cultura moderna, con un comercio exterior equilibrado y cada vez más diversificado, y, lo más importante, con un nivel de formación profesional de primer orden en muchos sectores, empezando por el educativo, el sanitario y el de la producción agraria. Por más que, políticamente, fuera un país corrupto, una auténtica república bananera.
Muchas de las infraestructuras existentes en ese momento (carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles y viviendas y otras edificaciones) siguen siendo utilizadas en 2011. En más de 50 años apenas se han construido 300.000 viviendas, de una espantosa calidad, mientras la población se ha doblado. Por eso los cubanos viven hacinados en las antiguas viviendas construidas antes del triunfo de la Revolución.
Cuba es el país que más ayuda exterior ha recibido en el mundo, en términos absolutos y relativos, en estos 50 años. De la URSS, de los países del este europeo hasta su liberación y de Venezuela, desde que Chávez se hizo con el poder.
Ha sido una ayuda en forma de bienes físicos, como el petróleo, el trigo, los fertilizantes y el acero, o de construcción de fábricas –aunque con tecnología soviética– o de créditos para utilizar en los países del antiguo COMECON. Imposible calcular cuánto supuso esa ayuda. Ciertamente más del 30% del PIB desde finales de los sesenta hasta la desaparición de la URSS. Además de la ayuda directa, Cuba recibía créditos de los países comunistas. Sólo en créditos impagados, Cuba debía más de 30.000 millones de rublos convertibles a Rusia en 1991. Más del 100% del PIB cubano de ese año.
Por otra parte, la colaboración militar, que no aparece en ninguna estadística, ni en las soviéticas ni en las cubanas, multiplica lo recibido por Cuba, que tuvo en África ejércitos de miles de hombres a los que la URSS armaba pero a los que Cuba aportaba la tropa, junto con decenas de miles de educadores y sanitarios que nunca sabremos cómo se financiaban pero que posiblemente, en parte, se hacía con dinero cubano, a costa de la economía nacional. Son innumerables los casos que cuentan los exiliados de ocasiones en los que se canibalizaron plantas industriales para conseguir equipos para enviar a África. O del desplazamiento de técnicos y especialistas, a los que se sugería que pasaran unos años en algún país africano, aunque ello supusiera la paralización de otros proyectos imprescindibles para la economía cubana.
A partir de 1971/72 Cuba se convierte, aparentemente, en una economía socialista más y los países occidentales, sus bancos y sus gobiernos, consideraron que el riesgo político había desaparecido. En apenas 10 años, Cuba se endeudó en más de 6.000 millones de dólares. En 1983, como resultado del deterioro de una economía que no fue capaz de soportar las guerras africanas y el suministro a la población de servicios médicos, educativos y de productos alimenticios sin ningún tipo de pagos ni de impuestos, así como de decisiones económicas incoherentes por parte de Fidel Castro, Cuba suspendió pagos en divisas. Veintiocho años después, en 2011, todavía no se ha sentado en la mesa de negociación con sus acreedores. Los créditos exteriores impagados, desde mediados de los ochenta, a los países de economía de mercado deben sumar, hoy, alrededor de 10.000 millones de dólares.
Hasta la desaparición de la URSS, Fidel Castro no permitió el desarrollo del turismo, al que tachaba de corruptor. Después, en el periodo especial, cambió la política hasta el punto de que las jineteras y jineteros se convirtieron en uno de los mayores atractivos del turismo cubano.
Desde entonces, desde 1991/92 hasta hoy, se ha permitido que en algunos sectores generadores de divisas –turismo (con el que se ingresan, en bruto, alrededor de 2.500 millones de dólares), tabaco y minería (níquel), básicamente– entrara inversión extranjera, aunque siempre en minoría, en empresas mixtas. La parte cubana está representada en esas empresas por la policía política, los militares o los burócratas más próximos a la familia Castro. Los ingresos de divisas, tanto de la inversión como de la actividad corriente, se utilizan para hacer las importaciones imprescindibles para cumplir con los objetivos que se marque el régimen, que nunca se sabe cuáles van a ser. Todo sigue, incluso hoy, dependiendo de las ocurrencias de Fidel Castro.
El mayor generador neto de divisas es la comunidad cubana exiliada, que suman hoy alrededor de dos millones de personas y que transfieren a sus familiares alrededor de 1.000 millones de dólares anuales para que puedan sobrevivir. Esas divisas sólo se pueden gastar, en teoría, en los comercios públicos instalados por el régimen donde, a precios de expolio, los afortunados con un familiar generoso en el exterior puedan comprar bienes imprescindibles para sobrevivir.
Estos factores, la herencia del pasado, la ayuda y los créditos del socialismo, los créditos occidentales, las inversiones extranjeras en los sectores generadores de divisas, el turismo y las transferencias de los exiliados a sus familiares, explican el origen de los fondos de los que ha dispuesto, y dispone, el régimen castrista para permitir que la economía cubana siga renqueando.
La falta de un sistema económico mínimamente racional explica, a su vez, que esa ingente suma de factores positivos se haya traducido, solamente, en el mantenimiento de un mínimo nivel de vida, mientras la capacidad de producción autónoma de la economía cubana es cada vez más reducida. Hasta el punto de que incluso la producción de azúcar es un 70% inferior a la de 1959.
Pero las carencias económicas no se explican sólo por la irracionalidad del sistema económico. Desde 1959 ha habido otros objetivos que han absorbido una gran parte de los recursos disponibles:
El aparato policial y represivo. Cuba es una dictadura en la que lo único que funciona es la policía, que utiliza la violencia y el miedo de una población sometida, a la que se obliga a trabajar por sueldos de miseria, así como para evitar cualquier tipo de contestación al régimen. Un aparato represivo de esta naturaleza ha absorbido, y absorbe, una gran cantidad de recursos económicos.
El ejército. Durante muchos años el primero –o el segundo, tras Brasil– más poderoso de América Latina. Las guerras explican el papel de los militares en la Cuba actual. Los mandos manejan una parte sustancial de la economía generadora de divisas y controlan los sectores económicos internos más sensibles para el mantenimiento del régimen. Y siguen suponiendo un coste muy elevado para una economía en contracción o en estancamiento permanente.
Las intervenciones en el exterior. No sólo en el pasado, en América Latina, Medio Oriente y África. No sabemos cuánto cuesta la presencia de militares, policías, médicos y otro personal sanitario y educadores en Venezuela. No es imposible que, si se pudiera valorar, el coste para la economía cubana fuera superior a los subsidios que recibe de Chávez. Pero, nuevamente, lo importante no es la economía sino lo que decida el comandante.
El factor clave, el que explica –como se ha expuesto anteriormente– que pueda mantenerse un régimen tan ineficiente económicamente, es el miedo. Los cubanos críticos con el sistema saben que si manifiestan sus opiniones tanto ellos como sus familiares perderán su trabajo, y que sus hijos serán discriminados en las escuelas y que no podrán estudiar en la universidad. Saben que tendrán que buscarse la vida en la economía informal o conseguir la ayuda de algún familiar que viva en el extranjero. Y si sus críticas suben de tono y se convierten en disidentes saben que ellos, y sus familias, serán golpeados aleatoriamente y encarcelados por tiempo indefinido.
El miedo del conjunto de los trabajadores y del resto de la población consigue, sin embargo, el mantenimiento de un cierto nivel de producción nacional, así como de intercambio y venta de lo producido en las empresas públicas a los precios que dicta el régimen. La economía cubana es un no-sistema económico, en el que los bienes y servicios se producen, se intercambian y se distribuyen en función de los precios –y en las cantidades– que decidan las autoridades. Que, a su vez, no tienen otro remedio que apoyarse en la práctica de 50 años de transacciones obligatorias para conseguir, finalmente, suministrar algunos bienes y servicios finales a la población, al ejército y al aparato represivo.
No hay nada más incierto que la forma en que terminará la dictadura castrista. Lo que sabemos de otros regímenes dictatoriales de países comunistas o del tercer mundo en los que el poder se ejerce, o se ha ejercido, con carácter exclusivamente personal, como Corea del Norte, China, Siria e Irak es que en todos los casos los dictadores intentan imponer una sucesión familiar, que puede tener éxito o no. En el caso de Cuba, Raúl, heredero de su hermano, no tiene sucesor. Su dinastía se extinguirá con la desaparición de ambos.
El poder se lo disputarán los militares y la policía política y el resultado es imprevisible. Pero parece difícil creer que un régimen tan personalista como el cubano pueda sostenerse sin grandes cambios, políticos y económicos.
Si hubiera una revolución, pacífica o violenta, el cambio económico sería inevitable. Si hubiera una transformación a la china, lo que sin duda quiere toda la nomenclatura cubana, habría en lo económico grandes cambios, incluyendo la privatización de la mayoría de los activos del sector público.
Pero el proceso de privatización no será como el de la Rusia de Yeltsin. Todas las empresas generadoras de divisas ya se han repartido entre la policía, los militares, la familia y los burócratas más afines a los Castro. Habrá luchas entre esas mafias, venganzas y reasignación de participaciones. Pero la nomenclatura intentará poner en valor sus activos abriendo la economía y privatizando para obtener, finalmente, patrimonios personales y no sólo corporativos.
Lo que es seguro es que, económicamente, Cuba pasará por una época caótica, en la que todo dejará de funcionar. Hasta que la libertad en la fijación de precios determine qué es y qué no es rentable producir. Un periodo de transición en el que desaparecerá una parte sustancial de la industria y en el que deberían producirse inversiones en el sector agrario –de una tierra que tendrá que ser propiedad de alguien– y en el sector del turismo, el más claramente competitivo. Una transición que tendrá que soportar una población envejecida demográficamente, que no contará con pensiones públicas cuando se retire ni servicios médicos mínimamente aceptables.
Tendrá, sin embargo, la posibilidad de apoyarse en las inversiones que pueda llevar a cabo la colonia cubana que vive en el exterior, que sabe que puede contar con un nivel de formación media de la población cubana, junto con un conocimiento exhaustivo de la situación de las infraestructuras y de los diferentes sectores económicos. Los capitales necesarios para ir reconstruyendo la economía existen en potencia. Lo que, lógicamente, no va a ocurrir es un proceso de inversión desde el exterior sin un proyecto político que ofrezca un mínimo de seguridad a todos, trabajadores, empresarios e inversores.
La falta de un sistema económico mínimamente racional y eficaz explica su triste situación actual: su capacidad de producción mengua sin cesar y todo cuanto logra es mantener un nivel de vida mínimo. Lo más triste de todo es que a la oligarquía castrista lo único que les preocupa es reformar su economía para mantener su poder absoluto.
Hace mucho tiempo que no hay datos fiables, siquiera aproximados, sobre la economía cubana. Desde 1959 a 1969, el castrismo fue guevarista, empeñado en la destrucción de la contabilidad y del dinero como medio de pago. Tras el fracaso de la zafra de los 10 millones, en 1969, el castrismo se convirtió a la planificación soviética. Por unos años, hasta que la subida de los precios del azúcar en el periodo 73-76 y el aumento de la ayuda de la URSS permitieron a Castro involucrarse en las guerras africanas: Angola, Somalia, Etiopía y Eritrea fueron algunos de los países en los que hubo ejércitos cubanos desde 1976 hasta mediados de los ochenta. La economía cubana pasó a ser la de un país en guerra, volcada a la intervención exterior, sometida a las necesidades de los grandes ejércitos a los que acompañaban sanitarios y educadores. La perestroika de Gorbachov puso fin a las intervenciones exteriores del ejército cubano. La caída del muro en 1989 y la desaparición de la URSS dejaron a la economía cubana sin los subsidios soviéticos que supusieron, como mínimo, alrededor del 30% de su PIB anual desde 1970 a 1990. La economía cubana entró, entonces, en lo que se denominó un periodo especial, caracterizado por la adaptación a una situación en la que la ayuda soviética había desaparecido. Fue el segundo periodo desde 1959 –el primero ocurrió entre 1970 y 1976– en el que el líder máximo aceptó la introducción legal de algunos incentivos económicos, hasta que la conquista del poder por Chávez en Venezuela permitió, desde principios del nuevo siglo, recuperar subsidios del exterior y asegurar que la población no pasara hambre. Fidel Castro eliminó entonces algunas reformas e intentó retomar los principios guevaristas. Cuba volvió a ser anti-capitalista sin intentar, siquiera, la planificación. La enfermedad de Fidel Castro y los límites de la ayuda de Chávez obligaron, hace ahora alrededor de cinco años, por tercera vez a iniciar otra política de reformas para permitir que una mínima racionalidad elevara la producción y el comercio de alimentos y algunos otros productos básicos. Ésta ha sido la historia de la política económica del castrismo. El siguiente capítulo comenzará cuando muera el tirano.
Mientras en el exterior discutimos sobre si el régimen castrista evolucionará hacia un modelo chino o vietnamita, en el interior lo único que preocupa a la oligarquía castrista es cómo reformar la economía para mantener el poder político absoluto de la nomenclatura, en la que participan la familia Castro, los mandos militares, la policía política y los burócratas del régimen. En la duda, se ha depurado a los que querían más cambios y más poder, y se ha optado, nuevamente, por la represión política y autorizado unas mínimas reformas para evitar las hambrunas.
En la Cuba castrista no hay estadísticas fiables, ni mediciones homogéneas de la actividad, ni un sistema de precios que permita asignar los recursos en función de su rentabilidad. Hay precios que no se han movido desde principios de los años 60, otros de los 70, los 80 y los 90, hasta precios actualizados –algunos, incluso, en dólares– para un pequeño conjunto de bienes de importación que se pueden adquirir por toda la población o por pequeños grupos, seleccionados con criterios políticos. Desde 1993 hasta 2004, en Cuba convivieron tres monedas: el dólar norteamericano, el peso cubano convertible –que tenia la misma cotización que el dólar– y los pesos nacionales, que tenían un tipo de cambio oficial de 24 pesos nacionales por 1 peso convertible. En 2004, aprovechando la mejoría que supuso la ayuda venezolana, se prohibió la circulación del dólar norteamericano. En 2005 el peso convertible fue revaluado un 8% en relación con el dólar. En 2011 se ha vuelto a la paridad peso convertible-dólar norteamericano para intentar mejorar la competitividad del sector turístico.
El único factor de homogenización para medir lo que se produce y lo que se invierte es el conjunto de precios del mercado negro en el que se comercializan dólares, pesos convertibles, pesos nacionales no convertibles y algunos bienes y servicios. En este mercado, la oferta y la demanda fijan precios; precios que, obviamente, dependen de la cantidad de pesos que pone en circulación el Banco Central, de la cantidad de pesos convertibles que tiene a la población –por transferencias de los exiliados a sus familias–, del suministro de productos alimenticios que se permite que los campesinos vendan en los mercados y algunos servicios que, legal o ilegalmente –en su mayoría– se comercializan también en esos mercados, y de la importación de bienes de consumo, duraderos y no duraderos, que lleva a cabo el Estado cubano y que legal –y sobre todo ilegalmente– terminan, también, en el mercado negro.
Estos precios, precios del mercado negro, no existen para las autoridades. De hecho, los responsables económicos no utilizan ningún sistema de precios para tomar decisiones económicas. Saben que los oficiales son ficticios. Las decisiones económicas se toman por los planificadores en función de las carencias; por ejemplo, la falta de carbón para poner en funcionamiento las centrales térmicas existentes, la falta de transportes para la población, la falta de camiones para mover mercancías, las faltas graves de alimentos, de medicinas, de camas de hospital o de quirófanos. Y, por supuesto, la falta de energía eléctrica. Los salarios, por su parte, se fijan para que la mayoría pueda pagar los mínimos suministros que se consiguen con la raquítica cartilla de racionamiento, con los que es imposible vivir. En eso consiste la política económica. En intentar resolver los cuellos de botella que se presentan y que nadie muera de hambre. El resto es un lujo. Lo es la alimentación no racionada, la vivienda, la electricidad, los libros, la atención hospitalaria, las medicinas, los coches y camiones, los carburantes, el vestido, el calzado...
El castrismo, como ideología, sólo tiene un dogma: que el comandante es el único cubano con capacidad para pensar y decidir lo que necesitan sus súbditos. El dogma tiene dos caras: la primera que el poder tiene que ser absoluto; la segunda, que nadie pueda disponer de medios económicos suficientes para vivir al margen de lo que decida el líder máximo. El gran enemigo es, en esta elemental ideología, la propiedad privada. Por eso se nacionalizaron primero y se estatizaron después todos los medios de producción, desde las fábricas hasta los comercios, desde la tierra hasta las oficinas o los medios de transporte. Fidel Castro se ha disfrazado con todo tipo de ropajes a lo largo de los interminables 52 años en los que ha ejercido la tiranía. Ha sido guevarista, soviético ortodoxo, golpista en América Latina, militar en África, colaborador de narcotraficantes, incluso cercano al sistema capitalista a mediados de los 70, pero siempre ha tenido claro un principio: en Cuba nadie debe poder ganarse la vida autónomamente de una forma continuada. Siempre ha tenido claro que la propiedad privada es el germen de la libertad de pensamiento. Y en Cuba sólo él se considera con capacidad para pensar correctamente y decidir lo que conviene a todos y cada uno de los 11 millones de cubanos.
En los tres momentos de mayor riesgo político y económico del régimen, el primero después del fracaso de la zafra de los 10 millones de toneladas, el segundo tras la desaparición de la URSS y, el tercero, el actual –con ayuda venezolana, pero limitada–, los responsables económicos, siempre dirigidos por Raúl Castro, han hecho algunas reformas que han consistido en permitir cierta libertad económica para producir alimentos, para comercializarlos y para abrir pequeños negocios. Vigilando siempre que ningún cubano pudiera tener demasiados ingresos. La propiedad privada sigue siendo, y es, el enemigo. A pesar de que cada vez que se liberaliza la actividad económica, aumenta la producción y mejora el bienestar de la población. La actividad normal, la pública, es ineficiente, pesada, corrompida, militarizada o cedida parcialmente a empresas extranjeras. Se administra por la burocracia castrista.
Con este sistema, por llamarlo de alguna forma, económico –algo que los progresistas de este mundo no entienden ni aceptan– lo llamativo es que en la Cuba castrista no haya hambrunas, que el nivel educativo asegure una formación entre baja y media y que el sanitario evite las epidemias y haya reducido al mínimo la mortalidad infantil. Algo que se consideran triunfos fundamentales en el exterior de Cuba, sobre todo por los que creen que esos triunfos se han logrado a pesar del bloqueo norteamericano. Un bloqueo que permite a Cuba comerciar con todo el mundo, excepto con Estados Unidos y con empresas norteamericanas. Que no ha impedido que Cuba suspenda pagos en rublos convertibles, en divisas de países occidentales y en moneda nacional, hasta el punto de que el tipo de cambio oficial del peso convertible es 24 veces el del peso con el que los cubanos se ganan la vida. Y que tampoco ha impedido que haya grandes inversores extranjeros, sean españoles (tabaco y hoteles), canadienses (níquel) o de otras nacionalidades.
Las instituciones internacionales, ya sean el FMI, el Banco Mundial, el Banco lnteramericano de Desarrollo –de ninguna de las cuales quiere ser miembro el régimen castrista– no pueden medir su PIB, ni la renta per capita de sus ciudadanos. Por más que se empeñen los organismos nacionales cubanos y las cátedras especializadas de las universidades norteamericanas, no existe ningún medio para medir el valor de la producción de bienes y servicios cubanos. Conscientes de esta limitación, los burócratas del régimen se dedican a elaborar y publicitar estadísticas de producción, en toneladas, metros u otras unidades físicas, de todo tipo de bienes. Que esos bienes se hayan producido, que tengan algún valor práctico, o que su calidad permita que se aprovechen, no es relevante para el régimen. Igual ocurre con los servicios. Lo importante para el régimen y sus estudiosos es resaltar que en Cuba no hay analfabetismo, y que se licencian anualmente decenas de miles de maestros, médicos e ingenieros. Lo que sepan no importa.
Hay que reconocer que el régimen ha conseguido la aceptación, por parte de los organismos interesados en la economía cubana, de que sus estadísticas se hayan traducido a un nivel de renta per capita y a un PIB nacional comparable con los del resto de los países, lo cual es un error imperdonable. En Cuba no hay precios. Todo es tan falso como lo eran las estadísticas de Alemania Oriental, que parecía ser una economía avanzada antes de que la reunificación pusiera al descubierto su miseria. En Cuba solo hay tres o cuatro objetivos económicos medibles. Siempre cuantitativos, nunca valorables monetariamente.
Sin embargo, no cabe duda de que mantener alimentada y formalmente educada a una población que ha pasado de 6 millones de habitantes en 1959 a 11 millones en 2010, sin un sistema económico digno de ese nombre, es un logro, que puede explicarse, en gran parte, por una serie de factores económicos que se exponen a continuación, pero que resultan insuficientes. Para explicar la supervivencia del régimen hay que tener en cuenta los factores políticos: la realidad de una tiranía bien organizada, que cuenta con el miedo, y con el terror continuo, para mantener mínimamente activos a todos los trabajadores cubanos. Los factores económicos por sí solos, aunque importantes, como se verá a continuación, no pueden explicar el mantenimiento de un régimen tan ineficiente como el cubano.
Cuba era un país próspero en 1959. Con una moneda solida, convertible en dólares, con un nivel de analfabetismo de sólo el 21% (en España era de más del 32% ese año), con una cultura moderna, con un comercio exterior equilibrado y cada vez más diversificado, y, lo más importante, con un nivel de formación profesional de primer orden en muchos sectores, empezando por el educativo, el sanitario y el de la producción agraria. Por más que, políticamente, fuera un país corrupto, una auténtica república bananera.
Muchas de las infraestructuras existentes en ese momento (carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles y viviendas y otras edificaciones) siguen siendo utilizadas en 2011. En más de 50 años apenas se han construido 300.000 viviendas, de una espantosa calidad, mientras la población se ha doblado. Por eso los cubanos viven hacinados en las antiguas viviendas construidas antes del triunfo de la Revolución.
Cuba es el país que más ayuda exterior ha recibido en el mundo, en términos absolutos y relativos, en estos 50 años. De la URSS, de los países del este europeo hasta su liberación y de Venezuela, desde que Chávez se hizo con el poder.
Ha sido una ayuda en forma de bienes físicos, como el petróleo, el trigo, los fertilizantes y el acero, o de construcción de fábricas –aunque con tecnología soviética– o de créditos para utilizar en los países del antiguo COMECON. Imposible calcular cuánto supuso esa ayuda. Ciertamente más del 30% del PIB desde finales de los sesenta hasta la desaparición de la URSS. Además de la ayuda directa, Cuba recibía créditos de los países comunistas. Sólo en créditos impagados, Cuba debía más de 30.000 millones de rublos convertibles a Rusia en 1991. Más del 100% del PIB cubano de ese año.
Por otra parte, la colaboración militar, que no aparece en ninguna estadística, ni en las soviéticas ni en las cubanas, multiplica lo recibido por Cuba, que tuvo en África ejércitos de miles de hombres a los que la URSS armaba pero a los que Cuba aportaba la tropa, junto con decenas de miles de educadores y sanitarios que nunca sabremos cómo se financiaban pero que posiblemente, en parte, se hacía con dinero cubano, a costa de la economía nacional. Son innumerables los casos que cuentan los exiliados de ocasiones en los que se canibalizaron plantas industriales para conseguir equipos para enviar a África. O del desplazamiento de técnicos y especialistas, a los que se sugería que pasaran unos años en algún país africano, aunque ello supusiera la paralización de otros proyectos imprescindibles para la economía cubana.
A partir de 1971/72 Cuba se convierte, aparentemente, en una economía socialista más y los países occidentales, sus bancos y sus gobiernos, consideraron que el riesgo político había desaparecido. En apenas 10 años, Cuba se endeudó en más de 6.000 millones de dólares. En 1983, como resultado del deterioro de una economía que no fue capaz de soportar las guerras africanas y el suministro a la población de servicios médicos, educativos y de productos alimenticios sin ningún tipo de pagos ni de impuestos, así como de decisiones económicas incoherentes por parte de Fidel Castro, Cuba suspendió pagos en divisas. Veintiocho años después, en 2011, todavía no se ha sentado en la mesa de negociación con sus acreedores. Los créditos exteriores impagados, desde mediados de los ochenta, a los países de economía de mercado deben sumar, hoy, alrededor de 10.000 millones de dólares.
Hasta la desaparición de la URSS, Fidel Castro no permitió el desarrollo del turismo, al que tachaba de corruptor. Después, en el periodo especial, cambió la política hasta el punto de que las jineteras y jineteros se convirtieron en uno de los mayores atractivos del turismo cubano.
Desde entonces, desde 1991/92 hasta hoy, se ha permitido que en algunos sectores generadores de divisas –turismo (con el que se ingresan, en bruto, alrededor de 2.500 millones de dólares), tabaco y minería (níquel), básicamente– entrara inversión extranjera, aunque siempre en minoría, en empresas mixtas. La parte cubana está representada en esas empresas por la policía política, los militares o los burócratas más próximos a la familia Castro. Los ingresos de divisas, tanto de la inversión como de la actividad corriente, se utilizan para hacer las importaciones imprescindibles para cumplir con los objetivos que se marque el régimen, que nunca se sabe cuáles van a ser. Todo sigue, incluso hoy, dependiendo de las ocurrencias de Fidel Castro.
El mayor generador neto de divisas es la comunidad cubana exiliada, que suman hoy alrededor de dos millones de personas y que transfieren a sus familiares alrededor de 1.000 millones de dólares anuales para que puedan sobrevivir. Esas divisas sólo se pueden gastar, en teoría, en los comercios públicos instalados por el régimen donde, a precios de expolio, los afortunados con un familiar generoso en el exterior puedan comprar bienes imprescindibles para sobrevivir.
Estos factores, la herencia del pasado, la ayuda y los créditos del socialismo, los créditos occidentales, las inversiones extranjeras en los sectores generadores de divisas, el turismo y las transferencias de los exiliados a sus familiares, explican el origen de los fondos de los que ha dispuesto, y dispone, el régimen castrista para permitir que la economía cubana siga renqueando.
La falta de un sistema económico mínimamente racional explica, a su vez, que esa ingente suma de factores positivos se haya traducido, solamente, en el mantenimiento de un mínimo nivel de vida, mientras la capacidad de producción autónoma de la economía cubana es cada vez más reducida. Hasta el punto de que incluso la producción de azúcar es un 70% inferior a la de 1959.
Pero las carencias económicas no se explican sólo por la irracionalidad del sistema económico. Desde 1959 ha habido otros objetivos que han absorbido una gran parte de los recursos disponibles:
El aparato policial y represivo. Cuba es una dictadura en la que lo único que funciona es la policía, que utiliza la violencia y el miedo de una población sometida, a la que se obliga a trabajar por sueldos de miseria, así como para evitar cualquier tipo de contestación al régimen. Un aparato represivo de esta naturaleza ha absorbido, y absorbe, una gran cantidad de recursos económicos.
El ejército. Durante muchos años el primero –o el segundo, tras Brasil– más poderoso de América Latina. Las guerras explican el papel de los militares en la Cuba actual. Los mandos manejan una parte sustancial de la economía generadora de divisas y controlan los sectores económicos internos más sensibles para el mantenimiento del régimen. Y siguen suponiendo un coste muy elevado para una economía en contracción o en estancamiento permanente.
Las intervenciones en el exterior. No sólo en el pasado, en América Latina, Medio Oriente y África. No sabemos cuánto cuesta la presencia de militares, policías, médicos y otro personal sanitario y educadores en Venezuela. No es imposible que, si se pudiera valorar, el coste para la economía cubana fuera superior a los subsidios que recibe de Chávez. Pero, nuevamente, lo importante no es la economía sino lo que decida el comandante.
El factor clave, el que explica –como se ha expuesto anteriormente– que pueda mantenerse un régimen tan ineficiente económicamente, es el miedo. Los cubanos críticos con el sistema saben que si manifiestan sus opiniones tanto ellos como sus familiares perderán su trabajo, y que sus hijos serán discriminados en las escuelas y que no podrán estudiar en la universidad. Saben que tendrán que buscarse la vida en la economía informal o conseguir la ayuda de algún familiar que viva en el extranjero. Y si sus críticas suben de tono y se convierten en disidentes saben que ellos, y sus familias, serán golpeados aleatoriamente y encarcelados por tiempo indefinido.
El miedo del conjunto de los trabajadores y del resto de la población consigue, sin embargo, el mantenimiento de un cierto nivel de producción nacional, así como de intercambio y venta de lo producido en las empresas públicas a los precios que dicta el régimen. La economía cubana es un no-sistema económico, en el que los bienes y servicios se producen, se intercambian y se distribuyen en función de los precios –y en las cantidades– que decidan las autoridades. Que, a su vez, no tienen otro remedio que apoyarse en la práctica de 50 años de transacciones obligatorias para conseguir, finalmente, suministrar algunos bienes y servicios finales a la población, al ejército y al aparato represivo.
No hay nada más incierto que la forma en que terminará la dictadura castrista. Lo que sabemos de otros regímenes dictatoriales de países comunistas o del tercer mundo en los que el poder se ejerce, o se ha ejercido, con carácter exclusivamente personal, como Corea del Norte, China, Siria e Irak es que en todos los casos los dictadores intentan imponer una sucesión familiar, que puede tener éxito o no. En el caso de Cuba, Raúl, heredero de su hermano, no tiene sucesor. Su dinastía se extinguirá con la desaparición de ambos.
El poder se lo disputarán los militares y la policía política y el resultado es imprevisible. Pero parece difícil creer que un régimen tan personalista como el cubano pueda sostenerse sin grandes cambios, políticos y económicos.
Si hubiera una revolución, pacífica o violenta, el cambio económico sería inevitable. Si hubiera una transformación a la china, lo que sin duda quiere toda la nomenclatura cubana, habría en lo económico grandes cambios, incluyendo la privatización de la mayoría de los activos del sector público.
Pero el proceso de privatización no será como el de la Rusia de Yeltsin. Todas las empresas generadoras de divisas ya se han repartido entre la policía, los militares, la familia y los burócratas más afines a los Castro. Habrá luchas entre esas mafias, venganzas y reasignación de participaciones. Pero la nomenclatura intentará poner en valor sus activos abriendo la economía y privatizando para obtener, finalmente, patrimonios personales y no sólo corporativos.
Lo que es seguro es que, económicamente, Cuba pasará por una época caótica, en la que todo dejará de funcionar. Hasta que la libertad en la fijación de precios determine qué es y qué no es rentable producir. Un periodo de transición en el que desaparecerá una parte sustancial de la industria y en el que deberían producirse inversiones en el sector agrario –de una tierra que tendrá que ser propiedad de alguien– y en el sector del turismo, el más claramente competitivo. Una transición que tendrá que soportar una población envejecida demográficamente, que no contará con pensiones públicas cuando se retire ni servicios médicos mínimamente aceptables.
Tendrá, sin embargo, la posibilidad de apoyarse en las inversiones que pueda llevar a cabo la colonia cubana que vive en el exterior, que sabe que puede contar con un nivel de formación media de la población cubana, junto con un conocimiento exhaustivo de la situación de las infraestructuras y de los diferentes sectores económicos. Los capitales necesarios para ir reconstruyendo la economía existen en potencia. Lo que, lógicamente, no va a ocurrir es un proceso de inversión desde el exterior sin un proyecto político que ofrezca un mínimo de seguridad a todos, trabajadores, empresarios e inversores.
Mariela Castro destituyó a la transexual Wendy Iriepa.
Tomado de http://www.diariodecuba.com
La hija de Raúl Castro destituyó a la transexual cuando se enteró de que iba a contraer matrimonio con un disidente el próximo 13 de agosto.
Wendy Iriepa, la transexual que prácticamente fue expulsada del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) por enamorarse de un disidente, era la encargada de probar y custodiar los alimentos destinados a Mariela Castro.
Trabajaba en protocolo en el Cenesex, por lo que degustaba y custodiaba los alimentos de Mariela, además de revisar los regalos que le hacían, señaló Iriepa en declaraciones a DIARIO DE CUBA.
La hija de Raúl Castro, tras enterarse de la relación de Iriepa con el activista independiente Ignacio Estrada, la destituyó de su puesto de trabajo, la envió a limpiar pisos en el Cenesex y le sugirió que presentara la baja.
Yo la invité a mi boda. Ella quería ser la madrina, pero dijo que no, cuando se enteró de que era con Ignacio. Me dijo que ella no podía ser la madrina si la boda era con un disidente, afirmó la transexual.
Ahora me ven como una amenaza y un peligro, apuntó.
A Wendy la han expulsado del Cenesex no por ser el enemigo, sino por algo mucho más simple, la han expulsado por acostarse con el enemigo, es decir, con alguien que pertenece a una entidad independiente, denunció la víspera Leannes Imbert Acosta, directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros).
La boda de Ignacio Estrada y Wendy Iriepa se celebrará, si Dios quiere, el próximo 13 de agosto en La Habana, aseguraron ambos.
La hija de Raúl Castro destituyó a la transexual cuando se enteró de que iba a contraer matrimonio con un disidente el próximo 13 de agosto.
Wendy Iriepa, la transexual que prácticamente fue expulsada del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) por enamorarse de un disidente, era la encargada de probar y custodiar los alimentos destinados a Mariela Castro.
Trabajaba en protocolo en el Cenesex, por lo que degustaba y custodiaba los alimentos de Mariela, además de revisar los regalos que le hacían, señaló Iriepa en declaraciones a DIARIO DE CUBA.
La hija de Raúl Castro, tras enterarse de la relación de Iriepa con el activista independiente Ignacio Estrada, la destituyó de su puesto de trabajo, la envió a limpiar pisos en el Cenesex y le sugirió que presentara la baja.
Yo la invité a mi boda. Ella quería ser la madrina, pero dijo que no, cuando se enteró de que era con Ignacio. Me dijo que ella no podía ser la madrina si la boda era con un disidente, afirmó la transexual.
Ahora me ven como una amenaza y un peligro, apuntó.
A Wendy la han expulsado del Cenesex no por ser el enemigo, sino por algo mucho más simple, la han expulsado por acostarse con el enemigo, es decir, con alguien que pertenece a una entidad independiente, denunció la víspera Leannes Imbert Acosta, directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros).
La boda de Ignacio Estrada y Wendy Iriepa se celebrará, si Dios quiere, el próximo 13 de agosto en La Habana, aseguraron ambos.